Son ya varios los cursos que llevo hechos aquí en el Teléfono, y en cada uno de ellos he aprendido una cosa diferente, las cuales me han servido, bien para cambiar ciertos comportamientos que no me gustaban pero aún así no tomaba o no sabía tomar medidas para cambiarlos, o bien para afrontar con otra actitud ciertos aspectos de mi vida o situaciones difíciles, a las que me enfrento con más regularidad de la que quisiera.
Una de esas cosas la he visto en este último curso de Crecimiento Personal, y la considero de suma importancia por lo trascendental que resulta en muchos casos y la repercusión que conlleva, pues para mí así ha sido, se trata de la experiencia del perdón, que no deja de ser todo un reto para muchos de nosotros.
Fue en Valladolid en una de las dinámicas de grupo que propuso María Guerrero, donde empecé a experimentar por primera vez en mi vida yo creo, el alivio, el descanso y la sensación de paz interior, que para mí supuso perdonarme primero a mí mismo ciertas cosas del pasado, y segundo perdonar a ciertas personas que debido a sus comportamientos, me habían hecho muchísimo daño tiempo atrás.
Durante mucho tiempo había pensado que sería imposible poder perdonar totalmente a una persona la cuál como dije antes, me hizo muchísimo daño, pero pensándolo bien, ¿para qué sirve llevar todo ese rencor dentro de ti, todo ese resentimiento?, solamente para una cosa, para revivir una y otra vez todos aquellos episodios los cuales yo quería olvidar, por tanto la mejor opción es perdonar.
Este curso ha resultado ser algo diferente a los que yo había hecho anteriormente, debido entre otra cosas al número de personas que lo formábamos, 13 más el coordinador, lo cual no quiere decir que haya sido una mala experiencia sino todo lo contrario, ha resultado interesante y enriquecedor por la variedad de testimonios que ha habido y la intensidad que se ha reflejado en alguno de ellos.
Por otra parte, referente a los temas de estudio del seguimiento, tengo que decir que yo fui uno de los que se quejó y protestó por no resolverse en algunas sesiones, las preguntas tal cual estaban planteadas en el cuestionario, pero es cierto que seguir el guión propuesto según viene de Murcia para la resolución de algunos temas, aunque ello implique no hacer uso de lo que se trae escrito de casa y te descoloque un poco, no deja de ser otra forma distinta de afrontar el tema a tratar, la cual resulta en ocasiones más natural, intuitiva y con la que afloran a veces los verdaderos sentimientos, es por ello que lo considero muy positivo a pesar de mis quejas iniciales.
No podría despedirme sin mencionar la incansable labor de escucha y dialogo por parte de Esther, coordinadora en este curso, la cual por su simpatía e implicación ha resultado ser como una compañera mas del grupo, y cómo olvidar a Geles, otra coordinadora que sólo estuvo una o dos sesiones con nosotros pero de la que guardo un grato recuerdo por su atención y entrega, pues la tuve de coordinadora en el grupo pequeño de Valladolid, y por supuesto muchísimas gracias a todos mis compañeros a los que he visto durante 12 semanas, por la paciencia que han demostrado en algunos casos y el apoyo recibido.
Marcos Díaz.
Es una satisfacción ver como el perdón libera a uno de una carga pesada, muy pesada
ResponderEliminarMarcos, gracias por expresarte de forma tan espontánea que transmite tu autenticidad personal… Me alegro mucho de tu aprendizaje que también es el mío. Un abrazo,
ResponderEliminarJovita
Acabo de leer lo escrito por Marcos y solo se me ocurre decir: es la utenticidad de quien ha aprendido que la fuerza está dentro de él. No hay excusas de fuera. ¡Buen aprendizaje!. Catilina
ResponderEliminarPara Pepi el acto del perdón, le es liberador, humano, y de una grandeza interior en la persona.
ResponderEliminarY en cuanto a su experiencia le ha ayudado a su vez, a ver lo positivo que la persona tiene.
Cuanto hemos aprendido! verdad Marcos? desde aquel primer abrazo en Valladolid, que para mi fue otra lección de tantas y tantas que he aprendido en el teléfono. Me ha gustado leer lo que has puesto sobre el perdon, y me alegro mucho por ti. Un abrazo grande!
ResponderEliminar¿Cómo saber si alguien crece cuando su etapa de crecimiento natural –el del cuerpo y la mente- ya hace tiempo que acabó?
ResponderEliminarSi se trata de que crecer equivale a cambiar nuestra actitud, yo creo que tú, Marcos, sí que has crecido y me remito, en especial, al tercer y 4ª párrafos de tu testimonio por el que te envidio, porque no es fácil perdonar a los demás y mucho menos a nosotros mismos, cuando nos han educado para la culpa desde bien pequeños, es consustancial a la rancia educación católica en la que todos hemos vivido. Además, me convences por tu tono sincero, porque las palabras, a veces, no engañan y las tuyas carecen de retórica, lo que ya es una garantía de verdad.
