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pero el que recibe nunca debe olvidar
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martes, 8 de mayo de 2012

LAS TRES CARAS DE LA INDIGNACIÓN




Luís tiene 17 años. Desde hace una semana está enojado contra su mejor amigo Antonio, pues se ha “enrollado” con su novia. “Ahora comprendo que cada uno va a lo suyo. No se en lo que he fallado pero me siento como una mierda. Considero que ninguna chica me va a mirar a la cara- nos dice-”. Luís está indignado contra sí mismo.

María tiene 30 años. Soltera. A su padre viudo le han diagnosticado de Alhzeimer hace un año. Ha tenido que pedir una excedencia en su trabajo (es funcionaria) pues ha decidido cuidar a su padre en casa. El resto de los hermanos (dos hombres y una mujer) no participan en nada y se conforman con una llamada telefónica semanal. María está enojada con esta actitud de los hermanos, pero es un tema que no se puede expresar ni compartir. Tanto si protesta contra sus hermanos como si se calla se encuentra angustiada, pues considera que es una injusticia que sus hermanos no colaboren más, pero no se atreve a expresar este malestar por temor a que no sea comprendida por el resto de la familia. María está indignada contra sus hermanos.

Indignación política. Un ejemplo evidente, y de actualidad, lo tenemos en los manifestantes del 15M. Muchos jóvenes, y no tan jóvenes, han decidido tomar las plazas y las calles de las grandes ciudades para lanzar un grito: “¡estamos indignados!” ¿Por qué? Pues se consideran maltratados por los poderes políticos y financieros. Es un grito de rebeldía y de hartura por la situación económica y sobre todo por la pasividad de la clase política para solucionar la crisis. No es un tema de derechas ni izquierdas sino de protesta ante una situación que se vive como injusta. Esa es la esencia misma de la indignación.

En los tres planos de la indignación (personal, familiar y política) se deben cumplir dos condiciones: expresar el malestar con la palabra (no con la violencia) y comprometerse con las posibles soluciones. Esto último lo ha dejado medianamente claro Hessel en su último libro ¡Comprometeos! El autor plantea no una utopía sino una esperanza para el cambio. El cambio es necesario y posible. Hessel parte de una realidad concreta: el injusto reparto del poder y de la riqueza. Ofrece un mundo más igualitario y más democrático.

Podemos concluir diciendo que si tras la indignación no existe el compromiso de cambiar algo de uno mismo, de la familia o de la sociedad, se quedará solo en rabieta. Para ello, no podemos ni “pecar” por defecto (actitud pasiva ante los problemas de los demás) ni por exceso (la violencia personal, familiar o callejera) sino que debemos estar los “suficientemente indignados” para llegar a un compromiso que neutralice la injusticia cometida.

Alejandro Rocamora Bonilla
Psiquiatra
 


Tenemos 15 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Totalmete de acuerdo.¿Por dónde empezamos?

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    1. ¿En qué estás de acuerdo? ¿qué quieres empezar?

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  2. Viva la indignación constructiva

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    1. ¿Cuál es la indignación constructiva para ti? ¿En qué consiste?

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    2. Dar trigo. Dedicar tiempo a los demás. Compartir los bienes que la tierra te ha dado. Poner tus cualidades y capacidades al servicio de los demás. Trabajar en ti mismo por ser mejor persona. No olvidar a los más desfavorecidos. SER SOLIDARIO. Renunciar a algo propio para que los demás tengan algo que no tienen. Seguir formándote... Arriesgarse, salir al ruedo. asumir equivocaciones. Ser tolerante. ¿Más?

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    3. Tu respuesta es brillante!!!
      Los verbos afianzan un compromiso: dar, DEDICAR, compartir, poner, trabajar, recordar, ser, renunciar, seguir, ARRIESGAR.
      Y como me dejas abierta una posibilidad de volver a preguntarte con ese ¿más? acepto tu invitación y te cuestiono:
      ¿lo llevas a la práctica diaria?

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    4. En ese empeño estoy. A veces lo consigo y siento una cierta satisfacción interior. Otras no y un halo de pena de rodea. Soy humano. Somos humanos. Hasta el final estaré aprendiendo. TENGO UNA CIERTA CLARIDAD DE CUAL ES LA DIRECCION A SEGUIR PARA MI. Para ti puede ser otra.

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    5. Yo tengo mucho que aprender y en eso estoy, no paro de preguntar, de querer saber, de descubrir.¿No se nota?. Me alegra saber que aún queda gente como tú, con "cierta claridad" con cierta vidilla interior. ¡Ánimo! y pa.. lante, como los de Alicante.A seguir y a SEGUIRRRR.

