El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
domingo, 20 de julio de 2014

«Verano en standby»

La Escribana del Reino
M. E. Valbuena
El mar sin bañistas, fotografía Jesús Aguado
Este verano se resiste a venir e instalarse. El sol escasea, el calor no hace su aparición, el viento empieza a llevarse con él las hojas más débiles de los árboles, la lluvia sazona los días, la hierba –húmeda- quiere no ser segada y almacenada, las flores no crecen, los frutos tampoco…
Así las cosas, parece que andamos desajustados al ritmo veraniego: no hay piscina, ni playa, ni actividades de agua. Si acaso, marchas de senderismo y bien abrigados. Las cenas al aire libre se sustituyen por las de puertas adentro. Y los tirantes y shorts quedan para mejor ocasión.
A estas alturas empezamos a pensar que el verano pasó de largo por nuestra zona y no nos dejó ni un poquito de calor.
Puede ser el cambio climático. Científicamente hablando seguro que lo es. Pero también es una invitación a ver que la vida cambia continuamente y que cuando esperas unas cosas te llegan otras.
Podemos pasarnos el resto del “verano” renegando del tiempo y quejándonos. O podemos probar actividades alternativas que nunca hubiéramos realizado de no presentarse esta ocasión. Me refiero a todas esas cosas que vamos dejando para cuando tengamos tiempo. Un tiempo que nunca encontramos, porque siempre lo tenemos ocupado con lo que “hay que hacer”.
Tal vez tengamos que agradecer a este verano en standby la oportunidad que nos brinda para hacer las cosas que permanecían, a su vez, en standby.

Tenemos 4 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Me gusta este verano porque cada vez soporto menos el calor prefiero el frescor de la mañana que te golpee en la cara y no digamos de los dias de lluvia en verano ¡ese olor!

    ResponderEliminar
  2. Estoy aceptando y viviendo en cada momento lo que la climatología me permite.
    No hace mucho un día yendo a trabajar, llovía. Era una lluvia suave, con una temperatura muy agradable. El interior de Pepi reboso de alegría, felicidad, bienestar y tan agradable le resulto que hasta aminoro el paso para poder disfrutar de ese momento el mayor tiempo posible, pero ya llegó a su destino y tuvo que también aceptar que la "obligación llamaba a su puerta" y no tuvo más remedio que quedar con la satisfacción de lo que había vivido,

    ResponderEliminar
  3. Un cambio, algo imprevisto... una nueva oportunidad que nos va l avida para abrirnos a la novedad del día a día.

    ResponderEliminar
  4. Otra enseñanza de la Escribana. Vivir lo que venga como venga. Gracias.

    ResponderEliminar