El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
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lunes, 20 de diciembre de 2010

TALLER DE ELABORACION DEL DUELO: Para decir sanamente adiós


Decir ¡hola! es una palabra importante. Es tando como abrir las puertas y dejar que "alguien" entre en tu vida y te contagie de su aroma y de su calor. Sin decir hola no hay relación, ni amistad ni humanidad. Con el hola estrenamos una nueva vida y desplegamos unas cuantas posibilidades de comunicación e integración.

Decir ¡adiós! no es menos importante. Es atrevido y duro. Saber cerrar las puertas sin dar portazos, saber enjugar las lágrimas sosegadamente, las despedidas, los vacíos, las nostalgias, es una tarea que hay que hacer con templanza y a paso lento, como nos animaba hace un par de semanas la Escribana del Reino.

Este grupo va dirigido a las personas que hayan recibido una despedida o un adios para siempre. La muerte acostumbra a dejarnos sin palabras, sin aliento. Y si esa muerte es de un ser querido necesita tiempo y paciencia para digerirse, para integrarse.

"Desde que él murió siento un desgarro interior que me deja intranquila, ansiosa y sin sueño; me da la impresión que no sé vivir desde que él no está. Se me ha muerto la ilusión, las ganas de vivir, me encuentro sin apetito y sólo me apetece estar en casa llorando o mirando sus fotos, reconcomiéndome con sus recuerdos. Estoy destrozada, como en un pozo de desalientos".

Así se manifestaba una viuda hace un par de meses.

Si tú estás en esta situación o llevas encima "muertos a tu espalda" del pasado, este grupo está pensado para ti. Y si a ti no te afecta, pero conoces a alguien que está viviendo esta situación, hazle llegar esta información.


Para apuntarte, pásate por la sede del T.E. de León, en Calle Padre Isla, 28-4º izqda y rellena la oportuna ficha. Empezamos en Enero de 2011, en grupos reducidos en torno a 10 personas.

Esta información puede ser copiada, grabada y transmitida, sin vulnerar los derechos de propiedad intelectual.

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