Por otro lado, y sigo con mi comentario, refiriéndome a los párrafos 5º y 6º de tu testimonio es evidente que un grupo de 14 personas son muchas personas para que todas puedan hablar con el tiempo suficiente para sentir, pensar y atreverse a pronunciar, de ahí la dificultad que implicaba la organización a la que pueden disculparse algunas fisuras:
a)Pierde intensidad un curso que queda interrumpido en el tiempo.
b)Las dinámicas si se encomiendan como deberes deben ser corregidas como tales. No cometamos el error de nuestro Presidente del Gobierno el Ilustrísimo Rajoy que, en opinión de Alfonso Guerra, caía en una contradicción anticonstitucional al afirmar en el debate del Estado –y en innumerables intervenciones ante la prensa- que él no había cumplido sus promesas electorales, pero había cumplido con su deber, ¿no te parece una curiosa paradoja? ¿Qué inteligente es Guerra y qué culto!, por otra parte.
c)Es importante que en cada sesión el principio y el final queden muy claros, porque en cierto modo son como el principio y el final de un camino, de otro modo nos perderíamos.
d)Deseo citar las palabras de una amiga de las de verdad, ya sabes, de esas que te conocen, les gustas cómo eres y te dicen la verdad, te guste o no, vamos una especie de amiga-madre. Pues bien, el otro día hablando con mi amiga, también profesora con muchos años de experiencia y que sigue sentándose cada tarde a preparar sus clases, aunque se sepa la materia de memoria, porque los alumnos nunca son los mismos y necesitan de otros aderezos, sus palabras textuales fueron:
“El buen maestro prepara sus clases, no establece competitividad entre sus alumnos, fomenta la igualdad, no funciona por amiguismos porque los amiguismos restan en la amistad y restan valores en quien los ejecuta y en quien los padece”.
e)La dinámica del triángulo de Karpman es una buena muestra de lo que nunca debiera ser una reunión de personas del tipo que sea, porque básicamente se dedica a excluir, sin ni siquiera dar motivos para poder enmendar las causas de la exclusión, de modo que me recordó a la dinámica del culpable que tanto ha prodigado el uso indebido de la religión, y a la que me refería al comienzo.
Sí me sirvió para corroborar que los seres humanos culpabilizamos por apariencias y que en raras ocasiones conocemos al otro lo suficiente para lanzar la primera piedra. Se necesitaría toda una vida, de la que no disponemos. Por tanto, caer en uno u otro lado depende de impresiones ajenas y casi siempre erradas. Acabo de leer un libro que me ha dejado honda huella “Suite francesa” que imagino que algunos habréis leído. También sabréis que su autora, Irène Némirovsky, murió exterminada como judía en un campo de concentración cuando apenas había llegado a los 40 años. Curiosamente se había convertido al catolicismo, pero sus abuelos eran rusos y judíos, lo cual a ella la hizo culpable ante los nazis. Su calidad intelectual, humana y artística, la han hecho inmortal, pero de nuevo impresiones erradas de verdugos totalmente desinformados la hicieron culpable y víctima, siendo en realidad una gran salvadora de la humanidad por todos los escritos que nos ha legado, muchos de ellos póstumos.
Espero no haberte aburrido, Marcos. Gracias por todas estas luces que tu escrito ha arrojado. Sin él el mío no hubiera sido igual.
Lourdes
Aburrirme, en absoluto Lourdes, todo lo contrario. Que podamos debatir y comentar cosas como éstas durante muchos años.
EliminarEn primer lugar quería darte mi enhorabuena por haberte permitido escribir todo aquello que querías trasmitir.
Déjame decirte también que me gusta leer siempre lo que escribes, por como lo haces, por como lo sientes y por algunos términos que utilizas que hacen que se note de alguna manera todos esos años de estudio y aprendizaje, que entre otras cosas, llevas acumulados con todos esos diablillos y que tanto te admiran en clase.
Respecto a lo que dices al final, opino que los testimonios, sin los comentarios de los compañeros y en este caso destacando el tuyo, por todo lo expuesto y por tu implicación, sin quitar ningún mérito a los demás ni muchísimo menos, por supuesto, no serian lo mismo, eso sin duda alguna.
Aprovecho la ocasión por tanto, para agradecer públicamente a todas las personas, compañeros o no del curso, que hayan dejado su comentario aquí en el blog o me hayan comunicado por otros medios su opinión, incluso a aquellas personas que sin dejar su comentario hayan entrado y hayan leído el testimonio, ya que su mérito tiene también, todas las muestras de apoyo, cariño y amistad recibidas.
Un fuerte abrazo a todos vosotros y que volvamos a vernos muy pronto por aquí.
Marcos Díaz.