El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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martes, 5 de mayo de 2015

Impresiones del curso de Enrique Martínez Lozano

Un participante en el curso

Me han pedido desde el BLOG del T.E. de León que cuente mis impresiones  acerca del curso impartido por Enrique Martínez Lozano los días 25 y 26 de abril en León. Les pedí tiempo para dejar sedimentar mis sacudidas y que no fueron nubes pasajeras.

Lo primero que me llamó la atención es la gran acogida que tuvo el curso realizado. El salón estaba repleto.
¿Quién era este hombre que tan buena acogida tenía?. ¿Qué novedad aportaba?.
Lo segundo que me llamó la atención no fue su discurso bien hilvanado, sino su sonrisa. Lo digo abiertamente: a mí me ganó por su sonrisa espontánea, natural, sincera, llamativa. Daba la sensación de que le brotaba de su interior, de su propio ser. Sentí algo contagioso en sus ademanes frescos, tiernos, amables.
En tercer lugar me puso la cabeza de al revés con sus ideas para mi sugestivas y extrañas. Os voy a aportar alguna pincelada por si os ocurriera como a mí me ocurrió:
  • Hemos vivido con un modelo de conocimiento –el mental– que nos ha servido para mucho, pero esa forma de conocer, que arrastra una nueva forma de vivir, está siendo superada por un modelo no dual, no mental, transpersonal. Lo que vemos no es sino una apariencia de que es. Nos hemos creído el teatro que estábamos representando.
  • Tanto nos hemos creído nuestra comedia que nos acabamos identificando con nuestro cuerpo, con nuestros  pensamientos, con nuestros sentimientos. Nosotros no somos eso, más bien, somos el testigo que se da cuenta, el observador de lo que ocurre, la consciencia que hay detrás, la propia vida.
  • El modelo mental –racional– se basa en la separación sujeto y objeto, provoca una inevitable división. El modelo no dual se da cuenta de que todo está interrelacionado, como en unidad: la parte está en el todo y el todo está en la parte. Las consecuencias personales, sociales y espirituales que se derivan de todo esto son incuestionables. Esto supone una nueva revolución. La propia ciencia ya está verificando este camino esperanzado, especialmente la física cuántica.
  • Somos seres espirituales viviendo una aventura material. Somos en esencia vida, consciencia, plenitud, interioridad, y nos hemos olvidado de ello. A ese desvelamiento no se puede llegar por la mente. Es preciso despertar a nuestra verdadera realidad. Ese ser espiritual no tiene nada que ver con nuestras creencias, ideologías y culturas. Todas las religiones no son sino mapas que valen en tanto en cuanto conducen al territorio de la   interioridad y de la compasión.
  • Nada de lo que sucede en la vida es para nada. Me resultó llamativo la veces que citó a la abuela y su dicho principal: “lo que viene, conviene”. Cuando escuchas esto por primera vez parece que algo dentro de ti se rebela y tiende a rechazarlo. Parece Enrique decirte: déjalo estar, mira a ver si eres capaz de abrirte a otra mirada, más profunda, más real, a la sabiduría de Krisnamurti cuando decía: “El secreto de la felicidad está en que me da igual lo que suceda”. Necesito tiempo para digerirlo y experimentarlo por mí mismo.
Esa era otra de las ideas de Enrique: no creáis nada. Experimentarlo por vosotros mismos. Cualquier creencia, cualquier idea, es mental y está llamada a ser transcendida. A la verdad solamente se puede llegar percibiéndola uno mismo.
¿Sabéis cuál es la única pregunta que merece la pena contestar?, nos decía. Quien soy yo. Quien ha experimentado quien es él, sabe todos los secretos fundamentales de la vida.
De despedida nos dejó dos perlas valiosas. Hay dos puertas que conducen al mismo fin y las dos son igualmente preciosas: la puerta la compasión y la puerta de la meditación. Os animo a atravesarlas. El silencio y el amor, en íntima conexión. Uno tiene la sensación de que está tocando el mejor fondo de lo real.
Podía seguir desvelando mis propios impactos internos, pero basta con estos botones de muestra.
Me ha quedado una huella y un camino que quiere recorrer y que conduce hasta el corazón de todas las cosas.

Tenemos 4 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Magnifico: el curso y la crónica.

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  2. Me considero una privilegiada el que la vida me haya puesto en mi camino el poder asistir a los cursos de Enrique Martinez Lozano.
    La síntesis del curso que ha hecho el participante me ha parecido una lección magistral.Pepi

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  3. ¿Y ese cuenco?¿Y esas notas de colores?¿Y esas manos abiertas y elevadas hacia lo alto?¿Y esa sonrisa?¿Y esa alegría? ¿Jugabais? ¿Con y desde la experiencia, que es la madre de toda ciencia?Donde esté Don Enrique, siempre hay perlas, porque una perla siempre llama a otra por una extraña y a mo ro sa afinidad.

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  4. Una maravilla de curso, abre horizontes

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