Hoy compartimos con todos nuestros internautas el famoso libro "La enfermedad como camino", de T. Dethlefsen y R. Dahlke con sus diez axiomas fundamentales:
1. La conciencia humana es polar. Esto, por un lado, nos da discernimiento y, por otro, nos hace incompletos e imperfectos.
2. El ser humano está enfermo. La enfermedad es expresión de su imperfección y, en la polaridad, es inevitable.
3. La enfermedad del ser humano se manifiesta por síntomas. Los síntomas son partes de la sombra de la conciencia que se precipitan en la materia.
4. El ser humano es un microcosmos que lleva latentes en su conciencia todos los principios del macrocosmos. Dado que el hombre, a causa de su facultad de decisión, sólo se identifica con la mitad de principios, la otra mitad pasa a la sombra y se sustrae a la conciencia del hombre.
5. Un principio no vivido conscientemente se procura su justificación de existencia y de vida a través del síntoma corporal. En el síntoma el ser humano tiene que vivir y realizar aquello que en realidad no quería vivir. Así pues, los síntomas compensan todas las unilateralidades.
6. ¡El síntoma hace sincero al ser humano!
7. En el síntoma el ser humano tiene aquello que le falta en la conciencia.
8. La curación sólo es posible cuando el ser humano asume la parte de la sombra que el síntoma encierra. Cuando el ser humano ha encontrado lo que le faltaba, huelgan los síntomas.
9. La curación apunta a la consecución de la plenitud y la unidad. El hombre está curado cuando encuentra su verdadero ser y se unifica con todo lo que es.
10. La enfermedad obliga al ser humano a no abandonar el camino de la unidad, por ello LA ENFERMEDAD ES EL CAMINO DE LA PERFECCIÓN.
Después de leer las diez máximas sobre la enfermedad me viene a la mente esta idea: menos mal que, de vez en cuando, la enfermedad nos visitas.Sí sí. Así lo siente. Porque, si no fuera así, no habría quien nos aguantase. El ser humano, tiende a ser soberbio, y sólo las situaciones de debilidad la hacen más humano, más humilde. Qué listo es el Creador. Tenemos unas potencialidades enormes, pero no olvidemos que somos limitados y esa misma limitación es lo que nos permite contar con los demás, dejar que otros entren en nuestras vidas, tener en cuenta los derechos de los demás. Por tanto, sí. sí, biemvenida, de vez en cuando, la enfermedad. ERASMO
ResponderEliminarPara mí, la peor situación en las personas es cuando están enfermas y no son capaces de ver su problema, e inclusive a veces a los demás les hace culpables de la misma.
ResponderEliminarPepi empezó hace años a darse "MATRICULAS DE HONOR", porque antes de presentarsele la depresión fue solita a la psiquiatra y el camino que ha tenido que recorrer para su renovación fue muy duro, pero muy beneficioso.
En definitiva cuando tenemos un problema hay que tratar de solucionarlo, aunque a veces tenemos que aceptarlo y aprender a vivir con él, porque como muy bien me han dicho en los cursos del Teléfono hay que OCUPARSE de resolver los problemas y no PREOCUPARSE.