Observando a las tortugas, esos animales objeto de mofa por su lentitud y su torpeza, he llegado a algunas conclusiones. La más llamativa: las cosas importantes que suelen marcar la vida de las personas vienen a paso lento. Por ejemplo,
A paso lento se gesta una vida (nueve meses)
A paso lento aprendemos a leer y escribir (al menos un curso)
A paso lento nos vamos ubicando (tras la dura adolescencia)
A paso lento decidimos qué hacer con nuestra vida (¿?)
A paso lento vamos cambiando hábitos ( o no)
A paso lento se fraguan las mejores amistades
A paso lento se mantiene un amor (conquistarlo puede ser rápido)
A paso lento nos vamos autoconociendo (toda una vida)
A paso lento buscamos la felicidad (intento tras intento)
A paso lento nos vamos despidiendo (cuesta decir adiós)
Las tortugas caminan lentamente por la vida, cargan con su caparazón repleto de experiencias y, bajo él, esconden sus patitas y su cabeza para protegerse de las prisas. Y viven mucho años.
Tal vez tengamos que aprender de las tortugas y dejar de correr como locos de un lado a otro sin respetar el curso de la propia vida.
La escribana del Reino
M.E.Valbuena
Estoy totalmente de acuerdo, que todo hay que ir aprendiéndolo lentamente. Y además para mí, el aprendizaje es para toda la vida. Y las personas que han pasado por una depresión (aunque la hayan aceptádo y han luchado para salir de ella, como ésta anónima), dirán que la lentitud es todavía mayor, pués como nos han dicho en el T. de la E. y Luis Guitarra: "HAY QUE DESAPRENDER LO APRENDIDO", y esto sólo lo sabe el que de verdad lo ha pasado o está pasando.
ResponderEliminarY aunque no se haya tenido ninguna patologia, el T. de la E. también demuestra la de fallos que hemos cometido a lo largo de nuestra vida.
Animo a todas las personas que se encuentren, que han cometido errores, que "pongan toda la carne que puedan en el asador" y rectifiquen, que merece la pena.Aunque la lentitud ahora es del paso de una tortuga que ya no puede ni con su caparazón.
A todos os deseo, que tengais feliz semana.
¡Qué sabia es esta escribana!. Ahora entiendo porque el viejo Rey de León la escogió como escribiente..
ResponderEliminarMe ha gustado esta reflexión de La Escribana: lo que se aprende a paso lento se mantiene, viene a ser como la estructura de un edificio. Por tanto ¿para qué corremos tanto? Gaspar
ResponderEliminarA paso lento estoy acostumbrándome a estos encuentros dominicales.
ResponderEliminara paso rápido me engatusaron los artículos de la escribana, pero a paso lento digiero cada escrito.
ResponderEliminarhoy me resuena en el corazón: "dejar de correr de un lado a otro, respetar el ritmo de la propia vida". cuanta sabiduria hay en estas palabras, me cuesta comprender y ser paciente, pero intuyo que la felicidad que puedo alcanzar en esta vida va por ahí,