Oriol Vall, que se ocupa de los recién nacidos en un hospital de Barcelona, dice que el primer gesto humano es el abrazo.
Después de salir al mundo, al principio de sus días, los bebés manotean, como buscando a alguien.
Otros médicos, que se ocupan de los ya vividos, dicen que los viejos, al fin de sus días, mueren queriendo alzar los brazos.
Y así es la cosa, por muchas vueltas que le demos al asunto, por muchas palabras que le pongamos.
A eso, así de simple, se reduce todo:
Entre dos aleteos,
sin más explicación,
transcurre el viaje.
sin más explicación,
transcurre el viaje.
Como dicen que es tan bueno, lanzo desde aquí un carro de abrazos a todos los habituales de este blog para que contesten si han notado los efectos tan favorables. Norecic
ResponderEliminarPepi te da las gracias porque las buenas intenciones también valen mucho, pero los prefiero en vivo y en directo ¿ok?.
EliminarMe ha gustado siempre a lo largo de mi vida dar y recibir cuantos más días mejor un abrazo; de los entrañables, desde el corazón, con aquellas personas que sabes que de verdad hay: sintonía, cariño, valoración, empatía, enseñanzas etc.etc.etc . Esta situación me ayuda a aumentar la autoestima, seguridad, felicidad, tranquilidad, porque se que tengo en mi vida personas que aunque no me vea asiduamente con ellas pero sé que están ahí y forman parte de mi vida. Pepi
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