El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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miércoles, 15 de mayo de 2013

EL RINCÓN DEL OPTIMISTA

Escuchar a Gila con sus históricos monólogos es algo muy saludable

De chiste

Por qué te salen chistes y haces bromas en situaciones de tensión, me preguntan a veces. Y creo que es porque es mi elemento de defensa contra esas circunstancias. Parece que todo está preparado para ir en serio: el trabajo, el paro, la hipoteca, la declaración de la renta, la gripe, la prima de riesgo, el telediario… Me niego a seguir este juego. Reconozco que tengo facilidad y bastante velocidad para encontrar el nexo de humor, el juego de palabras más oportuno, la broma sencilla que a nadie hace daño. Me sale el chiste casi en cualquier circunstancia, incluido casi las más trágicas o macabras. En mi vida de contador de chistes he aprendido algo al respecto: hay que saber elegir el momento y saber cuándo ha tenido la broma o el chiste el efecto deseado. Si tu chiste ha provocado la risa, si el otro u otros se contagian y se lanzan a contar los suyos, perfecto; pero si no es así, no te desanimes por eso. Tú solamente lo intentas. Pero es saludable y la mayoría de las veces gratificante. Ojo, si tengo que hablar en serio, como ahora mismo me estoy expresando, lo hago conscientemente. No se puede tomar todo a broma, eso jamás.

Hay quien dice eso de que “pero si a mí se me olvidan todos los chistes”. Sí, es algo muy común, pero quien no hace el esfuerzo por memorizarlos no lo logrará jamás. ¿Y qué hay de malo en repetir los mismos chistes? Mi tío Pepe lo hacía, día tras día, porque no tenía más que media docena de ellos, pero se reía él más que nadie como si fuera la primera vez que lo contaba. Es cuestión de meterse y creerse el chiste. Reír alarga la vida. Un consejo: entrar en internet y busca monólogos de Gila o de Leo Harlem. También puedes visionar la película Amanece que no es poco. Y si es en compañía, mejor que mejor.

Utilizar el humor como arma social es tan recomendable como hacerlo con la sonrisa. Cuando te encuentres con alguien, conocido o desconocido, es más fácil hacerlo con una sonrisa por delante, aunque no tengas buen día. Si pones buena cara a la vida, la vida te lo devolverá con un día de felicidad, seguro que sí. Asín sea.

Juan
Periodista

Tenemos 4 comentarios , introduce el tuyo:

  1. ¡Qué bien se expresa en esta entrada el mecanismo de defensa del humor!.

    Es verdad, encarar la vida con una sonrisa tiene más ventajas.

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  2. ¡Pero cuanta felicidad, alegría, humor, sonrisa etc., se necesita en esta vida!.Pepi

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  3. Me uno a los que van por la vida con una sonrisa,
    a los que saben echarle humor al asunto,
    a los que creen que después de la lluvia viene el sol,
    a los que ponen los medios para acompañar,
    a los que no son profetas de mals noticias o las mals noticias saben transmitirlas con un tono de humor...
    sí, sí, sí.. me apunto a una vida con humor...
    mismamante...la mía. Norecic

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  4. No me imagino una vida sin humor, sin risa...
    Elena.

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