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| Palomar derruido. Foto Jesús Aguado |
Cuando ponemos ganas, tiempo, esfuerzo e ilusión por conseguir algo y el resultado no es el esperado, tenemos que digerir la pena, la rabia o la frustración de forma constructiva antes de seguir adelante. De lo contrario, los posos del resentimiento y el fracaso harán su función amargándonos.
Cierto es que en los primeros momentos damos una y otra vez a la moviola intentando descubrir en qué punto nos equivocamos o qué se nos fue de las manos o cuándo perdimos el control de la situación. Pero si ello nos aporta alguna luz es para aprender de las equivocaciones, no para culparnos por ellas. Los errores son oportunidades, dicen los optimistas natos. Y es verdad.
La vida me ha enseñado que el resultado de un proceso es importante, pero es más importante el proceso en sí mismo. Siento desoír en estos casos al tan seguido y venerado Maquiavelo. Para mí el fin no justifica los medios. Son los medios los que dan sentido a un fin. Y si el fin alcanzado no es el deseado, al menos los medios para lograrlo me habrán aportado aprendizajes, experiencias y vivencias nunca despreciables.
El Principito dice de su rosa que lo que la hace tan especial es el tiempo dedicado a ella. Por lo demás, su rosa –como todas- morirá un día. Pero mientras viva será única e importante precisamente porque él se dedica a ella, a cuidarla y a mimarla.
Así también los procesos. Cuando ponemos cuerpo y alma en ellos nuestra vida se enriquece, independientemente del resultado. Si este es satisfactorio, estupendo. Y si no es el esperado, siempre nos quedará el tiempo que “perdimos” para lograrlo.
La escribana del Reino
M.E.Valbuena
Reflexión positiva para mo caer en el desánimo cuando las cosas no salen como queremos. Vivir y disfrutar de lo que realizamos, echar el resto en la preparación, implicarnos en el hacer...eso depende de nosotros...el resultado a veces, muchas veces no. Y si no depende de nosotros, está fuera de nuestras posibilidades modificarlo. Lo que sí podemos hacer es cambiar la actitud hacia ese resultado de forma que lo asumamos y punto, sin agobios y sin ira e incluso sin tristeza. ¡¡Es una buena enseñanza!! ERASMO
ResponderEliminarCuando ponemos todo de nuestra parte por conseguir algo, y el resultado no es el esperado, está bien reconocer si sentimos rabia, desilusión....,y es necesario preguntarse, en qué habré fallado; pero vuestras enseñanzas han sido, son, y serán, y comparto con vosotros: "que de los fallos hay que aprender y quedarse con las enseñanzas" y por tanto debemos quitar de nuestra mente: "EL TIEMPO QUE PERDIMOS PARA LOGRARLO".
ResponderEliminarAdemás para la persona es una forma de ayudarse a conocerse, comprobar su forma de aceptar los fracasos, frustraciones, e integrar que no siempre conseguimos todo lo que nos proponemos.
A través de estas situaciones también es una forma de llegar a la felicidad, aceptar la lucha, el esfuerzo y siempre tratando de avanzar, para ir superando cada obstáculo que se nos presenta.
Pepi desea que esteis pasando un extraordinario fín de semana.
Precioso comentario. De verdad.
ResponderEliminarMe gusta la reflexión.Tal vez acabemos descubriendo que no hay final y que sólo hay camino, proceso, avance..
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