El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
domingo, 20 de mayo de 2012

¡QUÉ DESCANSO!




Llevaba un tiempo incómoda por una situación que no me gustaba demasiado. No soy de postergar las cosas, al contrario, intento resolverlas cuanto antes mejor. Pero esta vez algo en mí se resistía a actuar. En realidad, siempre cuesta enfrentarse a los cambios.

Tras la clarividencia que proporcionan los ratos de silencio decidí que ya había esperado lo suficiente. Revisé mis sentimientos con y sin la situación, y comprobé que en el primer caso eran angustiantes y raquíticos, y en el segundo eran liberadores y positivos. Preparé argumentos convincentes para acabar con aquello que me estaba dañando y me dispuse a afrontar la ruptura con el pasado de la forma más asertiva posible.

Supongo que lo hice muy bien, porque en el momento más difícil, cuando nos encontramos para hablar, las palabras brotaron fácilmente de mi boca y con un peso argumental que hasta yo misma me asombré al oírme. Expuse lo que sentía y lo que quería con toda claridad, sin rodeos, sin falsas expectativas, sin dar lugar a dudas. El convencimiento suple con creces la falta de otros recursos.

Sé que esto no es el final. Tras el efecto sorpresa –provocado por mi inesperada reacción- surge el efecto rebote –que es la respuesta a la pérdida ocasionada en la otra parte- y estoy en espera de ello.

No me preocupa.

Pase lo que pase, tengo una sensación de alivio y descanso en estos momentos, que compensa el miedo previo al enfrentamiento y el posterior a las consecuencias del mismo. No cambio lo que ahora siento por la comodidad de lo que tenía. Y doy gracias por haber afrontado con valentía una situación que me estaba encadenando.

La escribana del Reino
M.E.Valbuena



Tenemos 5 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Ya quisiera yo acabar de una vez con mi pasado y no acabo de dar el paso.

    ResponderEliminar
  2. Sentada en el mismo sitio de la fotografia, un mensaje lleno de admiración y aprendizaje y también de alegría, por ser capaz de experimentar paz, supongo que eso es lo que se llama madurez. Un beso

    ResponderEliminar
  3. Me alegro escribana que hayas acertado. Cuando no tomamos decisiones se nos pone encima un montón de estiercol.

    ResponderEliminar
  4. La fotografua es preciosa.
    Escribana del reino tú vales mucho, y tendrias la seguridad de que lo ibas a solucionar, lo que pasa que no querias dar un paso en falso, si no encontrar el momento oportuno. ¡Aplausos!.
    Yo ante un problema trato de ocuparme cuanto antes del mismo para darle una solución, pero he experimentado un gran cambio en mí. Ahora reflexiono con serenidad para ver que camino tomar y cuando decido el camino a ver si es el mejor para dar la solución a mí problema y antes tan rápido lo queria solucionar que a veces no he tomado el camino correcto y me creaba otro inclusive mayor que el anterior y hasta en mi interior aparecian tensiones agresividades etc.
    Pepi también se da aplausos porque como va mejorando, y que satisfecha se encuentra.

    ResponderEliminar