El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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lunes, 6 de agosto de 2012

COMPRAR POR COMPRAR





centro comercial en León


La compra anormal se caracteriza por la necesidad inevitable de comprar, que se acompaña de una disminución de tensión, y que puede llegar a provocar importantes problemas familiares, interpersonales e incluso económicos.

Tal es el caso de Marta. Mujer de 50 años de edad, que refiere una necesidad imperiosa de comprar, sobre todo, música: discos, CD, etc. Es tal la cantidad de música que compra que no tiene tiempo material para escucharla, pero si acude a una sección de música, no puede salir sin comprar algo; también Antonio tiene un problema parecido aunque éste el objeto de sus compras son los zapatos. La explicación para él es muy sencilla, como me dijo en una ocasión: “hoy me he comprado tres pares de zapatos pues estaban muy rebajados”. Pero la realidad era que tenía más de veinte pares de zapatos, y además, como le dijo su hijo pequeño, muchos de ellos los tenía “repe”.

Las motivaciones de este tipo de conductas son muy diversas; en el caso de Marta siempre está relacionado con un disgusto con el marido o una bronca con los hijos, lo que provoca la pataleta de irse a los grandes almacenes y “jugar” a ser Amancio Ortega; en el caso de Antonio es el aburrimiento el que le lleva a llenarse de cosas (zapatos), que nunca sacian completamente.

¿Soy adicto?

Se han señalado diversos aspectos que hay que tener en cuenta para definir si una persona es dependiente de una actividad (compras), sustancia (drogas) o persona (dependientes en sentido estricto). Seguidamente transcribo los seis criterios propuestos por Griffiths (1998):

Saliencia: una actividad se convierte en lo más importante para el individuo y domina sus pensamientos y su actividad.

Modificación del humor: irritabilidad o ansiedad en relación con la imposibilidad de realizar la actividad o cuando se finaliza.

Tolerancia: con el paso de los días se requiere incrementar la actividad para producir los mismos efectos.

Síndrome de abstinencia: es decir, si la supresión de la actividad o su imposibilidad de realizarla produce ansiedad y malestar general psíquico o incluso físico.

Conflicto: el comportamiento del sujeto interfiere gravemente en la actividad familiar, social o laboral. Es decir, el sujeto puede abandonar las obligaciones familiares o laborales por seguir con actividad dependiente.

Recaída: tras períodos de abstinencia vuelve con las mismas conductas.

Alejandro Rocamora Bonilla
Psiquiatra

Tenemos 2 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Qué oportuna es esta reflexión de Rocamora en este peridodo de verano y de rebajas. Comprar por comprar, es una dependencia que daño, a l apersona y a su entorno. Estamos gobernados por la necesidad e consumir. Pongamos un poco de cordura a las compras, démonos cuenta de cuando la compra es absurdo, valoremos que comprar para ocultar una ansiedad genera otra ansiedad. Equilibrio y sensatez son necesarios. Y quienes no sean capaces de frenar esa necesidad de comprar, busquen remedio. Alegermos las armarios y no los combirtamos en almacenes repletos. Que viene muy bien ventilarlos. Spobre todo ahora en el buen tiempo. ERASMO

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  2. Es mucha la insatisfación que a veces hay en las personas, y se refugian en el consumismo que ven como algo positivo que la sociedad les brinda por la cantidad de artículos y sus variados precios que existen. En ese momento puntual consideran que les ayuda a salir del duro momento de soledad, angustia, infravaloración etc. que están viviendo, sin ponerse a pensar que eso no es la forma correcta de arreglar su problema porque inclusive no saben que tienen un grave problema y que además puede crear otro tan grave o mayor por el consumismo innecesario. PEPI

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