NO ROTUNDO A LA VIOLENCIA DE GÉNERO

Este blog se une a la campaña de solidaridad con todas las víctimas de la violencia de género. Es uno de los síntomas de la sociedad enferma que estamos construyendo. Hoy compartimos con todos nuestros internautas el manifiesto que nos ha remitido la Coordinadora de ONGS de León y que se leyó ayer por la tarde en la Plaza de Botines

MANIFIESTO DE LA CONVOCATORIA LUNES SIN SOL PARA HOY, DIA 17 DE JUNIO, A LAS 8 DE LA TARDE, FRENTE A BOTINES, EN LEON

La Guardia Civil encontró el pasado miércoles en una vivienda de la calle de Leopoldo Romeo, de Zaragoza, a una mujer. La fallecida es una española de 42 años cuyo cuerpo es descubierto tras la confesión de su pareja y presunto asesino, al que nunca había denunciado.

Una joven de 22 años es apuñalada presuntamente por su expareja, con quien tenía un hijo de un año de edad, en la avenida de Lebrija de Jerez de la Frontera.

Guardemos un minuto de silencio por las víctimas.

¿Cuántas mujeres guardan silencio por miedo? ¿Cuántas lloran a escondidas, callan, aguantan y agachan la cabeza? ¿Cuántas mujeres no imaginan que su final está tan cerca, o esperan a que él cambie? ¿Cuántas mujeres no son respetadas, ni escuchadas, ni valoradas? ¿Cuántas son ninguneadas, maltratadas físicamente, mentalmente, emocionalmente? ¿Cuántas son menospreciadas, vigiladas, atormentadas?

Cada lunes en silencio, cruzamos los dedos, deseando que sea la última víctima, que el próximo lunes no se tenga que llevar a cabo la convocatoria de los lunes sin sol, porque no hay fallecimientos… Cada lunes llamamos en voz alta ¡asesinos!, mientras nuestras mentes añaden toda una serie de improperios políticamente incorrectos…

Nadie tiene derecho a acabar con la vida de nadie. Las mujeres no son menos por ser mujeres. Hay que aprender a vivir “en” y “con” respeto. Nadie es superior a nadie, todos somos iguales y diferentes, cada persona, cada hombre y cada mujer. Cargados de sueños, ilusiones, esperanzas y proyectos. No es justo que alguien llegue y termine con todo. No existen excusas: “se me fue la cabeza, me cegó el amor, la quería, era mía…” Eso no es amor, no se le parece ni de lejos. Quien quiere valora y respeta.

Cada vez que una mujer muere, se va una hija, una hermana, una amiga, se va una compañera de trabajo, una madre, una pareja, una vecina… Se corta una sonrisa, se cortan muchas sonrisas.

¿Qué ha hecho ellas para terminar así? Nada, simplemente existir, vivir, amar, confiar, es una víctima; y nada puede justificar un asesinato. ¿Alguien puede meterse en la mente de cada asesino y hacerle ver todo el dolor que causa? ¿alguien puede meterse en su cabeza y decirle que por favor pare? Seguro que esto es imposible, de lo contrario ya se habría hecho. Lo que si podemos hacer es estar atentos, a cualquier signo, a cualquier indicio, a cualquier alerta, que nos haga pensar que una mujer puede estar siendo víctima de violencia, por eso sí “El silencio nos hace cómplices”.

¿Qué podemos hacer para que no vuelva a suceder ¿ Para que la próxima no sea nuestra madre, nuestra hermana, nuestra amiga, o nosotras mismas… En este mundo de locura en que vivimos, de prisas, de malestar general, de desencanto, de paro y desahucios, que hace que todos estemos más irascibles. Lo más fácil es tirar balones fuera, echar la culpa a otros, a políticos, educadores, al sistema en general… Pero es necesario pararse y reflexionar, ¿cómo estoy viviendo? ¿qué valores transmito a cuantos me rodean, y especialmente a los más jóvenes? ¿estoy contribuyendo a consolidar estereotipos sexistas? ¿realmente estoy personal o socialmente comprometido o comprometida con la erradicación de la violencia machista? Seguramente la respuesta a todas estas preguntas sea NO, seguramente nos queda mucho por cambiar y aportar, seguramente no somos conscientes de la importancia que tienen nuestros gestos diarios a la hora de contribuir a radicar la desigualdad de género. Lo que si afirmo con rotundidad es que esta sociedad precisa serenidad, templanza, y educación en la tolerancia y el respeto. La violencia sólo engendra violencia.

Y para terminar un poema de Agustín Goytisolo

MUJER DE MUERTE

Lo que tú hubieras sido

ha quedado en el aire

perdido para el tiempo.

Las cosas que no hiciste las canciones

que nunca cantarás

los días nuevos

que te correspondían

los deseos

la rueda de las voces abiertas en tu oído

toda tu larga sombra proyectada al futuro.

Porque escucho el sonido falso de mi moneda

al chocar contra el mármol

de tu terrible ausencia

te amo mujer de muerte.

¡Ah lo que hubieras sido!

Coordinadora de ONGS de León