ENEAGRAMA: TIPO 6 EL LEAL. EL MIEDOSO

LOS MIÉRCOLES CON EL ENEAGRAMA.

Foto de Woody Allen y Julia Roberts

Recordamos a todos nuestros internautas las nueve tipologías del eneagrama. Todos pertenecemos básicamente a una de ellas. Queramos o no. Nuestro agradecimiento a Maite Melendo y sus libros sobre el eneagrama que nos están ayudando en esta presentación.

1º.- El Reformador. El perfeccionista.

2º.- El Ayudador. El altruista.

3º.- El buscador de status. El triunfador. El organizador.

4º.- El artista. El individualista. El romántico.

5º.- El pensador. El investigador. El observador.

6º.- El leal. El dubitativo.

7º.- El generalista. El entusiasta. El vividor.

8º.- El Jefe. El desafiador. El mandón.

9º.- El pacificador. El mediador.

Hoy vamos al presentar al tipo 6: El leal o el miedoso.

Los 6 viven la vida como una constante amenaza, peligro o riesgo. Se sienten rodeados de enemigos que le obligan a estar siempre alerta y preparados para responder a un supuesto ataque (HIPERVIGILANCIA). De este temor surge su búsqueda compulsiva de alguien más fuerte – que representa la autoridad- que le sirva de ayuda y protección. En el fondo, lo que más le cuesta es asumir la responsabilidad de su propia vida. Normalmente buscarán culpables fuera - figuras de autoridad en las que se apoyó- por no haber podido hacer lo que realmente quisieron hacer. Responsabiliza a otros en lugar de asumir su propia responsabilidad (proyección). Los 6 necesitan ser afirmados desde fuera de que lo que hacen está bien, en ese intento baldío de que la seguridad les venga de fuera. Sus temores y sus dudas les impide buscarla dentro de ellos mismos. Frente a la autoridad se siente inseguros, temblorosos, hasta pueden llegar a tartamudear.

El sentido del deber es una de sus principales preocupaciones. El 6 respondería a esta máxima: “Cumplo con mi deber, luego existo”. Este número vive bajo la tiranía de los “deberías”, “los debo que..”, los tengo que.. Cumplir con sus deberes y sus obligaciones se convierte en verdadera obsesión. De aquí emana su crónica inseguridad, su permanente duda, su contínua culpabilidad y su frecuente preocupación. Viven anticipadamente todos los males posibles.

Otro rasgo claro de los 6 es la fidelidad en todo, especialmente en las relaciones interpersonales (familiares, amistades..etc). Son fieles en exceso. Son muy leales y tienen un gran sentido de familia, de grupo, de pertenencia. Buenos amigos y fáciles para trabajar en equipo. Son personas muy responsables y cumplidoras. Muy fieles de sus creencias y tradiciones. Aunque se hunda el barco ellos seguirán ahí. Defiendan con fuerza su grupo de pertenencia, bien sea iglesia, empresa, institución..etc. Raramente serán transgresores en sus grupos de pertenencia.

Curiosamente los peligros o amenazas reales no son un problema para los 6, ya que está preparados y dispuestos a enfrentarse a ellos. El problema son sus miedos imaginarios, aquellos que crea en su mente imaginando escenarios peligrosos en donde le pasan las peores cosas que a un ser humano le puedan pasar (CATASTROFISMO). El problema es su hábito de pensar en lo peor y su miedo a lo que pueda suceder y quizás nunca suceda. En situaciones reales de miedo o peligro suele mostrarse valiente (ya que necesita demostrarse y demostrar que él no es un cobarde). Su miedo mayor es no cumplir las expectativas de los que tienen autoridad frente a él. Por eso el impulso característico de los 6 es vencer o superar sus propios miedos. La valentía y el coraje son propios de esta personalidad.

La duda es otra forma que la pasión del miedo toma en el 6. Su miedo les hace ser personas dependientes. Le falta seguridad y confianza en sí mismo. Se preocupa y duda constantemente (“tartamudeo mental”), paralizando o ralentizando su capacidad de acción y resolución de sus conflictos o dificultades. La toma de decisiones es muy penoso para el 6 ya que antes de actuar analiza todas las alternativas, todos los pros y contras. Tarda mucho en decidirse – es habitual su demora en las decisiones- aunque siempre acaba actuando (SONDEOS DE OPINION). Tener que comprar algo o elegir algo para ellas supone dar mil vueltas antes y después, debido a su inseguridad.

De niños fueron educados para demostrar a sus papás que eran ejemplares, que se portaban bien, que no hacían travesuras; en definitiva, para ser buenos. Y así se pasan el resto de sus vidas tratando de demostrar en quien en cada caso ejerza la autoridad que ellos son buenos, leales y cumplidores. Con esas conductas ejemplares lo que buscan es el aprecio y la consideración de los demás.