Cuatro preguntas para conocer lo que somos cada uno de nosotros:
1ª.- Una pregunta natural: ¿cuándo estoy bien, bien, bien, alegre, contento, feliz... cómo soy?. ¿Qué nace de mi?. Es importante distinguir entre lo que soy y cómo funciono.
2ª.- Una pregunta difícil, que hace referencia a nuestras rocas internas, nuestras fortalezas: ¿cuándo has tenido problemas en la vida, problemas serios, grandes, en qué o quién te has apoyado para salir adelante? . Esas serían tus fortalezas. ¿cuáles son las fortalezas más frecuentes?
1. La aceptación de lo que me pasa
2. La capacidad de amarse a uno mismo
3. La esperanza: “esto pasa”, “yo de ésta salgo”
4. La fuerza interior, la fuerza de la vida
5. La confianza, creer que “todo está bien”
6. La fidelidad a uno mismo
7. No reducirse: eres más que lo que te acontece
8. El amor gratuito, desinteresado, altruista
9. Tener un sentido para vivir, un porqué.
10. La fuerza del presente
11. La fuerza del silencio: acallando la mente
12. La experiencia de Dios o de unidad, transpersonal.
3ª.- Una pregunta por las atracciones o semejanzas profundas. ¿A nivel profundo, qué personas me atraen?. ¿Qué rasgos de los demás te atraen?. Eso que te atrae de los demás es tuyo, sino no te atraería.
4ª.- Una pregunta por las aspiraciones. ¿Yo en el fondo, qué persona me gustaría ser?. ¿Cuál es mi aspiración?
Estas cuatro preguntas son para responder desde el silencio y nos dan pistas importantes de lo que realmente somos. No podemos olvidarnos que la mente no sabe responder quiénes somos. Yo soy lo que queda de mi cuando acallo la mente, más allá del yo, que no deja de ser más que un manojo de deseos y de miedos.
La psicología transpersonal nos dice que somos mucho más que lo que aparece. Sólo podrás saber quién eres cuando lo seas, cuando despiertes y desvelas que ya eres y que vives en el aquí y en el ahora. “Tú no eres nada que puedas observar”, dice una psicóloga transpersonal: “Sólo conocerás lo que eres cuando lo eres”.
Una de las grandes dificultades de esta psicología es que no podemos desvelarla desde la razón. No llega. Se queda corta. Es imprescindible el silencio, la meditación, la intuición, el amor, sean cuales sean nuestras creencias o ideas.
Gracias Enrique por darnos luz a nuestro puzzle.
Sí, MUCHAS GRACIAS.
ResponderEliminar¡Cuántas veces hemos invocado el silencio! ¡Cuántas veces hemos dicho que es en la meditación dónde podemos llegar a lo principal! Ahora se nos dice que desde la mente hay zonas a las uq no podemos llegar. Es verdad. La persona es más que mente, más que inteligencia. O al menos es más que intelegencia intelectual. Es también inteligencia emocional, inteligencia esperitual. La persona es tan compleja que ni siquiera en toda la vida somos capaces de llegar a lo profundo, a esa parte que nos hace muy grandes. Por esa la vida es continuamente una escuela. ERASMO
ResponderEliminarSoy de las que pienso que nunca llegare a conocerme al 100%, de ahí que siempre tendré que seguir "estudiandome", para seguir conociendome, bien a traves de mis silencios e inclusive de las formas de reaccionar ante determinadas circunstancias en la vida.
ResponderEliminarA Pepi para superar sus problemas ha sido su fuerza de voluntad y el encontrar un motivo por el que luchar para llegar a su equilibrio personal.
Nada deseo tanto que vivir en cada instante lo que ya soy. Sin embargo una otra vez me descubro perdido, inconsciente, despistado. ¿Será que ser lo que ya soy tampoco se puede desear, porque el que lo desea es el ego?
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