El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
sábado, 20 de noviembre de 2010

AFRONTANDO EL PASADO


Palabras para Vega María:

DEVOLVEMOS A LOS DEMA SLO QUE SOMOS

Te escribo a través del blog por tu negativa a coger el teléfono o a contestar a mis e-mails. Ya sé que tienes derecho a hacer lo que haces y que tus heridas te impiden abrirme la puerta una vez más. Ya lo hiciste otro par de veces y no supe entrar en ti con respeto y con paciencia. Eso es lo que quería decirte: me ha faltado respeto y paciencia contigo. Tal vez actúo así porque conmigo tampoco sé ser paciente y respetuoso. Me he dado cuenta de que devolvemos a los demás nuestras propias carencias y encima los culpabilizamos.

Te pido disculpas, porque necesito hacerlo. Necesito perdonarme los errores que nos han llevado al fracaso después de diez años juntos. Sí, me siento un fracasado. Te pedía a ti lo que tú no podías darme. El otro no puede llenar nuestros propios vacíos ni afrontar nuestras carencias. Me equivoqué, Vega.

Te quise, ¿sabes?. Con todas las miserias que quieras, pero te quise. Reconozco que lo nuestro no tenía futuro, como no tiene futuro lo que se hace desde la ruindaz o desde la ansiedad.

En todo caso, te escribo a través de la red, sabiendo que alguna de tus amigas te llevará este mensaje, para recordarte que no deseo que volvamos, pero sí que nos podamos mirar a la cara sin sentirnos desconocidos o enemistados. Me alegra que te vaya bien con Julio y ojalá él sea el compañero que siempre has buscado.

En este otoño luminoso, yo sólo quería recordarte y despedirme de ti con afecto. Me lo rogaron las hojas juntas de la pradera encantada.

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