El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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sábado, 1 de junio de 2013

EL RINCON DEL OPTIMISTA

Las nubes también escriben sus mensajes en el cielo
Escríbelo


Cuento aquí algo que a mí me funciona desde hace ya tiempo y que a alguien le puede venir bien. Cuando algo me preocupa, lo escribo; cuando tengo que tomar alguna decisión, grande o pequeña, escribo en un papel en blanco los pros y los contras antes de decidirme por alguna opción; cuando echo de menos a alguien, por la distancia o porque ha fallecido, le escribo. No me dejo nada en el tintero. Pero con mis palabras, con mi lenguaje, no tiene que quedar bonito para nada, ni poético, ni con pretensiones literarias. Es de uso exclusivo para mí solamente.

Parece increíble lo que descarga el cerebro cuando colocas tus pensamientos sobre el papel. Cuando están en tu mente, esos pensamientos van y vienen, todos revueltos, confundiendo, a una velocidad de vértigo. Detén en este mismo momento esta lectura, cierra los ojos y observa la cantidad de imágenes e ideas que van y regresan por ese mundo complicado del cerebro donde todo cabe. ( ). Quizá un psicólogo diría que esto de escribir es una ley de Perogrullo, pero yo no soy psicólogo, sólo soy un humilde observador de la vida.

Te invito a que rompas el pudor a escribir a tus fantasmas, atrévete a contar tus miedos y verás cómo se diluyen, cómo se espantan a través de las palabras formadas con tinta. Comprobarás cómo los monstruos no existen realmente. Puedes escribir también tus sueños, los conscientes y los inconscientes. No creas que te vas a convertir en un escritor, en un literato. Por cierto, ellos, los profesionales, escriben también por necesidad. Esto es pura terapia. Un remedio casero. Tus cuentos vitales guárdalos en una libreta o un cuaderno y a su vez mételos en un cajón. Algún día sentirás la necesidad de recuperarlos o, simplemente, te los encuentres por casualidad y los releerás. Ese día, casi seguro, no te reconocerás, porque entonces habrás cambiado, serás otra persona, sin duda. Entonces podrás romper y tirar tus problemas a la papelera. También pueden quedar para la colección de fantasmas. Asín sea.

Juanda.
Periodista.

Tenemos 3 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Hace muchos años que yo escribía cuando se me presentaban problemas en mi vida para ver la mejor manera de resolverlo, pero no escribía Mi Diario.
    En el T. de la E., son muchos y maravillosas las enseñanzas que recibo a través de grupos, taller y cursos que asisto y una de ellas ha sido esta: ¿verdad Sr. Turrado?, que debíamos hacer nuestro diario, poniendo cada día los acontecimientos vividos, y Pepi cada noche antes de despedirse de ese día así lo hace, y siente en su interior una relajación, una forma de encontrarse consigo misma super relajante.

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  2. Me parece un apunte extraordinario. Gracias.

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  3. Gracias Juan por recordamos esta gran estrategia que todos podemos utilizar sin apenas coste

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