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lunes, 10 de marzo de 2014

¿ACABARON LOS CARNAVALES?



            En el transcurso de mi vida he disfrutado de las fiestas de Carnaval en distintos lugares de nuestra geografía y he visto como una misma fiesta se puede celebrar de maneras muy diferentes, en unos prima el baile y los vestidos coloristas, en otros sus caretas y cencerros, o provocar una lluvia de caramelos, o bombardearse con una mezcla de harina y hormigas, o el toro como animador de las fiestas, o  disfrutarlos oyendo coplas satíricas y divertidas, o buscando con el baile ridiculizar al francés ocupador.

            Pero en el trasfondo del Carnaval, siempre me ha llamado la atención dos de sus aspectos,  por una parte el típico disfraz y por otra la tolerancia existente.

            Yo me he disfrazado muchas veces años atrás, y la sensación era de salir de ti para ser otra persona, alguien que en algún momento se permitía ser y comportarse de una manera diferente a la habitual, huyendo de tus propias trabas tanto mentales como físicas. Tienes a tu favor  que posiblemente nadie te reconozca, que es un día con licencia para casi todo y permites que aflore el niño que todos tenemos dentro.

            Normalmente al día siguiente te sientes feliz por lo vivido, por lo hecho, por tu comportamiento, por haber podido ser esa parte de ti que te cuesta mostrar.... es curioso verdad... el Carnaval, ...el DISFRAZ... ¿nos lo ponemos un día?, o resulta que lo llevamos puesto 364 días al año...

            El otro aspecto que quisiera resaltar del Carnaval es la tolerancia hacia los demás, es un día en el que estamos receptivos a que se nos acerque gente de todo tipo, vestidos de cualquier manera, que se dirija a nosotros de una manera directa, que nos invite a bailar, a hablar de temas trascendentes o superfluos, donde entramos en bares o peñas desconocidos sin ningún tipo de miedo a lo que nos podamos encontrar... es algo que apreciamos y disfrutamos con la mayor naturalidad....

             ...y sin embargo al día siguiente, cambia nuestro nivel de TOLERANCIA, aparecen nuestras paredes hacia los demás. Si alguien con una vestimenta sospechosa  para ti, se te acerca por la calle, aceleras el paso y apenas la escuchas, empiezas a valorar el color de piel de quien te rodea o te piensas mucho el bailar o hablar con un desconocido. ¿ Dónde esta ese espíritu de apertura del día anterior?,... esas ganas de conocer a gente, ese crecimiento que supone el intercambiar vivencias, el contar experiencias, el cultivar una nueva amistad, el hacer planes conjuntos..., ¿dónde esta mi auténtico YO?

             Por eso y con independencia de donde quiera que me encuentre, siempre encuentro el Carnaval como una fiesta de diversión para mí y de reflexión sobre mí.
  

Wetón

Tenemos 3 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Me gusta esa idea de sacar el niño interior a pasear por las calles y la vida. Gracias Weton por recordármelo.

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  2. Para Pepi hay personas que siempre llevan una careta por esa falta de sinceridad, no ser transparentes y no querer demostrarse tal como son; por consiguiente están de carnaval toda su vida.
    También hay personas que hacía unas personas se relacionan tal como son , y hacía otras se ponen la careta.

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  3. Me encantan tus escritos Wetón!

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