8ª.- Las vivencias del alma

Las verdades que no tengo

La redacción del blog

Este blog de la mano del escritor, pensador y vividor Raúl Rodríguez semanalmente tiene una entrada  bajo el paraguas “Las verdades que no tengo” incluidas en uno de sus libros, que al final de este periplo desvelaremos para todos nuestros internautas; no pretendo –dice el autor– inculcar verdades, que por otro lado no las tengo, más bien me gustaría que cada cual aprenda a descubrir las suyas.

La redacción de este blog se ha permitido espigar dentro de las vivencias de Rául  y hoy nos situamos en su vivencia del alma.

– Rául, ¿cómo fue aquella conversación con tu madre poco antes de morir?

– Inolvidable. Estaba muy débil, psicológicamente rota.., pero al mismo tiempo estaba tan abierta. Creo que es la vez que logré contactar con ella de manera más plena.. Le dije: Mamá, tengo ganas de contarte una cosa antes de que emprendas tu viaje..

– ¿Siempre se lo quisiste contar?

– Sí, pero no encontraba el momento adecuado. Recuerdo que le dije: Mamá siempre he querido que supieras esto que ahora voy a contar. Mira escucha: cuando yo tenía dieciséis años, un día, me inundó una luz extraordinaria. No te puedes imaginar cuanto amor y cuanto gozo había en esa luz. Era algo radiante que atravesaba todas las cosas. No sé decirte si estaba dentro o estaba fuera. Estaba en todo. De repente, mi corazón se vio lleno de un amor inconmensurable. Esa intensidad y esa cosa increíble duraron tres meses, todo un verano. Y la esencia de eso continúa porque por momentos se ha agrandado. Ahora vive en mí, yo siento que soy ya eso. Pero eso también vive en todo, todo es eso. Es como si a mi se me hubiera dado a conocer esa radiación pura que tiene su origen en una fuente inagotable..Mamá, simplemente te diré que no lo convoqué, que no lo llamé, que no estuve esperándolo, que llegó y se hizo presente. Me envolvió. Completamente. He pasado muchos años sin contárselo a nadie. Todas las veces que en mi vida me he olvidado de esa luz, he visto cómo mi alma se rompía. Todas las veces que no se he sido plenamente consciente de estar habitado por esa luz, las cosas perdían su sentido.¿Por qué quería que lo supieras, mamá? Porque puede que esa luz sea la esencia de todas las cosas. Así lo intuyo. Esa luz no me da a mi ninguna ventaja, tampoco me da una posición más alta. Esa luz no me fue mostrada para sentirme superior a los demás, todo lo contrario; el regalo de esa luz es para que pueda servir también a otras personas, de la misma manera que me ha servido a mi. Mamá, creo que esa luz es la que te va a recibir cuando te vayas; te recibirá en su regazo y te dará un abrazo inmenso, un abrazo sin tiempo, un abrazo de eternidad.. No tienes a que tener ningún miedo porque estoy seguro que esa luz, esa luz...

– Raúl, ¿has recibido algún mensaje de tu madre después de haber fallecido?

– Sí, decía así: Eres un hijo del amor,un ser inmortal, una hermosa criatura destinada a lo más alto, vibra siempre así.

– ¿Qué sensación tienen con ese mensaje?

– Que más que estar destinado a mi como individuo, está destinado a todos los individuos de la raza humana. Ese mensaje no es para creerme yo alguien especial separado del resto, ese mensaje describe nuestra esencia y nos habla de lo que somos. Todos somos así. Todos somos eso.

Comparte, amigo/a internauta, tus opiniones con todos, para enriquecer esta propuesta.