El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
domingo, 16 de junio de 2013

LA ESCRIBANA DEL REINO

"chorro de agua", foto Jesús Aguado


- Como un chorro de agua -


Da gusto mirar un chorro de agua ¿verdad?

Observándolo, una quisiera meterse en él, dejarse envolver por la frescura y el movimiento del agua y fluir con su misma intensidad. Su imagen rebosa fuerza, vida, dinamismo, alegría… Hasta el sonido es bonito.

Por alguna razón, siempre que me paro a contemplar un chorro de agua pienso en las relaciones humanas. ¡Qué buenas serían si fluyeran así!

Si intentamos coger el agua en nuestro puño ésta se escapará. Irremediablemente. Mientras más apretemos más rápidamente desaparecerá. Si la almacenamos sin otro uso que ese se estancará y se corromperá, por muy buena calidad que tenga el recipiente donde se guarde. Si no la canalizamos adecuadamente se perderá.

Lo mismo que las relaciones entre las personas. Los que, llevados por su afán de exclusividad, quieren una relación sólo para ellos, acaban perdiéndola por sus propios méritos. No se dan cuenta de que mientras más aprieten, más acoten y más aíslen su relación, más pronto se quedarán sin ella. De tanto como la quieren acaban matándola. Y siguen sin caer en la cuenta de que la relación no ha muerto por sí sola. La han matado ellos.

Las relaciones, como el agua, tienen que fluir libres. Sin amenazas ni agobios, sin recriminaciones culposas que lleven a un estancamiento voluntario, sin extraños y oscuros recovecos entre los que dispersarse.

Lo que fluye, vive. Lo que se estanca, muere. Pura lógica y puro principio físico.

M.E.Valbuena

Tenemos 8 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Me ha encantado tu exposición Mª Elena. Me quedo con la última frase: "LO que fluye vive. Lo que se estanca, muere".
    Pero aunque las relaciones sean fluidas, así todo Pepi ha perdido amistades sin saber por qué y a ella la resulta triste.

    ResponderEliminar
  2. "Lo que fluye vive. Lo que se estanca muere". Cuando una relación está estancada ¿por qué mantenerla? ¿Por qué no nos atrevemos a decir adiós? ¿Tanto miedo nos da despedirnos?
    Escribana, tus palabras hacen pensar.

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. Es lo que pretendo. Detenerme en el lenguaje de las cosas y escuchar, porque todo comunica, todo vibra transmitiéndonos algo. Gracias.

      Eliminar
  3. A golpe de riñón subimos algunas cuestas, pero así no podemos vivir la vida. Es el miedo a la libertad lo que alarga algunas relaciones que sentimos podridas.
    Me gusta eso de "dejarse fluir, dejarse llevar". ¡Que la vida es muy sabia!.

    ResponderEliminar
  4. Me encanta la palabra fluir. Con hacer eso ya la mayoría de las cosas fluirian. El miedo es lo que nos obliga a "amarrar". No queremos ser libre, volar, ser uno mismo. Pena pero se da.

    ResponderEliminar
  5. Una relación que no está basada en la libertad, morirá. No es relación, Es imposición. La libertad, es el gran valor de la persona, pero esto comporta responsabilidad y eso nos da miedo. Por eso las relaciones conllevan un trabajo del día a día, un esfuerzo por mejorarla, pues no cabe embalsalrla porque se pubre. Norecic

    ResponderEliminar
  6. Estupenda reflexión M. Elena, me he acordado del poema de Agustín García Calvo "Libre Te quiero" y que Amancio Prada tiene una versión con su peculiar mùsica, muy bonita, que especialmente amí me encanta, muchas gracias por hacer que lo recordara.
    Elena.

    ResponderEliminar
  7. Me dejo fluir en la sabia intemporal que marca cada día. Ahí quiero estar y ser. SIN NADA MAS NI NADA MENOS

    ResponderEliminar