El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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lunes, 22 de abril de 2013

EL RINCON DEL PSIQUIATRA






SIETE REGLAS PARA HACER UN BUEN REGALO

En ese triángulo mágico entre el donante, el re­galo y el receptor, existe un intercambio de mensajes (conscientes o/y inconscientes) que pueden incluso cambiar la finalidad del regalo. No es lo mismo regalar un pañuelo con amor y cariño, que un gramo de cocaína a la puerta de un colegio. La acción en sí es la misma (un obsequio), pero la finalidad de la segunda pervierte la propia donación.

Existe una célebre frase de Freud que resume la idea básica sobre el regalo: "Nadie da nada por nada". Siempre pretendemos "algo" con nuestra entrega (sea ésta una pulsera de brillantes, una hora de nuestro tiempo o la simple sonrisa ante el vecino). Aunque este hecho no debe llevarnos a la conclusión de que la acción de regalar es perversa. Pues, en esta vivencia, como en tantas otras, existen niveles que se aproximan o bien al extremo de la patología (el regalo como soborno) o al extremo de la normalidad (el regalo como muestra de cariño). Freud lo que quería indicar es que, ante cualquier acción por altruista que sea, tenemos que analizar sus motivaciones más profun­das, para separar la hojarasca de la esencia de la misma.

Siete reglas para elegir un buen regalo

1.- Reflexiona sobre las motivaciones profundas de tu deseo de hacer ese obsequio: gratitud, reparar una culpa, ganarse al otro, aplacar al otro, etc. Así, al me­nos, no te sentirás defraudado si no te responden con la misma moneda.

2.- Piensa en lo que al otro le gusta, no lo que a ti te gusta, si quieres simplemente hacer un regalo; o piensa en lo que el otro necesita y no lo que tu necesitas, si quieres hacer un obsequio utilitario.

3.- Regalar implica una acción que finaliza con la propia donación. No necesariamente debe tener corres­pondencia. Por lo tanto, no te quejes si no te responden con otro regalo.

4.- El regalo más costoso no necesariamente tiene que ser el más apreciado. Un detalle, un beso o una flor a veces son el mejor obsequio. Lo que importa no es lo que vale (en dinero) sino su significado.

5.- Si eres dadivoso posiblemente también serás beneficiado con muchos obsequios. Aquí también se cumple la regla de que "como te comportes con los demás así se comportarán contigo". El regalo llama al regalo, como un círculo sin fin.

6.- La originalidad del obsequio también indica que te has preocupado por transmitir algo importante. No te conformes con lo de siempre: una colonia, una corbata, un libro, etc. Si esto ocurre que al menos la presentación sea algo original (también el envoltorio del regalo tiene su significado).

7.- Evita los regalos utilitarios (una cafetera, una plancha, etc.) pues el auténtico regalo no está para tapar una necesidad o cubrir una falta en los utensilios del coche o de la cocina.

Alejandro Rocamora Bonilla
Psiquiatra

Tenemos 2 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Me gustan mucho las sorpresas.
    Pepi cada día valora más los regalos que no son materiales, y los que recibe sin ser una fecha determinada.

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  2. "Nadie da nada por nada", es una frase para reflexionar. A mi me invita a mirar mis motivaciones. ¿Qué voy buscando?. ¿Qué pretendo?. Gracias Alejandro.

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