El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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sábado, 13 de noviembre de 2010

CUIDADÍN CON LAS FABES O ESTAR CON LOS OJOS ABIERTOS

 no son fabes pero son fréjoles

Un día llegó el amor, encontré a un maravilloso caballero y nos enamoramos. Cuando se hizo evidente que nos casaríamos, hice el sacrificio supremo y dejé de comer fabes.

 Algunos meses más tarde,el día de mi cumpleaños, mi coche se estropeó de camino del trabajo a casa. Como vivía a las afueras llamé a mi marido y le dije que llegaría tarde porque tenía que ir andando a casa. De camino, pasé por un pequeño restaurante y el olor de la fabada fue mas fuerte que yo. Con varios kilómetros por delante para caminar, calculé que se me iría cualquier efecto negativo de les fabes antes de llegar a casa, por lo que entré y antes de que me diera cuenta, ya había tragado tres buenos platos de fabada. De camino a casa me aseguré de liberarme de TODO el gas.

 Cuando llegué, mi marido pareció excitado de verme y gritó con gran  alegría: ¡" Querida, te tengo una sorpresa para la cena esta noche! "

 Él entonces me vendó los ojos y me condujo a mi silla en la mesa. Tomé asiento y cuando estaba a punto de quitarme la venda de los ojos, el teléfono sonó. Me hizo prometer no tocar la venda hasta que él volviera y se fué a contestar la llamada.

La fabada que había consumido todavía me afectaba y la presión se hacía más y más insoportable, tanto que mientras mi marido estaba fuera, aproveché la oportunidad, me apoyé en una pierna y dejé caer uno. No era ruidoso, pero olía como un camión de fertilizante delante de una fábrica de pulpa de papel. Tomé la servilleta de mi regazo y abaniqué el aire alrededor de mí enérgicamente.

Entonces, cambiando a la otra pierna, dejé escapar otros tres. ¡¡La peste era peor que la col cocinada!!!

Manteniendo mis oídos atentos a la conversación de mi marido en la otra habitación, continué tirando unos cuantos durante otros pocos minutos.

El placer era indescriptible. Cuando mas tarde la despedida telefónica señaló el final de mi libertad, rápidamente abaniqué el aire unas cuantas veces más con mi servilleta, la colocó sobre mi regazo y doblé mis manos atrás sintiendome muy aliviada y complacida conmigo misma.

Mi cara debe haber sido la imagen de la inocencia cuando mi marido volvió, pidiendo perdón por tomar tanto tiempo. Él me preguntó si yo había echado una ojeada por debajo del vendaje de los ojos, y le aseguré que no.

En este punto, él me quitó la venda de los ojos, y doce invitados a la cena sentados alrededor de la mesa cantaron a coro: ¡ Cumpleaños Feliz!

¡¡ Y ...me desmayé!!!!!!!!!!!!!!

Tenemos 3 comentarios , introduce el tuyo:

  1. ¡Viva la risa, coñe...!. Todos sabemos que todos tiramos pedos, ventosidades, airecillos, suspirillos olorosos y otros inciensos estomacales, pero ¡por Dios!, que nadie se entere y que nadie nos oiga. Voy a cumplir 65 años y he descubierto una gran verdad: "donde hay confianza hay pedos". Ahora birn, lo que le pasó a esta mujer es para marearse e irse de vacaciones 6 meses con el Club de los sesenta.
    A la gente que llev´´ais esta página os animo a que no falte algún chispe de vez en cuando. ¿No es curativa la carcajada!.

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  2. Tema para risoterapia muy bueno y me he reido. Tambien me ha gustado, (desviando el tema)es el regalo de cumpleaños que le preparo su marido tan maravilloso: "Llevar 12 amigos a casa para celebrarlo", esto para mi si es amor en la pareja. A mi me encanta dar y recibir sorpresas.Estoy con el tema "Aprendiendo a Amar" y todo lo relaciono.

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  3. Podiais preparar un taller de RISOTERAPIA Hnos Turrado, considero seria beneficioso para los amigos, voluntarios etc. del Telefono de la Esperanza, y a parte de "bombas fétidas" se "regarian margaritas" ja ja ja...............

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