El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
viernes, 15 de mayo de 2015

Flores

El rincón del optimista
Juan

Flores, de todos los colores, y olores… reflejo de que la vida fluye.
¿Qué tendrán las flores que tanto nos cautivan? Mayo, el mes de las flores, el mes más primaveral.
La vida explota en mayo. Todo nace. Hoy es 15 de mayo, San Isidro Labrador, patrón de agricultores y ganaderos, de las gentes del campo. Yo me considero “más de pueblo que las amapolas”. ¡Qué guapas que son las amapolas! ¿Sabías que al principio sus hojas son blancas, luego mudan a rositas y al final se vuelven rojas? De niño jugábamos a averiguar el color antes de que abriera la flor. Igual que el amarillo intenso de las sebes contrastando con el verde de las ramas… O el morado de los lirios del río de mi pueblo, o las margaritas blancas que nacen en los majuelos para alegrar al labriego. O el verde intenso de los trigos junto a los barbechos marrones. Todo un regalo para la vista, para recordar que la vida sigue, que la vida fluye. Aunque en invierno todo es más ocre, más gris, la vida está igualmente latente, esperando el tiempo propicio para estallar en luz, color y energía. Mayo invita a sonreír.
Muchas de esas flores, como las de los manzanos o perales, pronto serán fruta rica con la que saciar el hambre y la sed. Se empiezan a sembrar los productos del huerto: ya tenemos los ajos y las patatas, ahora siguen guisantes, cebollas, y pronto tomates, pimientos, calabacines, calabazas, pepinos, lechugas…. Eso sí, habrá que esperar que pase mayo pues en este León nuestro aún hay riesgo de que caiga alguna helada o ‘pelona’.
“Venid y vamos todos, con flores a porfía, con flores a María, que Madre nuestra es”. No quiero ponerme nostálgico rememorando los mayos de la infancia, pero sí es cierto que los olores y la luz de mayo me han quedado muy grabados en mi memoria de la escuela. Como el ‘mayo’, ese chopo que se ‘pinaba’ al lado de la iglesia. Vuelvo al hoy para oler las lilas floridas y tengo plena conciencia de que esta naturaleza de lujo está hecha para recordarnos que debemos aprovechar la vida que tenemos, que es un puro regalo. El pesimista diría que nuestra vida “son los ríos que va a dar a la mar que es el morir”; el optimista dice que nuestra vida es una flor de mayo que no me cansaré nunca de oler.
Asín sea.

Tenemos 2 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Es verdad: "nuestra vida es una flor de mayo que no me cansaré nunca de oler".

    ResponderEliminar
  2. La vida es un regalo, y sobre todo este mes de mayo que el campo está espléndido merece la pena un paseo por el campo.
    A mi también mayo me recuerda el mes de las flores

    ResponderEliminar