A estas alturas de mi vida he llegado a la conclusión de que lo que me ata a determinadas personas son los lugares comunes compartidos: estudios, trabajo, voluntariado, vacaciones, aficiones... Por la misma razón, lo que me va separando de otras es la pérdida de esos lugares comunes, esa no coincidencia, cada vez más densa, en ellos.
Esta idea me viene dando vueltas en la cabeza desde la primera vez que viera la película de Aristarain “Lugares comunes”, la cual –además de hacerme llorar a lo grande- me abrió los ojos y la mente a nuevos cuestionamientos y planteamientos. Entre ellos éste.
Una cosa son los lazos familiares, de amistad o de vecindad y otra, muy distinta, los creados en proyectos comunes, cuando los individuos nos sentimos un todo y una parte indisoluble de aquello que compartimos y que nos va uniendo cada vez más.
La historia de permanencia de los protagonistas es la historia de compartir el mismo sueño, de realizar los mismos proyectos, de beber de las mismas fuentes. Esa vida en común que casi todos hemos soñado alguna vez y que muchos no han podido hacer realidad.
He visto la película varias veces y siempre acabo sacando la misma conclusión: nos unen los lugares comunes.
Por eso sé que cuando dejamos de encontrarnos en ellos, cuando apuntamos en direcciones distintas, cuando perdemos el interés que antes sí sentíamos... comienza el principio del fin. Irremediablemente.
Cuando en una relación empiezan a escasear los lugares comunes, en detrimento de los espacios diáfanos y vacíos, mejor prepararnos para decir adiós que tirar de algo que no tiene sentido.
La escribana del Reino
M.E.Valbuena
M.E.Valbuena
Comparto plenamente el último párrafo de tu escrito. También intuyo cuando es mejor decir adiós que mantener por mantener una relación.
ResponderEliminarA mi me pasó lo mismo con esta película.Es duro ver que a veces pasa con aquellos que están cercanos por sangre, buscas lugares comunes pero a veces "sólo" hay lazos de sangre,historias familiares que han hecho o hacen que nuestra vida hoy, esté en el punto en el que está. Y hay que redescubrir su importancia y trascender lo que va ocurriendo. Otras, me viene eso de "¿quién son tu padre y tu madre y tus hermanos?" o "nadie es profeta en su tierra".Será entonces que esos lugares que dan sentido a nuestra vida los elegimos desde la consciencia, desde la libertad,desde nuestros "mapas" para formar otra familia que tiene otros lazos, otra consistencia? Más aún, quizá si detrás de todo está el sueño de una única familiä:la humanidad o más aún, el cosmos; con lugares comunes y lugares particulares, se nos invite a buscar lugares de diálogo para salir de esos lugares comunes tan necesarios para crecer pero que impulsan a seguir buscando encuentros más allá de nuestra tierra y nuestros lugares comunes.
ResponderEliminarNo he visto la película de la que habláis, pero por lo que decís parece interesante. La apuntaré en mi lista de pelis pendientes.
ResponderEliminarLos lugares comunes hacen que todo fluya y discurra libremente, casi sin querer y nos sintamso a gusto. Que el Teléfono sea un lugar común para un porrón de gente.
ResponderEliminarPara Pepi, cuanto más se conoce, más difícil le están pareciendo las relaciones entre las personas por los cambios que se están experimentando, y por tal motivo ella piensa que cada vez van a durar menos tiempo los LUGARES COMUNES con las mismas personas. Así que a disfrutar a tope el presente con las personas que estamos en un determinado momento, porque hoy si: ¿pero mañana?.
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