El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
martes, 11 de febrero de 2014

TARDE DE SEPTIEMBRE



Fue un día, por casualidad, que una amiga me lo señaló al pasar por delante. Giré mi cabeza y me di cuenta que acostumbrada ya a su presencia llevaba años sin abrirlo. Hasta que una tarde ociosa de Septiembre me dio por hurgar en aquel  armario tan misterioso, pero a la vez tan familiar. Y empecé a sacar de él todo tipo de objetos y recuerdos, la mayoría cubiertos del polvo que el tiempo, lento pero implacable,  había ido depositando. Casi  todos ellos me trasladaban a una época anterior de mi vida, alguna triste, otras repletas de alegría. Y de casi ninguno recordaba en qué momento los había olvidado allí y dejado en desuso. Quizás los había guardado porque ya no los necesitaba o porque con el tiempo los había sustituido por otros más modernos, que no mejores.  Alguno hasta por algún regalo de seres queridos. Y empecé a preguntarme cosas. Quizá demasiadas. Para algunas ni siquiera tenía respuesta. Y me rodeé de amigos, amigos que curiosos, también me preguntaban de dónde venían todas aquellas cosas allí guardadas y que me ayudaron a desempolvar mi memoria y mi alma y a revivir mil sensaciones.


Y fue después de una de esas preguntas cuando, de repente, me di cuenta que echaba en falta algo. Algo importante. Regresé al armario y allí vi una gran caja de madera. Me sonaba. Con mucho cuidado la abrí y allí estaba. Sí, allí, cubierto de polvo aun estando dentro de aquella caja. Pasé mi mano por encima con delicadeza y lo vi. Era lo que buscaba.

- “Aquí está”, grité.  Y todos se acercaron para verlo. Un rojo vivo asomaba entre el polvo. Y fue al caer sobre él mis lágrimas emocionadas cuando se puso a latir, latir fuerte,  sin parar, pidiendo a gritos que lo sacase de allí. Aquel día, corazón mío, fue cuando te reencontré y contigo, día tras día, pasito a pasito, recuperando el tiempo perdido, comenzamos juntos a recorrer el camino hacia la Felicidad.

Gracias al Teléfono de la Esperanza, a Valentín y a tod@s mis compañer@s de grupo por ayudarme a desempolvar mis sentimientos y mi corazón.

Nuria



Tenemos 8 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Gracias Nuria por compartir con nosotros tu reencuentro y tu confesión sincera: fueron las lágrimas las que hiceron latir de nuevo tu corazón. ¡Jo, qué mensaje!.

    ResponderEliminar
  2. Gracias, Nuria. Sigue ejercitando la escritura, aunque solo sea por satisfacción personal. Alcanzarla es un gran logro, y si además consigues provocar una reflexión en unos pocos, ¿qué más se puede pedir? Besos.

    ResponderEliminar
  3. Nunca es tarde... y seguramente casi todos los caminos lleven a... Es curioso que en mi estado de whatsapp tenga puesto "a la búsqueda del tiempo perdido". No es tiempo perdido. El pasado, que ya es sólo pasado, nos ha llevado a ser lo que somos, lo que eres. Eres sincera, directa, como tu sonrisa, como tu corazón, como tú. La caja ya está abierta... y seguramente sea ya imposible ya de cerrar. Ha sido todo un logro el abrirla. Mantenla así, abierta... y que los demás podamos disfrutar de lo que contiene, y de ti, junto a ti. ¡Un abrazo enorme!
    Paco

    ResponderEliminar
  4. Hola Nuria, soy Fernando, espero que seas la Nuria, Nuria de mi grupo (suelo meter la pata............pero lo voy aceptando).
    Son unas palabras muy bonitas (experiencias) que nos estas contando.
    Bien en un primer momento la maquinaria se paro, por sentimientos, miedos y que te hagan daño que Huevos, duele.
    Ahora (mujer viajera), fuiste a suiza y el mejor relojero, te dijo, para poder curarlo necesito una lagrima tuya.........y zas,,,,dicho y hecho, maquinaria precisa e irrompible, digo irrompible, porque un reloj siempre va hacia delante.
    Ahora te deseo que las cajas que abras, te iluminen con una sonrisa, ilusión y esperanza...........que te lo dice un abuelo, que estas en el capullo de la vida (no has llegado a flor todavia).
    Un enorme Abrazo

    ResponderEliminar
  5. Cuando comienzas hacer G.D.P., en el T. de la E.; por un lado recibes unas enseñanzas extraordinarias, pero a la vez recibes un golpe en tus sentimientos muy fuerte; pues te das cuenta que tienes que desaprender lo aprendido, que has cometido la tira de errores, equivocaciones, acompañado de ideas irracionales, culpabilizabas a los demás etc.etc. y cuando te hacen ver que el verdadero responsable eres solamente tú, el único que puedes proporcionarte la felicidad,. paz, bienestar, amor.....empezando para lograrlo el conocerte a ti y así conocerás a los demás y conseguirás todo aquello que pensabas que eran los demás los que te lo tenían que dar. Pepi te felicita por tu exposición.

    ResponderEliminar
  6. ¡¡Menudo descubrimiento!! El corazón, cuando lo tenemos oculto, lleno de telarañas, o expresamente tapado, no nos permite acceder a lo más bello de la vida. Cuando nos damos cuenta que ese gran regalo lo llevamos dentro, sale la sonrisa aún en las dificultades. Norecic

    ResponderEliminar
  7. La vida da muchas vueltas, más de las que nos imaginamos. Nuestra caja también vive y se inunda por dentro de personas que merecen la pena y que dan sentido a circunstancias que en principio suenan a incertidumbre. Yo así me sentí cuando una mirada amistosa, dulce y sentida me invitó a compartir con ella momentos de su vida. Ha sido y es muy especial para quien tiene la suerte de conocerla, yo doy gracias el día que dije que me encantaba la montaña !!! Un beso guapa

    ResponderEliminar
    Respuestas
    1. ¡Qué gracioso! una cara de "vinagre". ¿Cómo son? ¿De qué color? ¿En qué calleja? En la Moraleja? Alza la mano que viene la vieja.

      Me MUE ROOOOO de la risa. Voy a practicarlo: cara de vinagre, cara de vinagre. Con un tonito simpático suena gracioso. ¿Se me pone así la cara cuando me enfado? Tendré que llevar un espejito y mirarme: "Oh, espejito espejito, ¿hay alguien más "vinagre" que yo?"
      Me mue roooo de la risa.
      Gracias por este rato Noreric o Neruda o los chirripitiflaúticos que han colgado este poema colmo di significato.
      ¡Viva el hoy y estas muertes... de risa! La vita e preziosa.

      Eliminar