El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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miércoles, 13 de mayo de 2015

Los yoes internos, los personajes que "nos habitan"

Pax Vostrum
Beatriz

Hoy me convierto en directora de una obra de teatro, y ofrezco varios papeles para quien le apetezca actuar. Aquí va la oferta (están puestos en femenino, pero valen para ambos sexos):
  
La niña: aquella que necesita sentirse querida, segura y que  reacciona a la vida de manera más emocional.
La insegura: aquella que va por la vida sin confianza y con mucho miedo, que no pisa con firmeza. 
La buenasamaritana: la que hace el bien, la que está comprometida con el servicio a los otros.
La aventurera: aquella a la que le gusta descubrir cosas nuevas, experimentar, arriesgarse, lanzarse a la piscina.
La buscadora: la que siempre anda buscando cosas nuevas, la que tiene ansias de conocer, de saber, de descubrir.
La inconformista: aquella que nunca está contenta, aquella a la que siempre le falta algo y nunca está satisfecha con lo que hay.
La cabezota: aquella que siempre tiene la razón, aquella que cree que está en posesión de la verdad y que los demás están equivocados.
La seductora: aquella que seduce, que conquista, aquella a la que le encanta agradar a los otros.
La procrastinadora: aquella que se distrae, se entretiene, que se busca mil y una excusas para no hacer lo que tiene que hacer.
La guerrera: aquella que lucha por lo que quiere, que se pone objetivos y va a por ellos.
La crítica interna: aquella que juzga continuamente, que nunca se acepta y que siempre encuentra algo que falla.
La manipuladora: aquella que “utiliza” para conseguir aquello que quiere conseguir. 
La perfeccionista: la que cree que todo se puede y debe mejorar y que las cosas nunca están bien como están.
La indisciplinada: aquella a la que le cuesta seguir rutinas, que le cuesta la disciplina.

Además de estos, hay muchísimos otros personajes, la rencorosa, la indecisa, la compasiva, la bondadosa, la amorosa, la controladora, la víctima, la agresora, la estudiosa, la salvadora, la envidiosa, la exploradora, la mediadora, la justiciera, etc….  
Poniéndonos serios.  Esto no es ninguna oferta de papeles ni ningún teatro, esto es la vida real.  Estos son algunos de los personajes de mi vida, alguno de los que yo he escogido para “actuar” en el gran teatro que es la vida.
Dentro de nosotros habitan diferentes personajes, diferentes “yoes”, diferentes subpersonalidades, bien estudiadas ya por todas corrientes psicológicas y filosóficas.
Estos personajes de los que he hablado los fui creando en su momento con una intención positiva: para protegerme, para que me aceptaran, para que me amaran, para sentir que pertenecía a un grupo, para conseguir lo que yo quería, para disfrutar, para no sufrir…etc…
¿Te suenan? ¿Te identificas con alguno de ellos?  ¿Y qué hay de los tuyos? ¿Cuáles son? ¿Podríais identificarles? 
Te animo a que los tengas “fichados”, a que los observes y anotes.  Y que además “juegues” con ellos: observa cuándo aparecen, con qué personas utilizas unos u otros, por qué y principalmente para qué, para qué te sirven, cuál es su finalidad.
Acéptalos, sean los que sean, hazles la “foto” y agradéceles que te hayan acompañado durante un tiempo. Todo con mucho cariño, compasión y comprensión. 
Pérmitelos estar, que se queden contigo cuando sea necesario y sean útiles.  Pero si ya no te sirven, o sólo quieres que estén un ratito, suéltalos, invítalos a que se vayan. 
Quizá no te hagan mucho caso al principio, porque no están acostumbrados a que les eches, llevan mucho tiempo ahí…   Pero con amor, bondad y cariño..verás como al final te obeceden. 

Un fuerte abrazo a ti y a todos tus personajes ;).  Namasté. 

Tenemos 3 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Podemos crear tantos personajes que al final la vida deja de ser "lo que es" para convertirse en una interpretación, según el momento y el personaje que prime. Jairo.

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  2. ¡Qué gran sabiduría esta entrada!

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  3. Mi trabajo en este momento es aumentar: el QUERERME, QUERER y SER QUERIDA, pero NO estoy yendo de SALVADORA . Pepi

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