El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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domingo, 16 de marzo de 2014

LA ESCRIBANA DEL REINO


-      El ciclista del sombrerito gris -

         Durante días, cuando iba a trabajar a primera hora de la mañana, me cruzaba en mi camino con un chico que transitaba en bicicleta por el suyo. Le veía aparecer a lo lejos de la estrecha calle, pedaleando entre las brumas de los negros amaneceres invernales, con el abrigo abierto, la cartera en bandolera y el sombrerito gris. A veces, también con bufanda. Cuando llegaba a mi altura, sonreía (tal vez sonriera siempre como actitud vital). Yo lo interpretaba como un “buen día” y sonreía también.

         Al principio sólo reparé en él por el detalle del sombrero. Luego, por la sonrisa en su rostro. Finalmente, cuando enfilaba la calle donde nos cruzábamos, buscaba su silueta en la lejanía. El camino se convirtió en algo así como el ritual del zorro con el Principito.

         Confieso que me gustaba su sonrisa. Me alegraba la mañana y me caldeaba el ánimo. A esas horas en que los viandantes caminan silenciosos, con los párpados caídos, los hombros levantados y las mentes en no se sabe qué, su sonrisa optimista - por atípica y especial- iluminaba la calle. Eso me parecía a mí.

         Desde enero no he vuelto a cruzarme con él. No sé si habrá cambiado su trayecto habitual o su medio de transporte, si su trabajo o el sitio adonde se dirigiera, su situación laboral, estudiantil o de parado… En realidad no sé nada de él. Hasta es posible que hayamos coincidido en otros lugares y caminos y no le haya reconocido.

         De todas formas, por hábito, sigo buscándole cada día. Echo de menos su sonrisa mañanera.
                                                                           M.E.Valbuena
      
sábado, 15 de marzo de 2014

EL RINCÓN DEL OPTIMISTA

Pensamos en nosotros como si estuviéramos solos en este mundo


Yo, mi, me, conmigo

Egoísmo, egocentrismo, individualismo: yo, conmigo mismo. Puede ser más o menos normal que nos preocupemos de nosotros, de nuestro bienestar, de nuestra salud física y/o mental, al fin y al cabo somos nosotros nuestros mejores amigos y aliados nuestros. Pero es que nos gusta tanto mirarnos el ombligo… La frase ‘yo, mi, me, conmigo’ se me grabó en la memoria de cuando estudiábamos las primeras gramáticas en aquellas cartillas de los parvulitos de la escuela de la infancia. Muchos años más tarde utilizó el gran Joaquín Sabina este ejemplo para titular su decimosegundo álbum musical, aunque en vez de ‘conmigo’ puso ‘contigo’ para ganar en complicidad. Antes de pensar en los demás pensamos en nosotros, bien, pero es que ni tanto ni tan calvo.

El colmo del egoísmo para mí (y pondré un ejemplo algo escatológico) es el hecho de que no nos molesten, e incluso disfrutemos, oliendo nuestros gases corporales al tiempo que nos parecen asquerosos los pedos de los demás. Llámame guarro si quieres, pero en mi casa al pan le llamamos pan y al vino, vino. Prefiero llamarlos pedos que ventosidades y quien no se los tire que levante la mano. Lo nuestro es nuestro y lo de los demás, de los demás. Sólo conozco una persona, un antiguo amigo que disfruta oliendo pedos ajenos y no le considero un enfermo, sino alguien que ha pasado por la razón esa contradicción entre lo mío y lo tuyo. Es como las madres y sus hijos, que por más feos que sean los críos, sobre todo al nacer que la mayoría lo son, para ellas siempre serán los más hermosos. Puede ser un mecanismo simple de supervivencia. Cuando nos traen a este mundo tenemos grabados en los genes la misión de intentar sobrevivir, es decir, velar por nuestro cuerpo, querernos, cuidarnos y luego, si hay tiempo y conciencia, nos preocupamos de los otros.
Nos miramos al espejo todos los días. Algunos no ven más allá del espejo, del otro lado. Queremos comprobar que seguimos siendo nosotros, que los demás nos van a ver bien, que nos queremos, que nos gustamos, aunque haya días que queramos romper el cristal porque no nos gusta lo que vemos. ¿A alguien en el reino más hermosa que yo?, se preguntaba la reina malvada. Pero el tiempo pasa inexorablemente: arrugas, canas, michelines… Y algunos tardamos más que otros en caer en la cuenta de que la felicidad de verdad está en darse a los demás, en ayudar, en la solidaridad, en el altruismo, en la otra parte del espejo. Si no te falta de comer, de vestir y la salud la mantienes en un nivel aceptable, ya va siendo hora de que pienses en quitar las piedras del camino de tus semejantes, en intentar hacerles la vida más llevadera. Y para ello no hace falta marchar de misionero a África o de Médico sin Fronteras a Siria. Seguro que lo tienes en casa, en el portal o a la vuelta de la esquina. Siempre hay alguien que precisa de tu dinero, de tu dedicación, de tu conversación o de tu escucha. Te sentirás útil, además te sentirás querido. Y si haces un esfuerzo psicológico suplementario, como seguro que lo has hecho con el queso de Cabrales, puede que algún día superes el asco y no te molesten o hasta llegues a disfrutar de los pedos de los demás. El poder de la mente… y del estómago es infinito.

