El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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viernes, 21 de noviembre de 2014

9ª.- Las vivencias sobre el sufrimiento

Las verdades que no tengo
La redacción del blog
Este blog de la mano del escritor, pensador y vividor Raúl Rodríguez semanalmente tiene una entrada  bajo el paraguas “Las verdades que no tengo” incluidas en uno de sus libros, que al final de este periplo desvelaremos para todos nuestros internautas; no pretendo –dice el autor– inculcar verdades, que por otro lado no las tengo, más bien me gustaría que cada cual aprenda a descubrir las suyas.
La redacción de este blog se ha permitido espigar dentro de las vivencias de Rául y hoy nos situamos en su vivencia sobre el sufrimiento.

– Rául, ¿se puede ofrecer el sufrimiento?
– En la conversación con mi madre antes de morir le pregunté: Mamá, ¿tú por quién ofreces todo este sufrimiento que estás pasando?. Por la paz, por la paz del mundo y por la paz de todos vosotros, de vuestros hijos... Quien ofrece su sufrimiento entiende que el dolor, la pena y el desconsuelo nunca son individuales, más bien forman parte de una delicada balanza donde todas las cosas se compensan, se equilibran. Es algo parecido a una justicia universal ejercida de forma natural, un diapasón que sincroniza y ensambla los corazones de todos los seres humanos. Es una ley similar a la misma ley de fuerzas que equilibra el movimiento de los átomos dentro del cuerpo y la misma que equilibra el movimiento de los planetas y de los astros en todo el cosmos. Según esa ley, que seguramente es una ley física y que algún día la descubriremos, todo lo que es injusto resuena a la vez en todos los seres, al igual que todo lo que es justo, que resuena también. No hay nada separado del resto. El todo es un cuerpo único.
– Entonces, ¿en manos de quién poner el sufrimiento?
– Cuando una persona comprende que puede poner su dolor en manos de la vida, es como si de repente descubriera un tesoro. Si esa persona tiene su dolor condensado en forma de odio enquistado, al ofrecer ese dolor a la vida deja de guardar rencor y en ese instante se hace libre. Y si aún hay algo más, al ofrecer ese dolor, en ese preciso y precioso instante, lo convierte en “útil”, frente al dolor “sordo” vivido tan dentro, en soledad.
– De esta forma, por mucho dolor que uno tenga...
– Si lo ofreces, lo puedes convertir en una ofrenda de luz permanente. Hay muchas personas de las que nadie se acuerda que necesitan de ese dolor para purificarse.
– Raúl, ¿no es necesario profesar ninguna fe?
– Ninguna. No son necesarias las imágenes, los símbolos. Una única alma une a toda la humanidad. Un único cuerpo de luz nos hermana. Quien ofrece su dolor está dando la vida por los demás.
– Ofrecer la enfermedad
– Y las lágrimas
– Y la soledad.

Tenemos 13 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Me gusta Raúl esta afirmación: "Todo lo que es injusto resuena a la vez en todos los seres, al igual que todo lo que es justo, que resuena también. No hay nada separado del resto. El todo es un cuerpo único". ¿Cómo has descubierto esto?.

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    1. Yo lo descubrí a través de "lo periodístico". Recuerdo que un día comencé a darme cuenta de que la onda expansiva de un coche bomba que explotaba por ejemplo en Bagdag, en realidad afectaba al Planeta entero. Lo negativo negativiza todo, lo mismo que lo positivo llena todo de un halo de positividad. Las ondas positivas y negativas son realidades físicas que se transmiten a través del aire, es muy posible que la ciencia lo pueda medir con máquinas dentro de poco tiempo.

      Unido a esto que acabo de decir tengo la sensación desde hace ya tiempo de que la individuación es un espejismo; nos vemos como 'individuos' separados del resto, pero en realidad no es así. Lo que somos es un todo envuelto en algo perfectamente amalgamado...¿Dios?

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  2. Nos cuesta entender que el dolor y el sufrimiento puedan ser provechosos.
    Gracias.

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    1. El cerebro humano está siempre funcionando dentro de este implacable binomio: buscando el placer y huyendo del dolor. Un cerebro convencional no sabe más que estas dos cosas: ir detrás del placer y salir corriendo cuando el dolor llega. Hasta que la humanidad no consigamos salir de este binomio enfermizo, será muy difícil cualquier tipo de avance.

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  3. ¿Se trata de vivir el dolor, de abrazarlo?

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    1. Antes de vivir el dolor y de poder abrazarlo, creo que importante aprender a distinguir entre el dolor y el sufrimiento, es muy importante saber distinguirlos bien porque el dolor y el sufrimiento a menudo se confunden, y es que son cosas completamente distintas; aunque se trate de dos conceptos, y como tal sean dos ‘abstracciones’, creo es necesario ‘separarlos’ bien y desmenuzarlos a fondo.