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  3. Expongo algunas conclusiones: No tenemos que juzgarnos, ni infravalorarnos. Que cuando algo nos sale mal debemos ver porque nos hacemos responsables. Que tenemos que sacar un aprendizaje de lo negativo que nos surge en la vida.
    Que las decisiones que nosotros tomemos en la vida no tenemos que implicar a los demás, y además cada uno de nosotros ser consecuentes con esas decisiones. Que ante un mismo problema aunque sea de la misma familia, no todas los miembros lo ven de la misma manera y por tanto el que uno se vuelque en la solución o ayuda de ese pronblema no significa que todos se van a implicar o se implican de diferente manera.
    A veces ante las manifestaciones nos dejamos arrastrar por la masa y no por nuestros verdaderos deseos etc. etc. etc.
    A Pepi la gustaria hacer más comentarios sobre el tema, pero ya necesita ir a descansar que mañana tiene que madrugar.

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    1. ¿Cuál es tu verdadero deseo? ¿aquél que se aparta de la masa y que te diferencia de ella? Me gustaría saberlo.

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    2. Considero que ante las problemáticas hay que comprometerse, y con ir a una manifestación no es ayudar a poner nuestro grano de arena para dar soluciones.
      Pepi ¿ha dado gusto a esos encantadores anónimos'

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    3. No puedo estar de acuerdo con que "ir a una manifestación no es ayudar".Yo pongo mi granito de arena y si todos ponemos el nuestro y movemos nuestras lindas posaderas de nuestros cómodos butacones asiduamente, con constancia, con insistencia, aumentando el número de personas hasta que haya más gente en la calle que trabajando (vamos cerca de lograrlo),otro gallo cantaría. LAS MASAS siempre han movido, ¿qué te hace pensar, encantadora Pepi, que ahora no?

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  4. El nivel de indignación es diferente para cada un@.El ser humano es capaz de aguantar un campo de concentracción, pero hay supervivientes, siempre.
    Un curso de neutralizar injusticias estaría bien aún sabiendo que algunos se dedican a desneutralizar incluso lo que se neutraliza.¡Vaya trabalenguas me ha salido!

    Me gusta ese cuestionador que aparece con sus "preguntitas",jeje

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  5. El compromiso neutraliza la injusticia y no importa si algunos lo desneutralizan,lo anormal sería que lo dejaran estar,pero les desestabilizamos o les dejamos sin trabajo si son jueces, por ejemplo, bueno bueno... más al paro. ¡Habrá que atinar bien la dirección de la neutralidad!
    Me gusta tu trabalenguas.Cuando escribimos a veces salen cosas muy interesantes ¿verdad?

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  6. No entiendo muy bien por qué Luis cree que ninguna chica le va a mirar a la cara. No sé si siente indignación, cierta vergüenza, compasión…o un poco de todo.

    El caso de María es, lamentablemente, muy común y ciertamente indignante por no decir de mucha cara por parte de su familia???

    Y el último punto merece una atención muy MUY especial. El grupo del 15-M. Volvamos la mirada a un punto existente. HAY INDIGNADOS QUE SÍ SE MANIFIESTAN.
    ¡Qué propuestas las que hicieron en la Puerta del Sol! Les han dado duro con las porras, ¿os acordáis de la visita del Papa Benedicto? ¿Y POR QUÉ? Sed curiosos. Investigad.

    Stéphane Hessel ha sido el gran impulsor de este movimiento y de otros con su libro ¡Indignados! Comparto con vosotros/as algunas frases que no tienen desperdicio:

    “Cuando la legalidad democrática choca contra la legitimidad democrática es válido recurrir a la desobediencia civil”, anima a votar y a desobedecer a los gobiernos que no sean legítimos. ¡¡¡Bravo!!!

    “Cuando los gobiernos no escuchan al pueblo la democracia se convierte en oligarquía”. ¡¡¡Buenísimo!!!

    En su visita a Madrid el periódico El País recogió una entrevista, el 1 de septiembre de 2011, con un emblema: HAY QUE INVENTAR UNA NUEVA DEMOCRACIA.
    Y para inventar tengo que comprometerme, sumarme a movimientos. ¡Qué difícil es el compromiso! Nos conformamos con un ¿y qué han hecho estos? Cuando, en realidad estoy formulando una pregunta erróneamente… y ….¿qué estoy haciendo yo?
    La democracia es el gobierno del pueblo y para el pueblo, no sé, igual estudié mal este concepto, porque si lo estudié bien, me están vendiendo una burra que no anda o una simple patera, mientras ellos viajan en yate.

    Me indigna la corrupción, el paganismo y la infidelidad de valores. La persona, cada persona, es un valor en la vida, es un compromiso y tenemos que ser fieles a ese compromiso. No se pueden cerrar puertas sin abrir ventanas, acabamos muriendo, ¡y de qué manera! ¿Dónde está tu fidelidad hacia mi persona, dónde tu compromiso? Me cierras las puertas y te alejas sin más… ¿Qué me queda? ¿Me callo y espero? ¿Golpeo a ver si alguien me escucha y hace algo por mí? ¿Araño la puerta? Si consigo salir, ¿miro a ver los que quedan? o ¿me alejo también?
    ¿Cuántos de los que leéis sólo escucháis?, ¿cuántos diríais algo al que golpea?, ¿Y cuántos haríais algo por el/la que golpea? En tu respuesta está tu grado de compromiso.

    Hipálage

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