El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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martes, 11 de marzo de 2014

CONVERSACIONES CON MI MENTE

LOS QUE AMAN
                        A los que aman no hay tarea que les cueste, ni destino que no alcancen.
                        Se levantan cada mañana, con el rostro amado en el alma, sonriendo al nuevo sol y agradeciéndole a Dios la posibilidad de amar y de contemplar el objeto de su amor. Si este está cerca, lo disfrutarán doblemente y si está lejos, simplemente lanzarán sus suspiros al aire para que se transformen en besos apasionados de silencio.
                        A los que aman, “distancia”, “tiempo” y “espacio”, son palabras vacías, sin sentido, ya que en su enamorado diccionario solo cuentan con los términos “cercanía”, “amor” y “ternura”.
                        Si hay que esperar, esperan. Si hay que ponerse a caminar, caminan, y si en algún momento del proceso deben llorar, lloran sin vergüenza ni medida. Nada les apura ni nada les asusta, pues en su corazón palpita, llena de vida, la imagen de quien aman. Y con este poder en el pecho convierten su alegría en llanto y su llanto en alegría.
                        Son los que aman los que saben de sueños y esperanzas, pues cada minuto de su día lo viven en un rostro, una mirada y una sonrisa, que por muy lejanas que se encuentren, siempre las sentirán como en casa. Porque los que de verdad aman entienden la grandeza de un rostro. No es una cara de tantas; es la faz de la persona amada. Los que de verdad aman no miran unos ojos: contemplan los diamantes más perfectos creados sobre la tierra. Los que de verdad aman al mirar esa sonrisa entienden lo que es la magia.
                        Porque los que aman ven la obra de Dios manifestada; la belleza íntegra de la persona amada, foco de ternura, centro de cariño, templo de respeto donde orar en silencio por su bienestar y su alegría.
                        Y porque sólo aman los que se aman, de lo más profundo de su corazón entregan sin límites y sin miedo toda la inagotable fuerza de su espíritu para convertir a quien aman en un manantial ternura compartida.

Mª José Calvo Brasa

Tenemos 3 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Grande reflexión: "porque sólo aman los que se aman". Con esto basta, basta

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  2. Me ha encantado. Ya está todo dicho. Norecic

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  3. Extraordinaria exposición sobre el amor
    Lo más importante para Pepi para poder amar es amarse primero así mismo.
    Muy emocionante fue para ella el día que su interior le demostró que realmente se amaba cada vez más.

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