      Comencemos por el dolor. El dolor es la respuesta a un hecho de la biología: por ejemplo cuando duele una muela. Cuando hay dolor, hay dolor. Poco se puede hacer ante ese dolor, si acaso tomarse un analgésico, y desde luego visitar al dentista. O al revés.

      Vayamos con el sufrimiento. El sufrimiento es cuando nuestro cerebro procesa ese dolor y vemos que dice (con un lenguaje interno muy sutil pero que se escucha a la perfección): "¿Por qué tendré que tener este dolor de muelas?, precisamente hoy que tengo en casa una fiesta que llevo preparando más de tres meses”. El sufrimiento tiene lugar cuando el cerebro no acaba de aceptar lo que le pasa. Cuando adoptamos una posición de sufrimiento, adoptamos también una pose de victimismo, a veces de resentimiento y otras muchas veces también de venganza, aunque sin duda es el victimismo el que más presencia tiene. Fijaos bien y os daréis cuenta de que los que se instalan en el victimismo rápidamente demandan todo tipo de cuidados, exigen satisfacciones y reclaman todo tipo de compensaciones.

      Recapitulando: se puede vivir con dolor, sin embargo no es necesario vivir con sufrimiento. Parece claro que el dolor es algo que forma parte de la vida, de hecho creo que es muy difícil vivir sin dolor, el dolor sin duda es consustancial al hecho de vivir. El que esto escribe tiene dolor, dolores, desde que era niño, sin embargo creo que ahora ya no sufro; que ahora ya no sufra quiere decir que aunque el dolor, los dolores, sean un hecho en mi vida, mi cerebro ya no cuestiona ese dolor, y desde luego no lo interpreta como un ‘castigo’, digamos que ha ‘aceptado’ que el dolor va unido a la vida, a mi vida. Y me atrevo a decir más: creo que el dolor es necesario para la vida, sin embargo el sufrimiento no sirve para nada.

      Un abrazo.

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  4. Ojalá aprendamos a convertir nuestro dolor en algo útil, útil para los demás y sobre todo para nosotros mismos.

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  5. A la gente se le enseña que el dolor es malo y peligroso, pero eso no es verdad; el dolor es posiblemente nuestra mayor fuente de aprendizaje.

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  6. Una bella teoría para consolarse, para aliviarse incluso si se cree ella; así es la fe. Lamentablemente la realidad es otra cosa, mucho más compleja y llena de infinitos matices que exceden las frases simplistas como que el "dolor de uno resuena en todos". El dolor del niño que muere porque carece de su vacuna en África no le llega en nada a millones de niños que en el mundo occidental disfrutan de golosinas y consolas, el dolor de la mujer durante 20 o 30 años maltratada por su marido sin que nadie lo sepa, no resuena en el corazón de la mujer que ha sido amada por un buen hombre durante el mismo tiempo. La infelicidad de los que a diario cruzar el mar y se dejan la piel entre las vayas de Melilla, no resuena en los palacios de los ricos, de los banqueros, de tantos y tantos que viven y mueren sin conocer ninguna precariedad, y que pasan la vida alejados de cualquier símbolo de pobreza. Todo esto son teorías, ideas, para reconciliarse uno con la vida, con lo que quiera que la vida sea, que sin duda al que las siente le hacen bien, como hace bien el placebo, pero que están en las antípodas de la cruda realidad. Hay muchos, muchos millones de personas que viven su corta vida en condiciones de desgracia y muchos otros que la viven en condiciones de bienestar, donde no resuena nada del dolor ni de los padecimientos horribles de los muchos. Crear un teoría, un pensamiento para condensar la estructuración multicausal de la vida es un ejercicio injusto. Pero como somos hipócritas, como nos gustan aspirar a verdades que nos solucionen la supervivencia psicológica en lugar de enfrentarnos a la realidad tal como es....Ya se dice en el Quijote....Y no pretendas, Sancho, alegrar mis verdaderas tristezas, con tus falsas alegrías. Señor, su intención es buena, qué duda cabe, pero sus postulados sobre el sufrimiento y la unidad/individualidad no. Dejémonos de filosofías new age, de pseudopsicología y afontemos las cosas como son. El dolor de los niños en plantas de trabajo clandestinas para la ropa de Inditex, por ejemplo, no resonaba en el corazón del empresario más rico de España, sino en su cartera. Esto es la vida, con toda su crueldad, con toda su ferocidad animal, que excede todas estas teorías pseudoreligiosas, teleológicas. Hay que cambiar la vida, el sufrimiento y dejarse de mentalizaciones para acomodarnos como borregos. Ahora, si ustedes quieren, sigan, sigan así con estos pensamientos de adormidera. Salud.

