El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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jueves, 9 de diciembre de 2010

HOMENAJE A MIGUEL HERNANDEZ, A LOS CIEN AÑOS DE LA LUZ Y LA SOMBRA



Tengo estos huesos hechos a las penas...

Tengo estos huesos hechos a las penas

y a las cavilaciones estas sienes:

pena que vas, cavilación que vienes

como el mar de la playa a las arenas.

Como el mar de la playa a las arenas,

voy en este naufragio de vaivenes,

por una noche oscura de sartenes

redondas, pobres, tristes y morenas.

Nadie me salvará de este naufragio

si no es tu amor, la tabla que procuro,

si no es tu voz, el norte que pretendo.

Eludiendo por eso el mal presagio

de que ni en ti siquiera habré seguro,

voy entre pena y pena sonriendo.

Tenemos 2 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Es bonita esa imagen que nos deja el poeta del amor como asidero, como tabla a la que agarrarse, en medio de tantas noches oscuras, tantos vaivenes y penas

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  2. ¡Hay poetas!, cómo cantáis al amor. ¿De dónde os viene la inspiración? ¿Es inteligencia o es corazón?. Gaspar

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