Asín sea.

Juan.
viernes, 14 de marzo de 2014

QUÉ CARAS PONES...


Nada hay igualable a la sonrisa de un niño
Una cara alegre invita a imitarla
Un sonrisa alegre provoca dicha
¿Para qué las caras largas?
Amargan, ennegrecen, muerden...
TU DECIDES CON QUE CARA ANDAS POR LA VIDA

jueves, 13 de marzo de 2014

DEDICADO A TODAS LAS PERSONAS QUE QUIEREN APRENDER


Es posible aprender de lo que está quebrado, de lo que se ha roto y ya no se puede juntar, de lo que nos dio la espalda y nos cerró las puertas, de los tropiezos y las medias rotas.


Es posible aprender de las cuentas que no nos cuadran y de los aplausos que no recibimos, de los besos que queriendo dar no dimos y de los abrazos que dimos sin quererlos dar.

Es posible aprender de los votos que no tuvimos, de las listas que nos cerraron, de las veces que nos engañaron, de los reproches inmerecidos.

Es posible aprender de los que tienen otros credos o visten otros colores o sueñan con otros dioses o cantan otras canciones.

Es posible ser en un momento todo y en un instante nada, ¡como si el todo y la nada fueran plazas distintas!. El círculo es redondo y todos los puntos acaban convergiendo.

Es posible aprender de los propios errores, bajarse del caballo que nos lleva al abismo, pararse, sentarse, descalzarse y arrojar lejos las piedras almacenadas durante años en nuestros propios zapatos. Que mejor se viaja sin ellas.

Es posible dejar de ser perfecto y emborronar con tinta de colores la propia vida, pisar charcas como los niños libres, que a uno le llamen loco sin estarlo y aventurarse a hacer locuras.

Son posibles tantas cosas, tantas, que merece la pena no dejar de ser humano.



Valentín Turrado


miércoles, 12 de marzo de 2014

CIEN MIL VISITAS, DOSCIENTAS MIL PÁGINAS


Este blog comenzó hace unos años con el propósito principal de que fuese un lugar de encuentro para todos los que mantenían alguna relación con el Teléfono de la Esperanza de León: voluntarios, llamantes, asistentes a grupos, talleres y cursos. También queríamos que la labor del  TE se difundiese. El TE merece la pena que sea conocido por todos los ciudadanos. Todos, de alguna manera, tienen cabida en él.

Hoy queremos destacar dos datos. Primero, han pasado por este blog más de cien mil visitantes. Segundo, esos visitantes han consultado más de doscientas mil páginas. Como datos estadísticos  pueden ser fríos. Pero detrás de ellos hay un grupo de personas, no pequeño, que día a día, tienen con este blog, ese encuentro que les acerca a lo emotivo. Y eso es dejar algo importante en cada visita. Los comentarios, más de quinientos mil, van poniendo calor a esas páginas que se llenan desde la colaboración de tantas personas que en estos años han ido dejando los sentimientos que van descubriendo.

Cada una de las visitas podrá identificarse más o menos con las distintas secciones que van formando este blog. Los testimonios de los voluntarios son esas entradas que llenan de sentimientos estas páginas. Los actos del TE, todos ellos aquí anunciados, ponen de manifiesto la vida, variada, del TE. Las colaboraciones semanales de la Escribana del Reino nos sitúan cada domingo ante reacciones del vivir diario, el rincón quincenal del psiquiatra nos aproxima a la complejidad y sencillez -¡increíble!-de la persona, las conversaciones con mi mente cada quince días nos llevan a la profundidad del alma, el rincón del optimista  nos da energía fresca cada quince días. Las reflexiones de los redactores y de mucha gente que, de vez en cuando, se asoma a estas páginas dan variedad y búsqueda, los poemas nos llevan a lo hondo del ser humana, las fotografías –muchas de nuestro fotógrafo- nos recuerdan cómo la belleza está a cada instante, no nos olvidamos de fechas importantes y recordamos a aquellos grandes personajes que nos van dejando. También entramos de la vida de algunas personas a través de profundas entrevistas que hacen llegar a la grandeza de esa persona. Y, como creemos en el humor y sabemos que una vida sin gracia es una triste vida no nos olvidamos de alegrar, de vez cuando, estas páginas de ocurrencias, que llamamos risoterapia ni de canciones y otros vaivenes propios de la vida. 
  
Queremos que sea el blog de todos los que saben del buen hacer del TE. Está abierto a quienes quieran decir algo. Los sentimientos son su campo natural de expresión. Hemos nacido para ser felices. Hurgamos dentro de nosotros para darnos cuenta que podemos gobernar nuestra vida, que no hay escusas de fuera, que las cosas no las vamos a cambiar pero sí la forma en que nos las tomamos. Que este blog sea ese encuentro con el amigo que quieres que te escuche. Que sea acercarse al lugar en el que te sientes a gusto. Que sea el escaparate donde eres capaz de verte tú, en tu mismidad. Que sea lo que tú quieres que sea.