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    1. Querida amiga o querido amigo, que como no te identificas no sé quién eres.

      Lo expuesto en este apunte del blog del Teléfono de la Esperanza no son teorías. Yo lo vivo cada día de mi vida como algo muy profundo y muy verdadero. Por lo que escribes y la forma en la que lo escribes, creo que te molesta que alguien sea espiritual y se muestre como tal. Te diré que sí, que yo tengo fe, pero no fe en algún dogma de alguna religión privada. Tengo fe en la vida. Y a medida que voy comprendiendo la vida, cada día tengo más fe.

      Te llenas de un sentimentalismo transitorio sobre todo los desheredados del mundo y eso te sirve como tesis para decir que yo hago filosofía barata. Creo que no has reflexionado lo suficiente cuando escribías. La prueba de que no has reflexionado lo suficiente es que tu comentario está lleno de tópicos.

      Uno de los tópicos es hacer ese repaso veloz sobre "los que sufren”; sería bueno pararnos a pensar y ver que todos los seres que viven sobre la Tierra sufren de la misma manera, da igual que seas niño y hagas zapatillas Nike de forma clandestina o que seas oficinista en una multinacional en Amsterdam. Lo que pasa es que el sufrimiento de los inocentes te da pie a ti a decir que solamente eso es lo real y que lo demás son “filosofías new age”. Es real todo lo que sucede en la vida, sea lo que sea y venga de donde venga. Todo forma parte de la realidad. No dices tú hasta donde llega lo real. Lo real es todo.

      Para acabar te expondré la razón principal de mi fe en la vida. La ciencia tiene ya pruebas irrefutables de que la conciencia sigue viviendo una vez que el cuerpo muere. Yo eso lo sé también desde hace mucho tiempo. Lo sé por convicción interna, no porque me lo haya dicho nadie. Eso me da pie a pensar que somos un espíritu haciendo un viaje por la materia. Si yo soy un espíritu haciendo un viaje por la materia, ya sé que no todo “se cuece” en este plano dimensional que ahora habitamos. No está aquí toda la vida. La vida es algo inmenso que abarca muchos planos y dimensiones. No todo está aquí en esta Tierra. Si te quedas solamente aquí, te quedas atrapado por la materia y por lo material.

      Decir que hay que arreglar el mundo no es arreglarlo. Decir que hay que salvar a los pobres no es salvarlos.

      Un abrazo.

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  7. Por qué el teléfono de la esperanza pone a semejante ignorante a dar orientación de nada aquí? ¿Qué tiene que ver la conciencia con el espíritu? Y esas afirmaciones sobre la ciencia....pruebas irrefutables, dices. ¿Tú dónde has estudiado, qué has estudiado? ¿Cómo va haber probado la ciencia el espíritu, pedazo de ignorante? Tú sabes algo del método científico? La conciencia es una propiedad de la materia, y te aseguro que no hay ninguna conciencia tras una muerte cerebral. ¿O acaso crees que alguien en coma esta muerto? Es lamentable y me indigna que un instrumento de ayuda cuente con semejante ignorante. Y ya el colmo: que todos sufren de la misma manera. ¿Pero tú en qué mundo vives, perillán? Además de ser un demagogo que me acusa de tópicos, qué tópicos? Así que sufre de la misma manera alguien con lupus terminal, que alguien con dolor de cabeza? ¿Pero es que pretendes igualar cada dolor del ser humano, cuando cada uno se corresponde a una situación bio-psico-social tan distinta que es un universo propio? Ya el simple sentido común no puede alertar de que un niño trabajando en una planta clandestina, por sus condiciones de insalubridad, de falta de sueño, de falta de apoyo, o de espacio, es una condición RADICALMENTE diferente al estrés físico o psíquico que a priori puede tener una persona que trabaja donde se cumplen al menos los mínimos derechos humanos.
    Tú me acusas a mí de tópicos con frases como "TODO FORMA PARTE DE LA REALIDAD" Pero cabe más simpleza? Puro vacío New Age. Y luego para rematar me acusas de detestar la espiritualidad. La tuya es la que detesto, porque es falsa, y no me importa que te la apliques a ti mismo, sino que se la quieras trasplantar a los demás. Cuánto, cuánto dañen hacen sanadores, terapeutas, escritores de libros de autoayuda como tú, con esa noción errónea de la espiritualidad.
    Por favor, amigos del teléfono de la esperanza. Lean este artículo sobre lo que estoy diciendo, de un colega.
    http://www.psicodinamicajlc.com/_blog/pivot/entry.php?id=332#.VHgtYdEtBLM
    No es por ti, no, es porque estoy harto de todo esta sarta de propagación de engaños.
    Llevo toda mi vida estudiando acerca de la espiritualidad: cristiana, hindú, budista. Y me siento escandalizado.

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