HE APRENDIDO TANTAS COSAS.... ESTA LABOR NO PUEDE PARAR

Testimonio de un año en los grupos del Teléfono de la Esperanza: "He aprendido tantas cosas..."

¿Qué significado ha tenido para mí? ¿Qué he aprendido?...

Llevo como algo más de un año y… parece que fue ayer cuando llegué al piso del TE. Un poco escéptica, con reparo… sabía perfectamente que esa época no era buena (fue la peor que he vivido hasta ahora) y que si no elegía bien donde me metía, podría acabar mucho peor de lo que estaba…

En el TE me acogieron, me acompañaron, me escucharon… sin importar nada más: sólo mi ser. Fue y sigue siendo un regalo en mi vida.

 

He aprendido tantas cosas… a hablar en primera persona, a expresar las cosas con respeto, a escuchar, a comprender al otro… Tantas cosas que me han hecho crecer… ahí van algunas más:

· Si no me quiero, me cuido y me respeto yo primero, no podré hacerlo con nadie. Además permitiré que otros me puedan mal tratar.

· Las riendas de mi vida sólo las puedo llevar yo. Tengo que decidir lo que realmente quiero, lo que hago, cuáles son mis valores, mis motivaciones… sin que me importe lo que piensen los demás.

¿Si me confundo? Tendré la certeza de que he sido consecuente conmigo misma y me he sido fiel.

Esto me sigue resultando difícil, pero ahí sigo, interiorizándolo.

· El perdón hacia los demás y, sobre todo, hacia mi misma fue muy sanador. Esto unido a la afirmación de que cada uno es dueño de su sufrimiento, hicieron que mi gran sentimiento de culpa se mitigase.

A veces vuelve, pero ya no daña como antes.

· Mis sentimientos… nunca me había parado tan detenidamente a darme cuenta de ellos, darles espacio, dejar que salgan, mostrarlos sin reparo a la gente que quiero, no reprimirlos…

Saber que no son ni buenos ni malos, que nos dan mucha información de lo que realmente me pasa…

Si además, observo mi cuerpo, tengo todas las señales que necesito para saber cómo estoy y que es lo que me pasa… Cuántas veces me he sentido perdida, sin conocer qué ocurría realmente en mi interior… cómo sufrí por esta causa.

· Vivir mi presente con buen humor y de manera positiva también fue fundamental.

Darle vueltas al pasado (que no se puede cambiar) creo que es inútil, puesto que sólo me lleva al sufrimiento innecesario.

Tener miedo al futuro y especular con lo que puede ocurrir me parece muy peligroso, porque preocuparse por algo que ni si quiera sé si va a pasar me impide disfrutar del ahora, que es lo que realmente existe.

Aun así, todavía me sorprendo fuera del presente… pero ahora me río de mi misma y me digo: ¡vuelve! ¿Dónde estás?

· Por último, pero no por ello menos importante, aprendí a abrir la mente a nuevas ideas que me hagan reflexionar, a abrir mi corazón al amor hacia lo que me rodea y, a tener presente quién soy y que yo decido cómo es el día que quiero vivir.

Y… aquí sigo… aprendiendo, creciendo… Por todo esto y mucho más, le doy gracias a todo el TE: coordinadores, voluntarios, gente que está participando en los talleres…

Esta labor no puede parar…

Pumuky