El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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domingo, 27 de mayo de 2012

VUELVEN LAS OSCURAS GOLONDRINAS




Ya lo anunció Bécquer hace más de cien años en una de sus más conocidas y recitadas poesías. Seguramente él, como yo, y como otros muchos, las habría observado más de una vez, se habría dejado llevar por su elegancia física –siempre de esmoquin- por su vuelo delicado y por su alegre canturreo. Las habría hablado y habría compartido con ellas los momentos dulces de un enamoramiento.

Las mías, las de mi jardín, ya están de vuelta. Andan fabricando un nido nuevo. Parece ser que el del año pasado no las convence demasiado. O puede que ya esté ocupado. Y ya sabemos lo que son las obras, que lo ponen todo perdido, por mucho cuidado que las aves tengan. Que no es el caso.

Los amantes de la limpieza me dicen que quite el nido antes de que se instalen en él para evitar estar limpiando todo el día lo que ellas ensucian. Pero no lo voy a hacer.

Me gusta salir por la mañana temprano y descubrirlas allí. Me gusta observar cómo van y vienen con materiales de construcción o con comida. Me gusta escucharlas cantar y comunicarse. Me gusta su compañía en los ratos de silencio y de lectura. Disfruto con ellas.

Me dan trabajo, cierto. Me ensucian la pared y el suelo de la portalina, cierto también. Pero en la vida casi todo se hace por compensación. Y el placer que me produce ver a los poyuelos asomar y abandonar el nido es infinitamente mayor que el tener que limpiar cada día sus restos.

A Bécquer las golondrinas le ponían melancólico. A mí me recuerdan que la vida es cíclica, que todo fluye, que no nos aferremos a un pasado que no volverá y que vivamos el presente. Por eso no las echo. Porque éstas, las de ahora, las de este año, no volverán.

La Escribana del Reino
M.E.Valbuena

Tenemos 5 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Me gusta. Yo también las dejaría estar y que me hicieran compañía...

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  2. Que exposición más bonita.
    En la vida para mí,lo mejor es no aferrarse a nada ni a nadie, disfrutar el momento presente con cada situación, y aceptar los cambios que se vaya experimentando incluyendo cuando son dolorosos. Para Pepi esto es también un significado de crecimiento personal.

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  3. Gracias escribana para saber convivir con las golondrinas y aprender de ellas.

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  4. Nunca me he parado a escuchar o a mirar a ninguna golondrina. Tal vez ha llegado el momento de hacerlo. Gracias.

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  5. Que bonito poder disfrutar en tu propia casa de unas golondrinas, el tener capacidad para ello, la vida es un fluir de acontecimientos y este me parece precioso.

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