Quienes administramos este blog y hacemos que cada día esté puntual a las siete de la mañana con nuevas historias hemos puesto desde el principio nuestro empeño para que sea ese espejo en el que voy a mirarme. Quizás haya días que no me guste, otros que no quiere mirar, pero la mayoría sé que está ahí para mirar mis ojos y notar su palabra y notar su silencio.

Solo queríamos recordar que este blog es de muchos, que muchos pasan por aquí a diario, que otros lo hacen de vez o cuando o solo por casualidad. A todos estamos agradecidos. Invitamos a que dejéis cada día vuestros comentarios. Nosotros seguiremos ahí. En el mundo emocional. Ese que ayuda a que descubramos quiénes somos y qué queremos. Hoy es para nosotros el mejor día. Y cada día nuevo será el mejor. Porque  este blog se llena desde el corazón.

Los redactores del blog


martes, 11 de marzo de 2014

CONVERSACIONES CON MI MENTE

LOS QUE AMAN
                        A los que aman no hay tarea que les cueste, ni destino que no alcancen.
                        Se levantan cada mañana, con el rostro amado en el alma, sonriendo al nuevo sol y agradeciéndole a Dios la posibilidad de amar y de contemplar el objeto de su amor. Si este está cerca, lo disfrutarán doblemente y si está lejos, simplemente lanzarán sus suspiros al aire para que se transformen en besos apasionados de silencio.
                        A los que aman, “distancia”, “tiempo” y “espacio”, son palabras vacías, sin sentido, ya que en su enamorado diccionario solo cuentan con los términos “cercanía”, “amor” y “ternura”.
                        Si hay que esperar, esperan. Si hay que ponerse a caminar, caminan, y si en algún momento del proceso deben llorar, lloran sin vergüenza ni medida. Nada les apura ni nada les asusta, pues en su corazón palpita, llena de vida, la imagen de quien aman. Y con este poder en el pecho convierten su alegría en llanto y su llanto en alegría.
                        Son los que aman los que saben de sueños y esperanzas, pues cada minuto de su día lo viven en un rostro, una mirada y una sonrisa, que por muy lejanas que se encuentren, siempre las sentirán como en casa. Porque los que de verdad aman entienden la grandeza de un rostro. No es una cara de tantas; es la faz de la persona amada. Los que de verdad aman no miran unos ojos: contemplan los diamantes más perfectos creados sobre la tierra. Los que de verdad aman al mirar esa sonrisa entienden lo que es la magia.
                        Porque los que aman ven la obra de Dios manifestada; la belleza íntegra de la persona amada, foco de ternura, centro de cariño, templo de respeto donde orar en silencio por su bienestar y su alegría.
                        Y porque sólo aman los que se aman, de lo más profundo de su corazón entregan sin límites y sin miedo toda la inagotable fuerza de su espíritu para convertir a quien aman en un manantial ternura compartida.

Mª José Calvo Brasa
lunes, 10 de marzo de 2014

¿ACABARON LOS CARNAVALES?



            En el transcurso de mi vida he disfrutado de las fiestas de Carnaval en distintos lugares de nuestra geografía y he visto como una misma fiesta se puede celebrar de maneras muy diferentes, en unos prima el baile y los vestidos coloristas, en otros sus caretas y cencerros, o provocar una lluvia de caramelos, o bombardearse con una mezcla de harina y hormigas, o el toro como animador de las fiestas, o  disfrutarlos oyendo coplas satíricas y divertidas, o buscando con el baile ridiculizar al francés ocupador.

            Pero en el trasfondo del Carnaval, siempre me ha llamado la atención dos de sus aspectos,  por una parte el típico disfraz y por otra la tolerancia existente.

            Yo me he disfrazado muchas veces años atrás, y la sensación era de salir de ti para ser otra persona, alguien que en algún momento se permitía ser y comportarse de una manera diferente a la habitual, huyendo de tus propias trabas tanto mentales como físicas. Tienes a tu favor  que posiblemente nadie te reconozca, que es un día con licencia para casi todo y permites que aflore el niño que todos tenemos dentro.

            Normalmente al día siguiente te sientes feliz por lo vivido, por lo hecho, por tu comportamiento, por haber podido ser esa parte de ti que te cuesta mostrar.... es curioso verdad... el Carnaval, ...el DISFRAZ... ¿nos lo ponemos un día?, o resulta que lo llevamos puesto 364 días al año...

            El otro aspecto que quisiera resaltar del Carnaval es la tolerancia hacia los demás, es un día en el que estamos receptivos a que se nos acerque gente de todo tipo, vestidos de cualquier manera, que se dirija a nosotros de una manera directa, que nos invite a bailar, a hablar de temas trascendentes o superfluos, donde entramos en bares o peñas desconocidos sin ningún tipo de miedo a lo que nos podamos encontrar... es algo que apreciamos y disfrutamos con la mayor naturalidad....

