El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
domingo, 31 de julio de 2011

NO SON LAS MARGARITAS PARA LOS CERDOS


 

Hace años, de excursión por un pueblo de la montaña palentina, encontramos a una abuela en el portal de su casa laborando ganchillo. Una de sus obras era un sonajero de campanillas con un cascabel dentro que, al movimiento de la cuna o del cochecito, sonaba alegremente. Me pareció precioso y muy original, pues nunca he visto otro igual.

Como en el grupo había un bebé, la abuela le regaló el sonajero a su madre para que lo colgara de la silla y el niño jugara con él. Gracias a aquel desinteresado e inesperado regalo aprendí a hacer ese tipo de sonajeros, incorporando con el tiempo algún detalle personal.

Hoy he vuelto a ver aquel sonajero. Estaba tirado en un leñero de la casa de campo, cubierto de polvo y, probablemente, roído por los ratones. Sentí tristeza al descubrirlo allí. Sé que no deja de ser una cosa material y que ya cumplió su función, porque aquel niño es hoy un adolescente. También sé que no tenía ningún valor económico.

Pero algo en mí se revolvió y me hizo pensar el distinto valor que damos a las cosas: si el modelo hubiera sido de un diseñador de moda, con su etiqueta en exclusiva, o si el cascabel fuera de plata o simplemente traído de Praga, seguramente el sonajero descansaría guardado cuidadosamente en una cajita de recuerdos. Pero como lo hizo rudimentariamente una pobre vieja sin ninguna importancia, no merecía otro destino que el suelo de un leñero.

Lo primero que me vino a la mente fue ese dicho universal de que “no se pueden dar margaritas a los cerdos” porque éstos son incapaces de valorar su hermosura.


La escribana del Reino
M.E.Valbuena

Tenemos 2 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Saber desprenderse de las cosas y admitir que han cumplido su fin y ya está, es también sabiduría.

    ResponderEliminar
  2. Me gusta el comentario realizado. Pero cuándo se trata de un regalo (no perecedero), no me gusta desprenderme de él, para mí tiene mucho significado.
    ¡Feliz semana Pepi!

    ResponderEliminar