Soy una de las personas que en mi vida estuve anclada. Considere inclusive en algún momento de la misma que el desarrollo era perfecto, hasta que empece a tener muchos problemas conmigo misma y hacia los demás, el desconcierto fue muy grande. Toda mi vida se convirtió en miedos, inseguridades, soledades, angustias, ansiedades, agresividades, irritabilidades etc.etc.etc. en definitiva caí enferma y tuve que empezar a desaprender todo lo aprendido y fue duro el camino, pero muy beneficioso. En mí ahora siguen existiendo problemas y satisfacciones, alegrias y tristrezas, etc.etc.etc. pero me encuentro con equilibrio para enfrentarme a lo negativo y buscar otro camino. Ahora estoy viviendo, disfrutando de la vida, porque voy conociendo mi persona y sabiendo lo que quiero y lo que no quiero, en definitiva: "voy sabiendo donde me aprieta el zapato". Pepi termina diciendo: La persona que efectua cambios cambia hay vida en ella. La que no cambia vive, pero como si estuviera muerta por todos los miedos.....y demás que tiene en su pensamiento y por tanto en sus sentimientos y a lo mejor no es consciente de ellos y tiene que llegar a tocar fondo para poder volver a empezar,como le paso a Pepi.
Me sugiere reflexión nos pasamos yo por lo menos parte de nuestra vida intentando cambiar a los demas o pensando que estos pueden cambiar y lo único cierto es que solo podemos cambiar nosotros y la mayoria de las veces ese cambio se consigue con mucha dificultad pero solo es posible trabajando con nosotros mismos.
La persona que cambia es igual que la que no cambia. Los cambios hacen referencia solamente a lo externo, dado que el ser interno no cambia nunca pues es inmutable. Nunca nadie se equivoca. Vivimos lo que venimos a vivir.
¡Sopla Pedrin!. Me he quedado sorprendida con este comentario, pero a la vez me ha encantado por lo diferente que es por la manera de pensar y sentir tan diferente a mis vivencias. Para Pepi si cambiamos el exterior antes hemos cambiado el interior. Además hay que tener en cuenta que cada cual puede actuar hacía los demás como quiera, pero somos cada uno de nosotros los que tenemos que saber interpretar lo que recibimos de los demás y si nos hace daño es nuestro problema de resolverlo y no del otro.
Soy una de las personas que en mi vida estuve anclada. Considere inclusive en algún momento de la misma que el desarrollo era perfecto, hasta que empece a tener muchos problemas conmigo misma y hacia los demás, el desconcierto fue muy grande. Toda mi vida se convirtió en miedos, inseguridades, soledades, angustias, ansiedades, agresividades, irritabilidades etc.etc.etc. en definitiva caí enferma y tuve que empezar a desaprender todo lo aprendido y fue duro el camino, pero muy beneficioso. En mí ahora siguen existiendo problemas y satisfacciones, alegrias y tristrezas, etc.etc.etc. pero me encuentro con equilibrio para enfrentarme a lo negativo y buscar otro camino. Ahora estoy viviendo, disfrutando de la vida, porque voy conociendo mi persona y sabiendo lo que quiero y lo que no quiero, en definitiva: "voy sabiendo donde me aprieta el zapato".
ResponderEliminarPepi termina diciendo: La persona que efectua cambios cambia hay vida en ella. La que no cambia vive, pero como si estuviera muerta por todos los miedos.....y demás que tiene en su pensamiento y por tanto en sus sentimientos y a lo mejor no es consciente de ellos y tiene que llegar a tocar fondo para poder volver a empezar,como le paso a Pepi.
Me sugiere reflexión nos pasamos yo por lo menos parte de nuestra vida intentando cambiar a los demas o pensando que estos pueden cambiar y lo único cierto es que solo podemos cambiar nosotros y la mayoria de las veces ese cambio se consigue con mucha dificultad pero solo es posible trabajando con nosotros mismos.
ResponderEliminarLa persona que cambia es igual que la que no cambia. Los cambios hacen referencia solamente a lo externo, dado que el ser interno no cambia nunca pues es inmutable. Nunca nadie se equivoca. Vivimos lo que venimos a vivir.
ResponderEliminar¡Sopla Pedrin!. Me he quedado sorprendida con este comentario, pero a la vez me ha encantado por lo diferente que es por la manera de pensar y sentir tan diferente a mis vivencias.
EliminarPara Pepi si cambiamos el exterior antes hemos cambiado el interior. Además hay que tener en cuenta que cada cual puede actuar hacía los demás como quiera, pero somos cada uno de nosotros los que tenemos que saber interpretar lo que recibimos de los demás y si nos hace daño es nuestro problema de resolverlo y no del otro.