El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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domingo, 17 de marzo de 2013

LA ESCRIBANA DEL REINO

En ruinas. Foto Jesús Aguado


- De elemento tóxico a ambiente tóxico-

Este año tengo un elemento tóxico en mi entorno laboral. No es nada extraño en un centro de trabajo grande. Y pequeño. Más bien suele ser algo normal y común.

El elemento tóxico ejerce su dominio valiéndose del miedo y las voces, parapetando sus decisiones detrás de una normativa que, por supuesto, esgrime o no a su único criterio, exigiendo el cumplimiento de la misma cuando lo cree conveniente y saltándosela cuando lo estima oportuno para sus intereses.

Los demás hablan a sus espaldas, critican su comportamiento, despotrican de sus decisiones, se tragan la rabia de sus actuaciones, se quejan entre ellos del trato recibido... pero jamás se le enfrentan ni le cuestionan, lo que contribuye a extender más, si cabe, la toxicidad.

A estas alturas el ambiente está tan enrarecido, que basta un pequeño contratiempo para que cualquiera descargue su rabia contenida sobre aquel de posición mal débil, que no sobre el tóxico. Ya no se trata de un único elemento tóxico, sino de un entorno tóxico.

Como estoy de paso puedo apreciar, desde la objetividad que otorga la distancia, aquello que canta Álvaro Fraile:



“Siempre hay uno débil cerca del que se hace fuerte,

Siempre el fuerte se hace fuerte

porque cerca hay uno débil...”



Y es que antes de encarar a los fuertes, provocando con ello el tan temido conflicto, preferimos mil veces la “tranquilidad” de la humilde sumisión, aunque por el camino hayamos perdido la dignidad. A las pruebas me remito.


M.E.Valbuena



Tenemos 5 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Perdona escribana que no hable de estas personas sino de su contrario las personas positivas. He leido hace poco algo que me ha llamado la atención y que reflejo aquí: " ver las cosas positivas de las personas las situacaciones y ahondar en ellas, es una garantía para llegar a la solución de los conflictos. Hacer lo contrario no es una garantía"

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  2. Cuando estás en un entorno tóxico de continuo, es realmente difícil mantener el tipo con una sonrisa y ver las cosas positivas de esas personas que están demostrando con sus actitudes todo lo contrario. Enfrentarse no siempre es posible y aunque lo sea, no tiene los resultados esperados, sino a veces más toxicidad.

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  3. Qué difícil resulta resulta enfrentarse a los tóxicos: no se como lo hacen, pero parace que salen con la suya. Pero, o te enfrentas o les niegas y procuras que no se acerquen a tu vida, porque te amargan. Pero, insisto, ¡qué difícil! Me apunto, a lo positivo y trata de eludir a los tóxicos. Yo hago lo mío y que salgo el sol por donde pueda...Catilina

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  4. Cuando tenemos una persona tóxica en nuestro departamento, para mí uno de los problemas es saber a quién quiere dañar, y por qué, ¿que es lo que pretende?, y en mi situación se une que : "LOS JEFES NUNCA SE MOJAN", y ahí el resto del personal tiene que defenderse como pueda, aunque en el mio, francamente soy yo la única que tengo que "torear el toro", pues lo que pretende es trepar, (en este caso), a costa mia, ¡pero vaya toro!: Pepi la califica de "impresentable": por su forma de vestir, hablar, actuar, y ¡claro que tiene sus partes positivas!, y de que me sirve valorarla lo positivo, cuando de repente se pone por ej. a sumar en alto, y como no le sale la suma dice: "Joder, que coños pasa aquí", y ha puesto en silencio su teléfono para no atenderlo, y me llaman a mí los compañeros que necesitan hablar con ella etc.etc. etc..
    Pero Pepi fue la que tuvo que cambiar; En un primer momento, la he levantado la voz, porque se había puesto a rectificar un trabajo mio, y fueron tantas las mentiras que me dijo, (y se las demostré), que no pude por menos de levantar la voz, pero ahora sigo llamándola la atención, pero con suavidad, haciéndola ver que yo también estoy trabajando, y necesito mi concentración, mi silencio, mi escucha conmigo misma y del exterior, y vaya por lo menos no se crea la tensión que se creaba, y además sabe que la he puesto unos límites.
    En definitiva: "que en todos los sitios cuecen habas y en mi casa a calderadas"

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    1. Poner límites es ya un paso muy importante. Al menos marcamos territorio. Cuesta enfrentarse pero, a la larga, se gana. Si has dado ese paso, enhorabuena. M.E.

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