El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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miércoles, 2 de mayo de 2012

TALLER CUIDANDO AL CUIDADOR



Vuestro tiempo y vuestro sacrificio


Antes de comenzar a escribir estas líneas, contemplo una foto de mi madre dormida, esa foto fue tomada tres meses antes de su muerte; recuerdo que ese día ella intentaba a duras penas escribir algo en un trozo de papel que reposaba sobre sus piernas ya muy debilitadas; fue durante esos meses en los que recibí el regalo de ser también yo su cuidador. Ser cuidador de nuestra madre, la madre que se dispone a abandonar su cuerpo, es algo realmente extraordinario.

Hay un sinfín de circunstancias que pueden convertir a una persona en dependiente de otra. Un recién nacido es un ser dependiente, pero a un recién nacido todo el mundo lo cuida con gusto, no así a alguien de mucha edad que está ya en pleno declive físico. Cuando lleguemos a cuidar de una persona que acaba de nacer igual que a una que va a morir, algo muy importante habrá cambiado en la vida de los seres humanos.

El cuidador se sale de las formas del mundo para poder atender a los que a través de su enfermedad están también fuera del mundo, por eso el cuidador de una persona enferma, sea cual sea su edad, sexo o circunstancia, está llevando a cabo una labor de extraordinaria generosidad en la que pone a prueba, a veces hasta el límite, su paciencia, su entrega, su autoestima y su equilibrio físico y psicológico.

Mi corazón se pone ahora al lado de los que cuidan de los enfermos, en su mayoría mujeres, mujeres entregadas y llenas de compasión, y muy especialmente al lado de los que están al cuidado de enfermos terminales, porque el que cuida de un enfermo terminal tiene ante sí una inmensa puerta abierta, una oportunidad que a veces permanece oculta bajo capas de cansancio y desconsuelo.No sé por qué pero solemos tener en nuestra mente la imagen tenebrosa del que cuida de un enfermo, sin embargo hay cuidadoras y cuidadores realmente felices con lo que van descubriendo mientras cuidan de alguien. Esto es lo que cuenta Mila, una cuidadora a la que un día escuché decir estas bonitas palabras: “Cuidé durante años de mi madre enferma. Mi madre se veía obligada a ir en silla de ruedas. Mi proceso de cuidadora, que fue muy duro y muy difícil, se vio siempre recompensado por la reacción solidaria y amorosa de la gente en la calle. Siempre encontré alguna mano amable que me ayudaba a subir o bajar la silla de ruedas por las aceras y las escaleras que me encontraba ¡Cuántas veces, un día tras otro, un año tras otro, surgía como de la nada una persona que con una sonrisa y unas palabras esperanzadoras estaba dispuesta a echar una mano!”

Al que cuida también lo cuidan, lo que ocurre es que ese cuidado puede no ser suministrado por personas físicas concretas, de hecho los que cuidan y se entregan completamente a ese cuidado, aprenden a percibir que Seres de Luz están ahí siempre suministrándoles cariño, afecto, ánimo y empuje.

El que cuida de una persona enferma ha de ver su circunstancia no como un castigo del destino y sí como un Regalo de La Vida; si es capaz de verlo de esa manera, recibirá extraordinarios regalos a su vez, regalos que a menudo vendrán bajo el envoltorio de enseñanzas espirituales, unas enseñanzas que le acompañarán siempre.

Mujeres que compartís la entrega hacia el cuidado de los que más lo necesitan, mujeres valientes de vida anónima: vuestro tiempo, vuestro sacrificio y el afecto que ponéis en todo lo que hacéis, nunca se perderá, nunca se perderá porque en la Vida nada se pierde. La Vida cuida de todas las cosas y especialmente de todo aquello que se hace desde la bondad y desde la raíz misma del corazón. Todo ese amor que ahora ponéis en la tarea, instantáneamente viene devuelto a través de nuevos cauces de amor. La semilla que hoy plantáis, inmediatamente se dispone ya para dar su fruto.

Y por todo ello mi más sincera felicitación para el taller de: “Cuidando al cuidador” de la ciudad de León, los frutos de ese taller son bálsamo para la madre de Pilar, el marido de Loli, los padres de Puri, la suegra de M.Carmen González, la madre de Estefanía, los padres de Yolanda, la madre de Ana, la suegra de M. Elena, el padre de M. Jesús, el padre de M. Carmen Sánchez, la madre de Macarena y la madre de M. Carmen Fraile.

Termino con unas palabras del médico italiano Augusto Murri (1843-1932): “Si podéis curar, curad; si no podéis curar, calmad; si no podéis calmar, consolad”.


Un fuerte abrazo.
Raúl Rodríguez

Tenemos 6 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Pepi, tú estás todos los días con nosotros a través de este blog. Somos muchos los que agradecemos tus palabras y tu participación. Hoy, en estas horas duras y dolorosas por la muerte de tu madre, te hacemos llegar nuestro abrazo silencioso y esperanzado, sí esperanzado. La redacción del blog.

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    1. Muchísimas gracias por vuestro cariño, cercania, entendimiento. Si, son horas duras y dolorosas, no sólo por la muerte de mi madre si no el que ya me he quedado
      sin padres. Ya se me ha presentado un nuevo organigrama familiar, el cual ya le estoy aceptando totálmente y viendo que es lógico.
      Pero a pesar de la tristeza, a la vez mi interior está muy satisfecho, porque para mí, mi madre toda la vida ha sido una persona muy dificil, pero por el cambio experimentado en mi, he podido ayudarla con mucha paciencia, dándola el cariño que ella quería, escuchándola sus angustias, tristezas....y además muchos dias cuando me despedia de ella me decia: "Gracias hija" ó "Gracias mi niña", lo que en mi me provoco una gran emoción que marchaba de su casa con lágrimas rodando por mis mejillas de satisfación, porque con estas frases me estaba indicando que la entendia, que la comprendía, que la estaba dando lo que ella necesitaba y que yo por fín había llegado a conocerla.
      En el desarrollo de vida que he tenido que realizar estos meses, he estado muy acompañada; Por mi familia del Teléfono de la Esperanza, por los Servicios Paliativos........ y yo conmigo misma.

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    2. Que grande eres Pepi.Un abrazo.

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  2. Estupenda reflexión, cuando las cosas se hacen con amor al final llega el fruto, muchas veces nos cuesta mucho comprender esto. Grac ias por pensar que hay mucha gente buena.

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  3. Bellísimas palabras. Gracias Raúl.
    AnitaReina

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