El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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viernes, 9 de marzo de 2012

YO, URRACA





A excepción de mis padres, desde que nací nunca he recibido el cariño de nadie. La mayor parte de las personas, ante mi presencia, me juramentan con las descalificaciones más obscenas; incluso aquellos que no dicen nada, me miran con recelo. Hasta tal punto llega mi desventura, que los cazadores me señalan como responsable de muchos de los males que sufre la naturaleza.

Me sé repudiado, pero he aprendido a vivir mi vida, y a disfrutarla.

El secreto de mi fortaleza la adquirí al nacer. Fueron mis padres quienes me la transmitieron, que a su vez la heredaron de los suyos y así retrospectivamente.

La fórmula es sencilla: desde que nacemos nos enseñan a querernos a nosotros mismos, aprendemos que la primera fuente de amor tiene que ser la de uno mismo. A partir de ahí, nos lanzan a la vida, con el
convencimiento de que tenemos alas para volar.

Toño de la Fuente

Tenemos 7 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Preciosa fotografia y gran reflexión Toño. Pero ojala a Pepi la hubieran dado esa enseñanza; que no hubiera recibido las bofetadas que recibio, porque ella no era consciente de las que estaba dando, y ya sabeis: "El que siembra viento recoge tempestades".
    Después de tanta bofetada menos mal que ya esta en el camino queriéndose cada día más, aceptándose cada día más y en definitiva ser cada vez más fuerte etc.etc.etc.

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  2. Dura reflexión. ¿Es así la vida? Desde luego, no siempre. Algo tendrá la urruca que también la podrá ennoblecer como pájaro

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  3. Gracias Toño por este reconocimiento a la urraca, a lo sencillo, a lo pobre, a lo aparentemente cotidiano y despreciable

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  4. y tenemos alas para volar.

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  5. Toño yo no puedo creerme que nadie te haya querido a excepción de tus padres, estoy segura que has encontrado gente en el camino que si te ha querido, quizas tu mirabas para otro lado, piensa un poco.

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  6. La urraca es un ave muy inteligente y adaptable al medio. Es capaz incluso de imitar al ser humano y reconocerle si le enseñan.
    Yo no creo que nos enseñen a querernos al nacer,pienso que los niños son más bien egoístas y vas descubriendo cuando creces que es necesario quererse pero no ser egoísta. El amor si se encierra, se muere.
    Quizá sea una asignatura pendiente del cole.

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