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| Panorámica |
En estos días de vacaciones disfruto de muchas cosas. Una de ellas, la contemplación.
Me paso muchos ratos contemplando las nubes, el color del cielo en contraste con ellas, la hierba y su leve movimiento por el paso del aire, el color de las distintas flores, su forma de nacer, abrirse y marchitarse, los hábitos cotidianos de los pájaros tan diferentes unos de otros, las lagartijas al sol, las hormigas en su continuo movimiento, los insectos, el colorido de la naturaleza y de la vida en ella.
Escucho el rumor de las hojas de los árboles al moverse, el trino de los pájaros, el ruido lejano de los coches en la carretera, el murmullo del agua en el río y las fuentes, los golpes producidos al trabajar, la música que se escapa por alguna ventana abierta de una casa o de un coche, las pisadas de las vacas, los perros y los caballos, las voces de los vecinos, los sonidos de los animales…
Siento el calor del sol, la humedad de la noche, el olor de la tierra y de la hierba, la brisa en mi pelo y en mi piel, el sonoro silencio que me rodea, la quietud vital.
Cuando estoy en actitud contemplativa me confundo con lo que contemplo, me siento un todo formando parte de algo grande, de algo que trasciende, y me invaden una paz y una serenidad como pocas veces puedo sentir.
Esta agradable sensación sólo es comparable a como se siente uno después de una sesión de relajamiento o en un baño de cálidas burbujas o disfrutando de un masaje sensitivo o tras la ducha reconfortante que sigue al esfuerzo físico. Un bienestar que ojalá permaneciera en nosotros en todos los momentos de nuestra vida.
La Escribana del Reino
M.E.Valbuena
Comtemplar,
ResponderEliminarvivir cada momento,
estar quieto,
serenarse,
esto es la esencia,
no hay más,
eso es todo,
porque nos llena,
es la persona,
en su pureza.
Es todo.
No hay más.
La eternidad.
ERASMO
Que extraordinario es que seamos capaces de percibir y disfrutar de lo que hay a nuestro alrededor, y disfrutando solo y exclusivamnete de ese momento.
ResponderEliminarPepi está viviendo sensaciones muy agradables, que a la vez las está grabando en su interior para cuando hace sus meditaciones.
En la playa por la temperatura estival que hace, con un sol que da vida, y a la vez una brisa que la ayuda a no tener esa sofoquina que a veces produce el calor.
Agradables paseos por la orilla del mar donde las olas rompen y la van masajeando sus pies.
Las caminatas que se da pudiendo tener la suerte de ver continuamente el mar y percibir la brisa marina en todo su cuerpo.
El espectáculo tan maravilloso cuando el mar tiene mucho oleaje, que inclusive los socorristas han tenido que poner la bandera "roja".
Tambíén está viendo y la creo mucha tristeza, como Ribadesella se lleno de jóvenes, (que vinieron para ver el descenso del Sella), y todos cargados con sus litronas porque la única forma de divertirse fue bebiendo, pues el viernes a la 1,30 de la madrgada que venia para casa ya habían perdido el control y ya recibo Pepi invitaciones de todo tipo.
También estoy disfrutando de la convivencia de dos amigas en el que hay paz, bienestar, tranquilidad, entendimiento, escucha, alegria, y creo que a ellas también las esté sirviendo para conocernos más.
En definita cada día hay muchísimas situaciones para vivir el "aquí y ahora", pero estando de vacaciones las percibo más y "cargo pilas", para cuando llegue la rutina.
Contemplar hace ver y entender las cosas de otra manera. Lo digo por experiencia. Yo también entiendo la contemplación como un placer.
ResponderEliminarQuiero ver la vida desde esta perspectiva
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