             ...y sin embargo al día siguiente, cambia nuestro nivel de TOLERANCIA, aparecen nuestras paredes hacia los demás. Si alguien con una vestimenta sospechosa  para ti, se te acerca por la calle, aceleras el paso y apenas la escuchas, empiezas a valorar el color de piel de quien te rodea o te piensas mucho el bailar o hablar con un desconocido. ¿ Dónde esta ese espíritu de apertura del día anterior?,... esas ganas de conocer a gente, ese crecimiento que supone el intercambiar vivencias, el contar experiencias, el cultivar una nueva amistad, el hacer planes conjuntos..., ¿dónde esta mi auténtico YO?

             Por eso y con independencia de donde quiera que me encuentre, siempre encuentro el Carnaval como una fiesta de diversión para mí y de reflexión sobre mí.
  

Wetón

domingo, 9 de marzo de 2014

LA ESCRIBANA DEL REINO


-      Nieve en marzo -

         Cuando ya los días son considerablemente más largos, los pájaros cantan durante más tiempo y los nuevos brotes de la naturaleza pugnan por florecer, marzo nos da de nuevo nieve. A quince días de la entrada oficial de la primavera el invierno se resiste a marchar, dando últimos coletazos de nieve, temporal y alarma climática. ¡Como si no lo hubiera hecho bien este año!

         Salvando las distancias, la situación me recuerda nuestras propias resistencias al cambio.

         Estamos tan parapetados en nuestra zona de confort, tan protegidos por nuestra fría coraza, tan concentrados y encerrados en nuestro propio ser, que nos da miedo abrirnos a lo nuevo. Tememos salir para no enfrentarnos a posibles retos. Tememos abrir un poco la coraza por si el sol, calentando demasiado, nos obliga a prescindir de su protección. Tememos mirar a los ojos de otros abiertamente por si nos asusta nuestro reflejo en ellos.

         Y no vemos que el cambio nos trae la primavera.

         Ciertamente, con sus altibajos y revolcones emocionales, sus días “locos”, sus niveles de polen, sus cambios caprichosos, su aire y su lluvia. Pero también con su luz y su alegría juguetona, que no es otra cosa que la vida luchando por imponerse.

         Podemos hacer como este duro invierno: negarnos a dejar hábitos de autoprotección, calentitos y seguros (pero invernales al fin y al cabo). O podemos abrir nuestras puertas interiores y exteriores a la locura del porvenir con todos sus riesgos.


                                                                           M.E. Valbuena
sábado, 8 de marzo de 2014

HOY ES EL DÍA DE LA MUJER


Hoy, día 8 de marzo, es el día internacional de la mujer. Nuestra ONG ha enviado a los medios de comunicación un comunicado de prensa porque quiere destacar lo que aun está ocurriendo. Desde este blog, reproducimos esta comunicación para todos nuestros seguidores la conozcan y la difundan:

El 60% de las llamantes tiene entre 30 y 50 años, la época de la vida en la que se sobrecargan de responsabilidades
Soledad, depresión y ansiedad, motivos principales de las llamadas de las mujeres al Teléfono de la Esperanza
Los orientadores realizaron prevención del suicidio en 1.027 llamadas de mujeres que manifestaron su intención de quitarse la vida

En 2013, los 30 centros del Teléfono de la Esperanza en España atendieron 111.979 llamadas de personas en situación de crisis emocional. De ellas, el 71% fueron realizadas por mujeres, lo que evidencia que a las mujeres les cuesta menos solicitar ayuda psicológica que a los hombres. También es fácil comprobar que muchas mujeres suelen erigirse en portavoces cuando existe un problema que afecta a la familia. Mientras que a los hombres les produce más vergüenza reconocerse necesitados, a las mujeres les resulta más fácil demandar ayuda para cualquiera de los miembros de la casa, sean hijos, marido, padres...

En el 62,5% de las llamadas efectuadas por mujeres, la causa principal de la demanda de orientación era un problema psicológico o psiquiátrico. En el 31,9% de los casos, la llamada estaba motivada por un conflicto relacional o familiar; en el 3,4%, se solicitaba una ayuda asistencial; y en el 2,2% de las ocasiones, se requería un asesoramiento por un problema jurídico.

Entre los problemas de índole psicológica, los que provocan más llamadas de las mujeres al Teléfono de la Esperanza son la soledad y la incomunicación (10,6% de las llamadas), depresión (8,8%), trastornos de ansiedad (7,2%) y crisis del proyecto vital (2,9%). En este último apartado, se constata que los porcentajes más altos de mujeres que manifiestan crisis de su plan de vida se corresponden con las solteras y las separadas debido a que casi siempre los proyectos femeninos incluyen a otros: pareja, hijos...

El grupo más numeroso de las llamantes al Teléfono de la Esperanza está constituido por mujeres de edades entre los 40 y 49 años (38,7% de las usuarias) y también las comprendidas entre los 30 y 39 años (18,6% del total). Por tanto, cerca del 60% de las usuarias de nuestro servicio tiene entre 30 y 50 años, la época de la vida de las mujeres en la que más se sobrecargan de responsabilidades tratando de compaginar papeles tan complejos y absorbentes como el de trabajadora, madre, esposa y cuidadora de los familiares mayores dependientes, lo que lógicamente les genera un alto nivel de estrés y ansiedad.

