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pero el que recibe nunca debe olvidar
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lunes, 24 de septiembre de 2012

CLAVES PARA EDUCAR CONTRA EL ESTRÉS



Nuestra preocupación debe estar dirigida en una doble dirección para combatir el estrés: plano fisiológico y plano psicológico. Respecto al primero, es necesario favorecer una dieta y reposo adecuado, así como un sano y proporcionado ejercicio físico, acompañado por un tiempo de ocio, que verdaderamente sirva para relajarse y no genere más tensión. (es lo que ocurre muchas veces, en las “escapadas los fines de semana”, en que el descanso se convierte en estrés por culpa de los atascos o el intento de hacer muchas cosas en poco tiempo: visitar a unos amigos, ir de compra, etc.).

En el plano psicológico la situación es más compleja. Enunciaremos algunas claves que consideramos imprescindibles para evitar el estrés negativo que nos conduce la angustia:

Metas adecuadas: es decir, no exigir más de lo que el niño pueda dar ( ni por supuesto tampoco menos ): a nivel académico, deportivo, de responsabilidad, etc. El mismo debe ir acepando sus propias limitaciones, no como un defecto, sino como su propia realidad, que le puede producir bienestar y paz mental.

Favorecer la autoestima: dos ideas básicas: cuando el niño triunfe (haber realizado un buen examen, haber hecho un buen partido de fútbol o una acción de solidaridad, etc. ) no echarle un jarro de agua fría con comentarios como :”está bien, pero no te duermas en los laureles”; cuando fracase, apoyarle con palabras de aliento, transmitiéndole que lo queréis no por lo que hace (buenas notas) sino por lo que es (vuestro hijo).

Buena gestión de su tiempo: no porque haga muchas cosas es mejor: si va al colegio, y después a clase de inglés, y dos días a la semana a natación, o bien a pintura o ballet, posiblemente termine ahogado por la falta de tiempo... para respirar ( jugar, ver un poco la TV, leer o pasear, etc.).

“Vacunarse” contra el estrés: así como existe una vacuna contra la gripe y otras enfermedades, deberíamos vacunar a nuestros hijos contra el estrés. ¿Cómo? No sobreprotegiéndoles de tal manera que parezca que viven en el paraíso terrenal : nada se les niega (todos los juguetes y caprichos están a su alcance), todo les es permitido. A este respecto decía un autor: “El niño que nunca oye la palabra no en boca de sus padres, será un niño infeliz y estresado” (no aprenderá a poner limites a sus deseos y necesidades).

Ambiente familiar acogedor: un gran antídoto contra el estrés es un medio familiar tolerante y flexible, donde todo se pueda pensar y decir (aunque no realizar), y donde el niño se sienta querido y valorado, y donde las reglas de comportamiento sean claras y asequibles. Quizás una de las mil formas que existen para crear este ambiente son las actividades familiares conjuntas: paseo por el parque, juegos colectivos, comer fuera de casa, viajar, etc.

Alejandro Rocamora Bonilla
Psiquiatra

Tenemos 3 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Los paders tenemos que ayudar a los hijos a integrar la frustración como parte del camino

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  2. A Pepi la parece muy importante que el niño viva en un ambiente familiar sano, equilibrado, que reciba el cariño que necesita, le ayuden a conocerse, le acepten tal como es, le valoren de acuerdo a sus capacidades etc, etc, etc.

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  3. Vamos que si tengo que hacer dieta, reposo, ejercicio y tiempo de ocio me vuelvo anacoreta, que bien pensado no es mala idea, me lo voy a ir planteando, sí señor. Fuera responsabilidades y a vivir que son dos días,y vuelta a aquellos maravillosos años de men sana in corpore sano.

    Lo de que el niño/a juegue y disfrute de la tele a mí me parece "casi" bien, aunque la tele de ahora no es la de antes, a ver qué dibujos pueden ver, porque algunos favorecen la hiperactividad (Bob Esponja), otros... casi mejor sacamos a Heidi y a Marco de nuestro baúl de los recuerdos y se lo vamos dosificando ¿no? o ¿protestamos a radio televisión española? Casi mejor que no, lo de la protesta sí que es estresante o mejor a los que se protesta, ¡qué cansinos!

    Otro punto es el de sobreprotegerles y darles todos los caprichos. Habría que matizar un poquito lo de "todos". Según los psicólogos hay que pactar con los niños/as, o sea programa de puntos. Antes hacíamos las cosas porque era nuestro deber, ahora vamos con las estrellitas colgadas o que quieren colgarse algunos, porque algunas estrellas son fugaces, sólo que hay quien no se dá por enterado.

    Y finalmente llegamos a la madre del cordero, de la cordera, o del corderín: el ambiente familiar ACOGEDOR, vaya con la palabrita. ¿Qué es eso? Tolerante, flexible, pero no protector, donde las reglas sean claras, y yo digo que la mejor regla es la que siguen en su familia. Si el padre pone los pies sobre la mesa el niño hará lo mismo, son un calco de conductas, fotocopias, lo dice el refrán "de tal palo..." .. luego antes de dar reglas primero tendrá que cumplirlas quien las da. Y sigo intentando atinar más con la palabrita que se las trae "acogedor". Priorizamos lo que conlleva o dejamos a la libre interpretación, casi mejor, porque se me rompe todo entendimiento con la frasecita de que en el lugar "se piense, se diga, pero no se realice". Pues me lo expliquen....porque vaya tela.

    Desde el punto de vista psicológico la teoría es patrón y donde hay patrón ya sabemos que no manda marinero, marinera o marineritos, y desde el punto de vista fisiológico creo que aún estoy camino de salvarme de la quema, vida de asceta y estrés curado, claro que mientras lo digo y lo pienso no lo realizo.

    Hipálage

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