Después de preguntarme por la familia, los estudios de Jorge y la casa del pueblo y como ninguna de las dos teníamos prisa, entramos a la cafetería de la Calle Ancha, que da cara al Palacio de los Guzmanes. Mientras el camarero nos servía el té con canela y el zumo de naranja, me preguntaste por qué había acudido al Teléfono de la Esperanza y qué sacaba en claro de los grupos de autoayuda.
"Tú, ¿cómo me ves?", le pregunté. "Mejor", me contestó ella. "Te noto más animada, con más ganas de salir de casa, te interesas por los amigos, has abierto tu casa como antes hacías, sonríes más y parece que ahora todo te interesa", clarificó su respuesta anterior.
"Tienes razón, estoy como recuperando partes de mi que notaba perdidas; he vuelto a familiarizarme con mis sentimientos y a mirarme a la cara en el espejo del baño y llamarme guapa, guapa, guapa...; desde que él se fue... había perdido las ganas de vivir. En estos grupos te sientes acogida, escuchada y, en momentos concretos, hasta querida. ¡Tú sabes lo que es eso!. Estoy encontrando un buen colchón emocional donde puedo llorar, reir, decir en voz alta mis miserias y que no pase nada..Nadie te condena. Nadie te juzga. Nadie te sermonea". Parecía una locomotora largando tanto discurso.
"Ahí nadie te pide nada, pero tú misma te das y al darte te das cuenta que recibes infinitamente más. Ultimamente quedo, después del grupo, con un par de compañeras para ir al cine y tomar unos cortos...Pero bueno, no quiero ser una pelma. ¿Cómo va lo de tu trabajo? ".
Alguien, anónimo, nos ha hecho llegar esta reflexión. Por si a alguien le sirve. O por si alguien, anónimo o identificándose, quiere hacernos llegar la suya propia. Podemos aprender, con ella, todos Gracias.
El T. de la E. para mí, es mi segunda casa y nadie me lo ha dicho, es mi interior el que me lo dice. Ya he ampliado mi círculo de amistades (algún día serán amigos). Estoy tratando de rectificar muchas cosas, aunque todavía no lo he conseguido del todo; como no adelantarme a los acontecimientos, escuchar, tratar de conocerme lo más posible y así conocer a los demás etc.etc.etc. ¡Es tanto la materia que me han dado, que tengo que volver sobre ella y poco a poco, ponerla en práctica. En el grupo que estoy me parece fabuloso, (y eso que somos bien distintos unos de otros), existe verdadera escucha, respeto, entendiemiento, afecto, el querer compartir variedad de cosas unos con otros. Estamos pensando que curso seguir, pero la mayoria ya hemos manifestado que queremos seguir juntos y resulta que no debe ser así, que es bueno que los grupos se hagan con otras personas y en fin.....veremos lo que deciden los coordinadores, orientadores etc.etc.etc, porque lo sentiriamos. Me gustaría saber si en los demás talleres no se funciona como en el nuestro.
ResponderEliminarTengo ganas de ir al curso de fin de semana a la provincia de Palencia, dicen que es muy duro, pero necesito que me aclaren "ese duro a que se refiere", si es que me tengo que enfrentar a más cosas negativas que he hecho en mi vida, estoy dispuesta a ello.
Con el cariño de siempre.
He pasado por varios grupos de autoayuda y por varios cursos. En todos ellos he aprendido a quererme, a decirme que no sea tan exigente conmigo, a manifestarme, a relacionarme... en definitiva a ser feliz ¿Hay algo que importe más? Eso me está permitiendo llevar una cara más sonriente. Y, ¡ojo! los problemas, los de fuera, siguen ahí, pero los veo de forma didtinta. Gaspar
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