A pesar del sobreesfuerzo que asumen, muchas de las llamantes manifiestan sentimientos de frustración y de culpabilidad porque creen que no responden a lo que se espera de ellas.

Los orientadores del Teléfono de la Esperanza recibieron el año pasado 1.027 llamadas de mujeres que manifestaron su deseo de quitarse la vida, lo que supone el 1,3% del total de llamadas (79.505) realizadas por las usuarias. En esta labor de prevención del suicidio, los orientadores atendieron 849 llamadas de mujeres que estaban ideando la posibilidad de matarse, 178 llamadas en las que las llamantes ya habían decidido suicidarse como ‘salida’ a su situación de crisis emocional, y 46 en las que la comunicante estaba llevando a cabo el intento de suicidio en el momento de la llamada.

El Teléfono de la esperanza está disponible todos los días y a todas las horas para todos aquellos que quieran comunicarse. Siempre habrá un voluntario dispuesto e escuchar.


viernes, 7 de marzo de 2014

VER A DIOS



En el mercado y en el claustro,
solo vi a Dios.
En el valle y en la montaña
solo vi a Dios.
Lo he visto detrás de mí
en la hora de la tribulación
y en los días del favor y la fortuna.
No vi alma ni cuerpo,
accidente ni sustancia,
causas ni cualidades:
solo vi a Dios.
Abrí mis ojos,
y gracias a la luz
de Su rostro circundándome,
descubrí en todas las miradas
al Amado.



Baba Kuhi, poeta sufí iraní del s. XI


jueves, 6 de marzo de 2014

MILAGROS


El miedo atenaza y retrae,
nos hace débiles y flacos.
Da rienda suelta a tus sueños,
eres una persona capaz.
Mira de frente y a tus alrededores,
el mundo está lleno de belleza.
miércoles, 5 de marzo de 2014

EL RINCON DEL PSIQUIATRA


¡Baja el vaso!


            Hace unos días nuestro amigo y compañero Teo me mandó esta preciosa e ilustrativa historia. Es una de tantas “perlas”  que me encuentro, cada mañana, al abrir el ordenador, por obra y gracia de su atención. Dice así:

            “El Profesor empezó su clase sosteniendo un vaso de agua. Lo levantó y peguntó a la clase:

-          ¿Cuánto creéis que pesa este vaso? 50 gr., 100 gr., 150 gr.…Respondieron los estudiantes.
-          Realmente no puedo saberlo hasta pesarlo- dijo el Profesor-. Pero mi pregunta es: ¿Qué puede pasar si lo sostengo unos minutos?
-          ¡Nada!, contestaron los estudiantes.
-          OK, dijo el Profesor. ¿Pero que podría pasar si lo sostengo una hora?
-          “Su brazo podría dolerle”, dijo uno de los estudiantes.
-          De acuerdo, pero ¿qué pasaría si lo tengo todo el día?- preguntó el Profesor.
-          “Su brazo se entumecería, quizás tenga estrés muscular y parálisis y seguro que tendría que ir al hospital”, dijo otro estudiante y todos rieron.
-          “Muy bien”. Pero en ese tiempo, ¿el peso del vaso cambió?- preguntó el Profesor.
-          ¡No!, fue la respuesta de los estudiantes.
-          Entonces, ¿qué causa que el brazo duela y el músculo se estrese?
-          Los estudiantes estaban sorprendidos.
-          Preguntó el Profesor: ¿Qué debo hacer ahora para que se me quite el dolor?
-          Rápidamente un estudiante contestó. ¡Baje el vaso!
-          ¡Exactamente!, dijo el Profesor”.


Los problemas de la vida (incomprensión de la pareja, malestar con el jefe, “peleas” con los amigos, u otras circunstancias más adversas: una enfermedad, el paro, etc.) son como ese “vaso”: objetivamente son lo que son, pero a veces se hacen más graves (pesados), porque mas que buscar soluciones, estamos rumiando días y días tomar la mejor respuesta, pero no se toma ninguna salida. De la misma manera que si tenemos una noria que no tiene agua, no por mucho que demos  vueltas y más vueltas obtendremos el líquido elemento.  

Ante los problemas de la vida cotidiana, si tardamos poco tiempo en resolverlos, nos encontraremos bien; si los mantenemos largo tiempo comenzaremos a angustiarnos; y si los mantenemos días y días  pueden llegar a destruirnos. En estas ocasiones- bajar el vaso- significa intentar buscar soluciones a los problemas, no negándolos, ni aplazándolos; lo importante de un problema no es su peso (como el vaso) sino la respuesta que le demos. De momento, ¡baja el vaso! … hablaremos.  

