El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
domingo, 30 de junio de 2013

LA ESCRIBANA DEL REINO


- Servicio Público –


Hace ya tiempo que la palabra “servicio” parece haber quedado en desuso. Hoy la mayoría de las cosas se hacen previo pago y poco o nada tiene como precio la gratuidad. Sin embargo, los que alguna o muchas veces hemos actuado gratuitamente sabemos de su tremendo valor.

Tampoco la palabra “público” atraviesa su mejor momento. En vez de entender lo público “de todos”, lo entendemos “de nadie”. Y así ni lo respetamos, ni lo valoramos. Supongo que cuando lo perdamos definitivamente es cuando nos daremos cuenta de lo que significa “de todos y para todos”.

Mientras tanto avanza inexorablemente el “quien pueda que pague y el que no, que se busque la vida”. Esta filosofía va impregnándonos minuto a minuto y ya hasta la hacemos nuestra, defendiéndola para acabar de creérnosla. ¡Qué pena!

El tren, que hasta ahora era un buen servicio público, ha entrado de lleno en dicha filosofía y, parapetándose en la necesidad de recortes por la crisis, ha suprimido líneas que prestaban un buen servicio (me consta porque lo he sufrido) ofreciendo en su lugar otras de similares prestaciones pero al doble de precio. Con ello busca la modernidad y la eficacia.

Dentro de dos días tendremos un país moderno y eficaz, sin duda, pero los servicios modernos y eficaces serán sólo para quien pueda pagarlos. Tendremos Aves, Alvias y Arcos que cruzarán velozmente por nuestros pueblos sin detenerse, ocupados por gente que tampoco se detiene ante nada, ávidos de rapidez y faltos de tiempo.

Y muchos ciudadanos –los que no arreglamos el país, ni hundimos la economía- nos quedaremos mirando cómo pasan los modernos trenes, mientras sólo nos ocupamos de buscar vías alternativas para llegar a final de mes.

M.E.Valbuena

Tenemos 3 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Para Pepi existe una contradicción,(como tantas otras en la sociedad que vivimos); por un lado hacen publicidad, para que se utilice el transporte público: que así hay menos contaminación, sale más económico etc.; y por otro fabrican unos medios de transporte más modernos, más rápidos, recortan paradas, y con unos precios los billetes que son inalcanzables para muchos ciudadanos.
    Muchas personas octogenarias de hoy día dicen: ¡como lo antiguo no hay!. Y en este caso les tengo que dar la razón.

    ResponderEliminar
  2. Qué tema tan complicado. Y más en esta situación de crisis. Ma apunto al servicio público, pero no al despilfarro. ¿Es despilfarro que el tren pare en estaciones donde no hay ningún viajero? ¿Es despilfarro que el viajero pague el 10% del gasto del viaje? Algo hay que buscar, pero no puede alegarse el supuesto servicio público para que las cosas no se valoren porque son gratis y de escaso precio. Educación, compromiso...por ahí tenemos que ir formando la personalidad. Y entre tanto, sentido común dentro de lo que se puede económicamente. Norecic

    ResponderEliminar
  3. Frente a la reducción indiscriminada, protesta, lucha, acción, reclamación... NADIE NUNCA HA REGALADAO NADA. Si pensamos en que se cierran servicios no productivos y ampliamos esta filosofía, ¿qué servicio en el mundo rural es productivo?. Con esa medida, mejor cerrar pueblos, aldeas y comarcas enteras y ponerlas en un barrio de Madrid o deValladolid o cualquier otra ciudad. Cuatro vecinos en un pueblo, ¿tienen derecho a la luz, al agua, a la carretera asfaltada..?. El servicio público en simismo no es productivo.

    ResponderEliminar