El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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domingo, 9 de noviembre de 2014

Tanto miedo
al cambio

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena
Descubro frecuentemente a mi alrededor un miedo atroz al cambio. A cualquier tipo de cambio: político, laboral, personal, social, de costumbres y hasta de hábitos que sabemos perniciosos.
Me sorprenden las múltiples razones que nos damos para justificar nuestro inmovilismo, nuestra falta de iniciativa o de aceptación y nuestro enmascaramiento del miedo.

Así, solemos decirnos que no es el momento adecuado, que a estas alturas no merece la pena, que las cosas no se cambian así por así y es necesario un estudio previo (estudio que no se va a hacer nunca), que los años son los años, que se es muy joven o muy mayor, que siempre ha sido así, que sería un caos…
Nos justificamos tanto y tan bien que acabamos creyéndonos las entelequias mentales elaboradas por el miedo, sin más filtro ni observación que la “lógica” de la razón. Ahogamos nuestro sentimiento de frustración y dolor bajo el peso aplastante de nuestro pensamiento irracional y creemos que, de esta forma, lo tenemos todo controlado. ¡Ja!
Menos mal que la vida se encarga de darnos reveses de vez en cuando para quitarnos nuestras falsas seguridades. Queramos o no, los cambios llegan a nuestra vida y, después del susto inicial y del revolcón emocional, descubrimos la importancia de los mismos y su valor educacional. Comprobamos (sentimos) que el nuevo rumbo no ha sido tan tremendo y hasta lo agradecemos secretamente, aunque no nos atrevamos a confesarlo.

Tenemos 4 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Como el Guadiana, vuelvo a aparecer...Y me sale la vena clásica. El filósofo griego Heráclito decía que "todo se mueve", que "no nos bañamos nunca dos veces en el mismo río"... El año es hermoso por la secuencia de las estaciones (es tan bonito el otoño...), cada día nos sorprende... porque hay cambios. Y los mejores son los inesperados... o aquellos, que como a mí, por habernos atrevido a dar el "salto", nos han traído nuevas, buenas unas veces, no tan buenas otras. Una misma comida nos puede parecer excelente un día y otras no tanto. Y lo que más nos sorprenden, y también en el mismo sentido, son las personas y sus situaciones. Vivir es estar sujeto a cambios de manera continua... si no no sería vivir. La "paz" de los cementerios viene de la ausencia de vida.
    Atrevamonos a vivir, a montar en esta montaña rusa que es la vida, en este tren con múltiples y variadas estaciones.
    ¡Gracias, Escribana!
    Paco

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    1. Qué bien tenerte de vuelta, Paco, aunque sea virtualmente!
      M.Elena

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  2. Cierto. Nos dan miedo los cambios aunque sean para bien. Lo conocido da mucha seguridad.

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  3. Por desgracia, yo se mucho ede esto, de la inseguridad. Entonces debería evitar complicarme la vida... Y es imposible porque siempre estoy buscando caminos que me ayuden a realizarme. Estos serán aquellos que me permitan ayudar a personas esenciales, personas que hayan sufrido algún tipo de trauma y que por ello se sientan solas... O personas que hayan pasado por un cambio en su vida yo por ello estén perdidas

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