El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
lunes, 8 de noviembre de 2010

ME FALTAN GÜEVOS

Durante años me he sentido un náufrago que salía a la mar a buscar nuevas islas, nuevos horizontes. Una especie de Robinson Crusoe. ¡No creáis que no era arriesgada mi osadía!. Esa osadía que te deja a la intemperie, al arbitrio de cualquier ola o golpe de mar.

Ha sido al comienzo de este otoño cuando he descubierto que me he pasado la vida huyendo. Huyo de lo que no me gusta. De ese ambiente familiar que se me hace insoportable. Huyo de esa carrera que fui incapaz de terminar. Huyo de Laura, que me dejó cuando yo pensaba que la cosa estaba hecha. Huyo del trabajo que me tiene atrapado en una ruleta tediosa. Huyo de mi propia torpeza, falsa, triste y mezquina.

Una y otra vez la mar, tan savia y elocuente, me devuelve a la orilla. Parece decirme: “No huyas, amor, y sé valiente”.

He decidido poner mi caso en manos de mi propia consciencia. ¡Por si me atrevo a encarar mi realidad!



Tenemos 5 comentarios , introduce el tuyo:

  1. El miedo nos hace huir. Es comprensible. Pero nos hace aumentar el dolor, al retrasar la solución. Me gusta eso que decís de echarle güevos a la propia vida.

    ResponderEliminar
  2. ¡Enhorabuena!, el camino ya les has iniciado, porque te has dado cuenta que estabas huyendo de todos los fracasos de tu vida y no resolvias ninguno y la BOLA cada vez más grande. Empiezas una etapa muy dura en tu vida, pero al final será gratificante. Si necesitas ayuda acercate por ejemplo al Teléfono de la Esperanza.

    ResponderEliminar
  3. Como tantas veces, huir agota ¿Probamos a mirar para dentro?

    ResponderEliminar
  4. Yo también he huido y huyo sin darme cuenta, pero leerte me ha hecho reflexionar de nuevo, y darme cuenta de que no puedo huir de mi propia vida, de mi historia, de lo que no me gusta. Gracias amigo, estoy contigo.

    ResponderEliminar
  5. ¿Huir? Solo veo dos salidas, luchar o morir y aun no se por cual decidir.
    Cuando estás sólo la vida no vale nada y cuando uno vale menos que nada ¿compensa vivir?

    ResponderEliminar