El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
domingo, 2 de septiembre de 2012

RUPTURAS





A veces nos vemos obligados a romper con algún aspecto de nuestro día a día, unas veces voluntariamente, otras sin quererlo. Lo que hasta ahora era práctica habitual se convierte en parte de nuestro pasado y lo vemos distinto, lo sentimos lejano, hasta –incluso- lo echamos de menos.

Romper nuestros hábitos y seguir viviendo de otra forma puede resultarnos doloroso. Muchas veces lo es. Sobre todo si la realidad se ha impuesto a nuestros deseos y la ruptura no fue buscada sino encontrada.

Pero no nos queda otra que seguir adelante y, aceptando la situación, tratar de entresacar las enseñanzas y aprendizajes que de ello se deriven.

En estos casos es mejor pensar que todo va a ir a mejor, que cada paso que damos, cada decisión tomada, cada cambio de situación… va a suponer un avance en nuestra vida, un crecimiento en nuestra madurez, una nueva posibilidad de conocimiento esencial.

Si, por el contrario, los que decidimos romper somos nosotros, ojalá que no nos envuelva el sentimiento de culpabilidad. Ojalá no nos dejemos abatir por la pena o la nostalgia de tiempos pasados. Ojalá permanezcamos firmes y valientes ante las consecuencias de la ruptura. Ojalá no perdamos la confianza en nosotros mismos cuando escuchemos distintas voces bien o mal intencionadas.

Al fin y al cabo, si cuando escogimos nos fue bien ¿por qué ante esta nueva elección nos va a ir peor? Y si la primera elección fue un fracaso ¿por qué ésta no puede ser un éxito?

La Escribana del Reino
M.E.Valbuena

Tenemos 5 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Cambuar, no hacer siempre lo mismo, caminar por senderos nuevos, buscar nuevas rutas, conocer unas personas, hacer otros viajes, escuchar otras gentes...eso es la vida. No seguir siempre los mismos hábitos, ni las mismas conductas, ni estar siempre con los mismos...en ello hay mucha libertad. Equilibrar lo que debemos y podemos matener e introducir novedades es lo que hace que la vida sea más plena, más vida. ERASMO

    ResponderEliminar
  2. Confiar en nosotros mismos,luego lo que venga,estará bien.
    Las rupturas no son siempre pérdidas, a veces son ganancias.

    ResponderEliminar
  3. Las rupturas para mí siempre han sido dolorosas, porque están en relación los sentimientos.

    He vivido rupturas de personas que consideraba amigas, y nunca admitieron un diálogo, pues yo no sabía en aquél momento por qué, y el dolor fue mayor.
    Después de años y del aprendizaje recibido, sola me dí la respuesta. Iba de SALVADORA. Que relación más enfermiza, y que daño me hice.

    También he tenido que tomar la decisión de romper la relación con un hermano porque el maltrato psicológico era considerable, (de tal situación ya he comentado aquí al detalle).
    El día de mi santo éste hermano me mando un mensaje de felicitación por el móvil, enviándome hasta besos. Cuándo lo recibí, mi reacción fue llorar, me sento muy mal por doble motivo; por hacerme recordar todo lo vivido por él, y por las grandes dudas que me entraron de si contestarle o no. ¡Hasta pedi ayuda a un orientador del teléfono! y me mando un correo maravilloso, pero me vino a decir: "que yo tenía que saber lo que debia hacer...................."
    Pero fueron pasando los días y mi interior me decia que de alguna manera se lo debía de agradecer, pero no sabía cuando, ni de que forma y como otra de las cosas que estoy tratando de aprender es "SABER ESPERAR Y NO PRECIPITARME PARA DAR SOLUCIONES ANTE LAS SITUACIONES, PUES LO DEJE APARCADO".
    Esta semana se me presento en mi trabajo y me dijo: "Te vengo a traer estas cosas tuyas y los recibos del I.B.I." y le dije: Vale y segui diciéndole aprovecho para darte también las gracias por tu felicitación en el día de mi santo. Él me miro, no me contesto, y se marcho.
    Quede satisfecha, y contenta hasta tal punto, que si algún día él me llama, o me vuelve a escribir algo, si le voy a escuchar y contestar.

    El mayor dolor en mi vida ha sido el fallecimiento de mis padres (esta ha sido para mi la mayor ruptura en mi vida). El cambio familiar que se me ha experimentado al producirse la muerte del 2º es considerable, pero lo he aceptado, trato de seguir viviendo con la mayor serenidad, y tranquilidad posible, y cuando se me presentan las ganas de llorar, "lloro a mares", y cuando ya me he desahogado todo lo que necesitaba sigo disfrutando de la vida.

    Pepi es muy analítica, lo reconoce, pero la gusta describir al detalle sus vivencias por si sirven de orientación para otras personas.

    ¡Que tengais unas feliz semana!

    ResponderEliminar
  4. Gracias Pepi por tu sinceridad y amplitud a la hora de exponer tus vivencias. La ropa aireada siempre queda más limpia.
    A mi me cuestan las despedidas... Me tomo en mucho los recibimientos... por eso cuesta decir adios.

    ResponderEliminar
  5. Pepi, también da las gracias al 4º comentario

    ResponderEliminar