Parece que lo efímero nos atrapa la atención de forma importante. Tal vez por eso, por ser efímero y conocer a ciencia cierta que su existencia es muy corta. Un ejemplo, los fuegos artificiales.
No hay fiesta que se precie que no contemple en su programa un espectáculo de pirotecnia. Da igual el alto coste del mismo o la situación de crisis. Los fuegos siempre congregan multitudes bajo su esplendor; niños, jóvenes y adultos con miradas brillantes de ilusión, bocas abiertas de asombro, suspiros de admiración y batida de palmas de entusiasmo. Todos con el cuello hacia arriba y la sonrisa en la boca.
Durante los escasos minutos en los que el negro cielo se ilumina de color y el ruido de la explosión se hace notar por encima de la algarabía general nos olvidamos de otra cosa que no sea el espectáculo en sí mismo. Vivimos ese presente y disfrutamos el momento con la máxima concentración, aunque antes y después estemos preocupados con otros asuntos. De ver los fuegos artificiales salimos casi todos contentos, con el ánimo aupado y los sentidos recreados.
¡Ojalá pudiéramos centrarnos en cada momento de nuestra vida como nos centramos en la contemplación del estallido multicolor de la pólvora! ¡Ojalá lográramos valorar las cosas en su justa medida, con la intensidad adecuada, tal como la ponemos en una belleza efímera!
La Escribana del Reino
M.E.Valbuena
M.E.Valbuena
Aunque nos pasemos disfrutando de las cosas agradables, positivas, que nos hacen feliz, no le veo ningún problema; el problema veo, cuándo surgen las situaciones negativas, en las que les damos más vueltas de lo debido, a veces porque tenemos que dar una solución y no nos enfrentamos a resolverlas: las postergamos.
ResponderEliminarPepì desea, que "La Escribana del Reino" al igual que su marido y cuñada, que tantas enseñanzas me están dando, sigan disfrutando del maravilloso viaje por tierras israelis.
Estoy de acuerdo. Las cosas con final cierto y a corto plazo se viven de forma mas intensa.
ResponderEliminarDesde Jerusalen un saludo para toda la genet amiga del Telefono de al esperanza. Es una gozada de viaje y mas cuando lo logras vivir desde el corazon, desde las entranas. Jesus fue un gran tipo. Un reportero del blog
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