El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
viernes, 22 de marzo de 2013

COVERSACIONES CON MI MENTE





EL CRISTAL


Tiré la piedra y rompí el cristal. Fue sólo un instante de furia, apenas un segundo, pero mi mente se nubló y vio en él un feo reflejo. Era una imagen malvada, traidora, que reía y reía mientras me señalaba con el dedo. La ira me mostró la piedra y el odio impulsó mi brazo… Tiré la piedra y lo destrocé.

Y ahora contemplo mi “obra” perpleja. Yo no quería hacer eso. Yo no quería romperlo. Yo no quería ver todos esos pedazos minúsculos desparramados por el suelo… Pero vi una imagen terrible, monstruosa y la rabia me cegó en un instante... El cristal se rompió y ya jamás podrá recuperarse. Podrá sustituirse por otro sí, pero ese ya no volverá.

Pasada la locura analizo con calma lo ocurrido. Los múltiples cristales, desparramados por el suelo ya no reflejan ninguna imagen y debería sentirme mejor. Ya no hay monstruo en el espejo y no me siento bien. Lo recuerdo sin embargo en un último intento por justificarme. Recuerdo su risa, su maldad e insisto: era el espejo quien reía y por eso lo rompí… Pero sólo con calmarme un segundo entiendo que los espejos sólo muestran reflejos y ese reflejo tan terrible procedía de mí. ¡Ay Dios que lo he roto por ver en él mi propia rabia! Tiré una piedra con odio para matar el odio que veía y rompí lo que quería por reflejar lo que yo sentía.

Yo vi una imagen horrible y quise borrarla con una piedra. Ahora sé que esa imagen era yo misma: mi rabia, mi dolor, mi frustración condensadas en el ser monstruoso que vi en aquel espejo. Entonces era inconsciente y le acusé de perverso, de cruel, de malvado... Como no cambió esa imagen que de él no surgía, tiré rabiosa la piedra. Se hizo añicos, desapareció el monstruo-imagen, pero siguió rugiendo el monstruo real en mi interior. Ahora lo veo con más claridad y sé donde se encuentra. Ya no tengo excusas, ni culpables, ni reflejos.

Ahora tengo la realidad en mí instalada y un largo camino para recuperar quien soy yo sin esa mancha.Pero ahora ya no existe el espejo de marco dorado y cristal limpio, puro y transparente. Lo rompí y ya no puedo recuperarlo.


¿O si…?


María José Calvo Brasa

Tenemos 4 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Ya no va a ser tu persona la misma. Te has dado cuenta del cambio que debes experimentar, del nuevo camino que debes recorrer, para quitar de tú interior: la rabia, la ira, agresividad..... y sustituirlo por bienestar, felicidad..... y Pepi desde aquí te envía aplausos, y que nunca te canses de trabajar por conocerte, y conseguir todo aquello que desees para el buen desarrollo de tu vida.

    ResponderEliminar
  2. Duro..y al mismo tiempo precioso..porque es auténtico...Es posible que exista de nuevo el espejo...cuando sean capaz de sacar esa rabia...porque ele spejo solo hace que deovolvernos la figura de un instante...habrá nuevos moemntos...de felicidad...que están atu alcance. Catilina

    ResponderEliminar
  3. Hola espejito, espèjito.......claro que vas a cambiar de verte de otra manera, creo que de momento la piedra ya la has tirado con menos fuerza, estas luchando, poniendo de tu parte y aceptando todos, los miedos y maltrato que te ha tocado vivir..........estas luchando y eres cabezona, lo que empiezas lo acabas.......y cuando pases delante del espejo, lo miraras (asi soy yo, contigo o sin ti)...........tengo mas confianza en mi misma y soy valida y capaz de hacer varias cosas (como lo estas haciendo ahora) y bien, muy bien. Te deseo que el espejo cambie cuanto antes "tu forma de proyectarte en el". Un beso enorme Maria Jose.....................................................................
    Fernando

    ResponderEliminar
  4. Hay que romper con lo que no nos gusta, romper para edificar algo nuevo, para que entre esa luz diáfana que nos hace falta.
    Los momentos de locura pueden ser de tremenda cordura.
    ¡Ánimo, compañera!¡A por tu verdadero espejo!



    ResponderEliminar