El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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domingo, 14 de noviembre de 2010

LA RIQUEZA DEL SILENCIO


“No hables si no estás seguro de que lo que vas a decir es más importante que tu silencio”. Esta frase se cuela y circula a modo de chiste en muchas de nuestras conversaciones. La decimos, pero no nos la creemos. En nuestra vida diaria hablamos mucho, escuchamos poco y profundizamos menos.

Estar en silencio es embarazoso y nos pone incómodos. Necesitamos llenarlo con ruido, música y palabras, aunque no tengan contenido. Si alguien habla poco es porque es tímido, raro o falto de habilidades sociales. En cualquier caso, es un problema.

No hemos descubierto que el silencio enriquece, agranda y profundiza la dimensión de las cosas, potencia nuestra atención, abre nuestros oídos y nuestros ojos, nos serena, atenúa nuestro dolor y nos hace más dueños de nosotros mismos.

Desde el silencio crecemos en el autoconocimiento, en la escucha activa y en la participación convencida.

La escribana del Reino

Tenemos 5 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Mi padre siempre nos decia: "Hijos mios, antes de dar una respuesta contad hasta mil".
    En las casas siempre ponemos cuadros para que adornen las paredes, me pàrece que voy a empezar a enmarcar enseñanzas como: "La Riqueza del silencio", "Saber escuchar" "Lecciones del profesor Morrie" etc. y asi, a ver, si de una vez por todas me encuentro más feliz, conmigo misma y en las relaciones con los demás.
    Muchas gracias Elena.

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  2. Comaprto el pensamiento: en el silencio se halla la profundidad. El ruido espanta.

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  3. EN EL SILENCIO NOS ENCONTRAMOS CON NOSOTROS MISMOS..

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  4. gracias, me has ayudado...

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  5. es difícil incluso callar los ruidos internos, por eso hablamos sin necesidad, es un reto el permanecer en el silencio. Gracias escribana por tus palabras sensatas, profundas y claras.

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