Alejandro Rocamora Bonilla

Psiquiatra
martes, 4 de marzo de 2014

SED VOSOTROS MISMOS





¡Cuántas veces nos dijeron lo que teníamos que ser y por eso mismo dejamos de seguir el impulso de nuestro corazón...!. ¡Cuántas veces no nos han querido como somos y por eso mendigamos migajas de amor en banquetes de  gente desconocida...!.¡Cuántas veces las intenciones de otros deformaron la fuerza de nuestro espíritu, esa fuerza interna es la que verdaderamente nos guía a cada paso..!

Recuerdo una de las visitas de un amigo a Raimon Panikar poco antes de su muerte, en su casa de la costa catalana, y solo les dijo estas tres palabras: Sed vosotros mismos.

Recuerdo un vídeo del mismo Panikkar, donde dice entre lágrimas: "Si no nos enamoramos en cada instante de lo que hacemos, somos esclavos, esclavos para ir al cielo, para ir al infierno o para lo que sea.La vida nos ha sido dada y sólo se merece dándola. Entonces soy feliz. Dándola. Dice Evagrius Pónticus: "Quien no vive ahora la vida eterna, que se despida de vivirla luego".


Raúl Rodríguez, en su obra "Másdeciencaballossueltos"
lunes, 3 de marzo de 2014

ENTREVISTA CON ODILE FERNANDEZ


“Mi cura del cáncer fue un milagro muy currado"

La médica de familia y superviviente de cáncer Odile Fernández explica cómo cambios sencillos en la alimentación y el estilo de vida pueden prevenir y alterar la evolución de la enfermedad

En los últimos tres años, la doctora andaluza Odile Fernández ha vivido el más difícil todavía. Superó un cáncer cuando los oncólogos estimaban que sólo tenía el 5 por ciento de posibilidades de curación y, contra todo pronóstico, quedó embarazada de un bebé, su segundo hijo, que ahora tiene dos meses.

Como tantos otros enfermos, ya embarcada en un tratamiento de quimioterapia Fernández preguntó a los oncólogos qué comer y qué medidas tomar para combatir por su cuenta la enfermedad. De su negativa a aceptar la respuesta del equipo que le atendía –"no hagas nada y come todo lo que te apetezca"–nace su libro 'Mis recetas anticáncer', que se publicó en junio y está en su quinta edición. “El problema es que los médicos no tienen formación sobre nutrición y todo les da miedo”, señala Fernández frente a un batido de mango, kiwi y manzana –su desayuno– en una cafetería de Madrid. “El cáncer es la enfermedad del miedo. Pero comer lechuga no va a tener una interacción con la quimio”.

Fernández, de 34 años, insiste en que el libro se titula así porque esas son las recetas que le funcionaron a ella. “No hay ninguna fórmula mágica. Pero el mensaje que quiero hacer llegar es que podemos hacer mucho contra el cáncer a través de la alimentación. No seas el sujeto pasivo. Infórmate, muévete, pregunta, toma las riendas de tu enfermedad junto a tu equipo médico”.

¿En qué medida cree que su curación se debe a los cambios en su alimentación y estilo de vida, versus tratamiento convencional?

No sabemos si fue la quimio o la alimentación. Lo que creo es que fue todo. Me habían dado un 95 por ciento de posibilidades de morir en cinco años. En principio, no se planteó como quimio curativa, sino paliativa, que podía alargar la vida unos meses o años. Pero yo no quería vivir unos pocos meses más, quería sanarme. Así que hice mi quimio junto con grandes cambios en la alimentación y en el tema emocional.

¿Cuáles fueron, en esencia, estos cambios?
Lo primero fue eliminar todo lo refinado y azucarado; los niveles altos de azúcar se relacionan con niveles más altos de cáncer. Después eliminé fritos, barbacoas, precocinados, la comida fácil de microondas. En aquel momento hacía muchas guardias y me alimentaba con mucha prisa, no había tiempo para cocinar. En lugar de eso, introduje verdura cruda y fruta y eliminé la leche y la carne.

¿Y en el estilo de vida?
Dejé de trabajar, se acabaron las guardias. Aprendí a mantener la mente en calma a través de la meditación. Era muy perfeccionista, muy dada a los demás, y aprendí a sosegarme, a pensar primero en mí y después en los otros. Empecé a hacer ejercicio. Perdí 25 kilos en la época de la quimio. Una de las cosas más importantes es tener el peso adecuado. Y aprender a decir que no, a relajarte.

¿Si tuviera que recomendar un único cambio en la dieta, cuál sería?
Huir de la comida envasada y comer alimentos frescos y de temporada. Mira cómo comían nuestras abuelas. Recuperemos la dieta mediterránea tradicional, la alimentación hecha en casa.

¿Por qué dice no a la leche?
En la facultad nos dicen que la leche es buena por el calcio, para la osteoporosis. Pero observemos las estadísticas: donde hay más osteoporosis es en los países donde más leche se consume. La leche no es tan buena. Nos enseñan ese dogma y no nos lo planteamos, pero es antinatural. Para digerirla necesitamos lactasa. La tenemos al 100 por cien cuando somos pequeños, pero a partir de los 6 o 7 años va descendiendo. Estamos concebidos para tomar leche sólo de pequeños, cuando la necesitamos.

