El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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sábado, 22 de noviembre de 2014

Paz y bien

Antonio Colinas

Para el que sabe ver
siempre habrá al final del laberinto
de la vida
una puerta de oro.
Si la atraviesas hallarás un patio
con musgo, empedrado,
y en él dos cedros opulentos con
sus pájaros dormidos.
(No encontrarás ya aquí la música de Orfeo
sino solo silencio.)
Cruza el patio, verás luego otra puerta.
Ábrela.
Ya dentro, en la penumbra,
verás un muro
y, en él, unas palabras muy borrosas
de cuya sencillez brota una luz
que, lenta, pasa a ti y te devuelve
al fin la libertad, la plenitud de ser:
“Sean siempre alabadas
las palabras dulcísimas
que sanan: paz y bien”.
Después, ya en la soledad profunda,
verás que te hallas frente a otra puerta
que aún no puedes abrir
porque no es el momento:
lo que quizás te lleve a otro laberinto,
al laberinto último, invisible.
¿De él habrá salida?
(Solo queda esperar,
esperar al amparo seguro
de las letras borrosas
que sanan).

Tenemos 4 comentarios , introduce el tuyo:

  1. No se entiende bien, pero se intuye, y sobre todo se siente sosiego, o eso es lo que yo siento cuando pronuncio estas palabras: paz y bien. Otetipe.

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  2. Como mis interpretaciones son tan valiosas como las de los demás, voy a exponer lo que yo pienso de este poema; (que me gustaría saber la interpretación del autor).
    A Pepi le está indicando que cuando llegue el final de sus días, verá luz, esperanza.. Y una vez que haya muerto llegara a la "verdadera libertad, plenitud del ser", pasando después a la soledad, y a un último laberinto que hay que esperar. Para concluir Pepi interpreta que se llega a la " PAZ Y BIEN" porque al igual que a OTETIPE la producen estas dos palabras: serenidad, sosiego etc.etc.etc

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  3. No se entiende bien porque el poeta lo llena todo de metáforas pues parece como si le diera apuro nombrar al espíritu o lo espiritual. El poeta no sabe que está en la antesala del espíritu. No lo sabe, por eso es poeta. Si lo supiera no sería nada, pediría además que le nombraran como nada, como la nada.

    Paz y Bien.

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