El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
domingo, 2 de junio de 2013

LA ESCRIBANA DEL REINO



- Educar en valores –


Cada vez que escucho esta expresión me echo a temblar.

¿Qué significa exactamente? ¿No estamos siempre educando en valores de alguna forma? ¿A cuáles nos estamos refiriendo? ¿Quién determina estos valores y con qué finalidad?

Generación tras generación hemos sido adoctrinados con los valores de la época en la que nos tocó estudiar y desarrollar nuestra personalidad. Según ellos, hemos adquirido unas habilidades, disimulado otras y ocultado algunas. Nos hemos convertido en lo que somos y hemos construido esta sociedad que, dicho sea de paso, a pocos convence.

Gracias a esos “valores” que envolvieron a los adultos que hoy dirigen nuestro mundo se han agrandado las diferencias sociales, triunfan los que más tienen, se adora a ídolos de barro que ni siquiera nos miran, apostamos al juego lo que no ganamos trabajando y somos aficionados a la vida fácil, cómoda y sin compromiso. La competitividad y el victimismo han seleccionado a los mejores. El “todo vale para alcanzar objetivos” se da por supuesto, y las personas se cosifican para evitar mayores sufrimientos (hiere menos hablar de cifras). En fin, una sociedad de valores.

Por eso estos días no dejo de dar vueltas a la tan repetida y recurrente frasecilla. ¿Significará educar en valores reforzar los que ya estamos empezando a cuestionar? ¿significará, por el contrario, escuchar a los que propugnan un profundo cambio personal y social, hasta ahora ridiculizados? ¿Sería posible tal cambio? ¿Desde dónde hablamos de “educar” y desde qué “valores” nos posicionamos?

Lo dicho: me echo a temblar.

M.E.Valbuena

Tenemos 7 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Y sin embargo hay que educar en los valores que llevan a la felicidad: la solidaridad, la entrega, el esfuerzo, la bondad...y dejar de convertir la escuela en un lugar de competitividad donde solo predominan las notas. El saber realcionarse, el compartir las cosas, el alegrarse porque todos -no solo yo- aprueben y salgan adelante. Ya está uno harto de que cada cambio de gobierno suponga un cambio en la ley de educación, ¿pero estamos ciegos? ¿Por qué no un sistema que predomine en el tiempo para desquiciarnos? ....Norecir

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. No estiendo esta última frase. ¿Qué quiere decir? ¿Podías explicarlo?

      Eliminar
    2. Quiso decir, ¿por qué no un sistema que predomine en el tiempo para NO desquiciarnos? Porque tanto cambio por razones políticas, me pone de una leche...Norecic

      Eliminar
  2. Educar en la felicidad y para la felicidad. Educar para la unidad. Educar para el respeto y la tolerancia. Educar para la interioridad. Educar para la bondad. Educar para adentrarnos en la naturaleza con esmero y aprender de ella. Sí,¡hay tanto que aprender de las flores, los zorros, los pájaros, los arroyos, las estaciones, la lluvia!. Tal vez sea una bobada educar, HAY QUE VIVIR y la educación viene sola.

    ResponderEliminar
  3. Cuando escucho "educar en valores" me imagino todos esos que hacen una sociedad distinta de la que tenemos: solidaridad, honestidad, integridad... pero los encuentro en pocas personas. ¿Quién educará en esos valores si no se tienen? ¿Quién puede hablar de ellos si no los vive?

    ResponderEliminar
  4. Me parece necesario empezar una ENSEÑANZA EN VALORES, porque para Pepi muchas personas no saben ni lo que son los VALORES; van por la vida sin respeto ninguno hacía los demás, machacando, avasallando etc.etc.etc.

    ResponderEliminar
  5. Educar en valores me suena al pasado. Está bien lo del respeto,la solidaridad, la integración... pero detrás de esto está LA RELIGIÓN CATÓLICA, la gran presión de la jerarquía eclesiástica que ha brotado fácil en la derechona que manda. La educación es un valor en sí mismo, pero ni los políticos están capacitados para legislar pensando en el futuro (son todos mediocres) ni los profesores preparados para llevarlo a cabo. Resultado, los jóvenes descarriados y despistados como una mona. Como dice Forges, de un país lleno de mediocres no puede salir más que mediocridades.

    ResponderEliminar