¿Qué tiene de malo la carne?
Un alto consumo, sobre todo de carne roja y embutidos, aumenta la incidencia de cáncer, principalmente de colon. La carne no tiene fibra, viene cargada de nitratos, de pesticidas, de omega 6 por el tipo alimentación que llevan los animales. La carne blanca podríamos consumirla con moderación. Pero el problema es que somos hiper-carnívoros: hay gente que toma carne tres veces al día. En la dieta mediterránea original se hacía matanza en Navidad y se tiraba de ello todo el año.

¿Nos recomienda un plato anticancerígeno?
El gazpacho, que es de mi tierra. Lleva tomate, cebolla, ajo, aceite de oliva, pimiento y pepino, todos ellos alimentos anti-cáncer y crudos.

¿Cómo se alimenta ahora?
Procuro seguir la misma alimentación que hacía durante la quimio. Mucha gente descubre que la alimentación influye y víctima del miedo cambia, pero luego vuelve a las andadas. Sin embargo, el cambio hay que mantenerlo en el tiempo.

Hay quien ha seguido todo esto –una alimentación y un estilo de vida más saludable– y no le ha funcionado. ¿Cuál es el mensaje para estas personas?
No hay fórmula mágica, y por eso tenemos tanto miedo al cáncer. No hay ningún tratamiento que sea totalmente efectivo. El problema es que no hay una enfermedad, sino enfermos, y cada caso es diferente. Hay casos de cáncer muy extendido que se curan, y otros muy localizados que se extienden. Yo creo que el tratamiento emocional marca la diferencia. No es lo mismo enfrentar un cáncer desde la positividad y la alegría que desde el miedo y la soledad. Aquí se demuestra el poder de lo emocional, pero no sólo en el cáncer sino en todas las enfermedades. Por eso reivindico que seamos parte activa.

No recomienda usar la olla exprés, presente en todos los hogares. ¿Por qué?
Porque alcanza los 140 grados, y queremos conservar los fitoquímicos de los alimentos, que se pierden a partir de los 95 grados. Está bien para legumbre y cereal, pero si metes verdura le haces fosfatina.

Asumía que la barbacoa era una forma de cocinar saludable hasta que leí su libro.
Lo que es saludable es la plancha, siempre y cuando no quemes el alimento. Pero en la barbacoa, ese color negro son los benzopirenos, carcinógenos… Lo ideal es cocinar el vapor, sin grasa ni aceite.

Recomienda encarecidamente las setas…
En Japón, donde más se consumen, algunos oncólogos lo utilizan como suplemento alimentario. Permiten que la quimio se tolere mejor.

La colonia, mejor no olerla.
Para que perduren tanto, los perfumes tienen ftalatos (un grupo de compuestos químicos). Cuanto más permanezcan en nuestro cuerpo, peor para nuestra salud. "Sexy para ellas, veneno para el bebé", decía una campaña en EEUU para mamás embarazadas. Los perfumes van al torrente sanguíneo; se asocia con cáncer de mama. Lo ideal son aceites esenciales o algo que se está perdiendo: ser más sencillos y oler a personas, no enmascarar nuestro olor.

¿Y de dónde bebemos agua?
Este es un tema muy controvertido. El agua del grifo de Madrid, por ejemplo, contiene muchos tóxicos. Se podrían eliminar si en lugar de filtrar con sales de aluminio, como se hace ahora, se filtrase con filtros de carbono. El agua embotellada no es la solución: es un atentado ecológico.

¿Cuál fue la reacción de sus compañeros tras su curación?
Cuando se cumplieron los dos años libre de enfermedad, me dijeron que había sido un milagro. Pero les dije que no, que era un milagro que había hecho yo. Lo mío es un milagro muy currado. La reacción de mis compañeros de primaria fue buena. Recomiendan mucho el libro, no sólo para cáncer, también para diabetes, hipertensión, obesidad… Los especialistas son más reacios.

¿Qué planes tiene tras la baja por maternidad?
Tengo mi plaza en atención primaria. Me gustaría continuar en sanidad pero centrada en el paciente oncológico, aconsejando sobre alimentación y estilos de vida.

¿Cuál fue para usted la mayor sorpresa al investigar y, después, escribir este libro?
El poder de los alimentos, de la naturaleza. Cómo contienen fitoquímicos anticáncer, y como algunos medicamentos incorporan fitoquímicos en quimio. La curcumina de la cúrcuma, por ejemplo, o la quimio que se extrae de un alga del mar. Si tiene poder a nivel de laboratorio ¿por qué no tomar nosotros más algas, más cúrcuma, etc? Me sentí engañada porque nadie me hablase de esto, sólo de quimio, de radioterapia.

Pero es lo que a menudo hacen los médicos: en cuanto entras a la consulta tienen lista la receta.
Hay pacientes que si no salen de la consulta con su pastilla creen que eres un mal médico. Pero cada vez más profesionales contamos al paciente lo que puede hacer para prevenir la enfermedad. Los médicos y sanitarios tenemos mucho poder en este sentido. Más medicina preventiva y menos pastillas.



Entrevista publicada en El País 
domingo, 2 de marzo de 2014

LA ESCRIBANA DEL REINO

Blanco y negro sobre fondo gris. Foto Jesús Aguado

-      Tal cual -

         Nos equivocamos si queremos ver la realidad de ayer con los ojos de hoy, porque sin querer (o queriendo) la moldeamos a nuestro gusto y la hacemos acorde a nuestras expectativas. No importa si refleja lo que fue. Sólo importa cómo queramos verla.

         Nos equivocamos si la edulcoramos con bonitas palabras y justificaciones a posteriori, borrando de nuestra mente aquello que la ennegrece y la muestra menos atractiva, menos maravillosa.

         Nos equivocamos no queriendo reconocer hechos “probados” que no dan lugar a dudas y que en algún momento nos hicieron sufrir.

         Entonces ¿por qué lo hacemos? ¿Por qué preferimos el autoengaño sabiendo que lo es? ¿Por qué inventamos versiones que nada tienen que ver con lo real? ¿Por qué insistimos una y otra vez en que aquello fue como quisimos que fuera?

         Se me ocurren varias razones. Una de ellas, la manipulación emocional: si consigo hacer ver que la realidad fue esa, seguirá siéndolo. Y es muy dañina (sobre todo para el manipulado) ya que las expectativas serán cada vez más altas, más exigentes.

         Me molestan aquellos que aconsejan callar y olvidar, que ponen todo su empeño en desvirtuar lo evidente. Me molesta que lo hagan ellos y más que aconsejen hacerlo. Al fin y al cabo, se trata de encajar y aceptar, no de no ver lo que está (o estuvo) ante nuestros ojos.

                                                                           M.E.Valbuena
sábado, 1 de marzo de 2014

EL RINCÓN DEL OPTIMISTA

Una simple guitarra vale para alegrar un reencuentro



Música

La musicoterapia es una práctica muy efectiva para buscar esa paz interior que tantas veces nos falta. Poner música a la vida es tan recomendable como poner humor o una sonrisa que tanto repito desde este espacio público. En casa, en el coche, en el trabajo e incluso de paseo viene bien la música, aunque si vas por el campo es mejor la música de los pájaros, del agua o del viento. Y si vas acompañado, de la palabra. No rechazo ningún instrumento: piano, violín, batería, violoncello, dulzaina…, y otros tantos. Y ninguna partitura que haya sido creada con buenas intenciones, con el corazón. Hay quien no se cree que me gusten todos los estilos musicales, desde el clásico al rock, pasando por las baladas, la música popular, folclórica, el heave, el tecno, el pop… ¿Por qué me gustan Los Pecos o Perales y al mismo tiempo Nirvana o ZZ Top? ¿Por qué adoro las canciones de los Beatles y me apasiona el doudouk del armenio Levon Minassian? ¿Por qué me embeleso con las notas compuestas por Strauss o Mozart de igual modo que cuando interpreta Manolo García o Joaquín Sabina? Suelo recomendar a Hierba del Campo, La Braña o Tarna. Cómo reconfortan el alma. No hay explicación a esta especie de contradicción, a no ser que carezca de personalidad musical. Me gustan todas… las canciones, no hago ascos ni a los truenos que salen de las nubes cabreadas (no temo al trueno, sino al relámpago; tampoco al ladrido, pero sí a la mordedura). Canto mal, bastante mal, lo reconozco, pero no dejo de cantar, hasta en la ducha, a pesar de que me ordenen callar en casa en favor del buen gusto. No toco bien ningún instrumento musical, he sido bastante vago para aprender, lo reconozco. Pero para no molestar tengo una buena alternativa, la de tararear y silbar. Un señor de mi pueblo, viudo y bastante mayor, vive solo y cuando camina en solitario siempre va tarareando o silbando y no creo que sea porque esté muy contento y animado precisamente. Es su terapia de acompañamiento. Y seguro que le funciona.

Me interesan las letras de las canciones, pero la mayoría de las veces me dejo llevar simplemente por las notas. De hecho me encantan muchos temas en inglés o francés, idiomas que no controlo en absoluto. También he sido vago en aprender idiomas, sé que yo me lo pierdo. Pero volviendo a la música, no conozco a nadie que la aborrezca (al menos algún estilo) y si dicen que amansa a las fieras es porque ya habrá estudios que demuestren los beneficios que tiene sobre las otras especies animales. Creo que a las vacas las ponen música para que den más leche y a las gallinas para que pongan más huevos.

Aquí va consejo y regalo: si andas bajo, decaído, distraído, si parece que te falta el aire, la ilusión, la esperanza, no esperes al 1 de enero para escuchar el Concierto de Año Nuevo, ponte algo de música (con Internet lo tienes fácil) y recuerda que esas notas, esos acordes, alguien los escribió para ayudarte a tirar para adelante, para hacerte la existencia más llevadera, más liviana. No es para ‘evadirte’, es para ‘invadirte’ de optimismo. Y funciona, vaya que si funciona. El regalo es este, un ejemplo de música para alimentar el alma.

Asín sea.

Juan.