El que da, no debe volver a acordarse;
pero el que recibe nunca debe olvidar
Blog
viernes, 12 de octubre de 2012

¿HAY GENTE TÓXICA?


Soy un testarudo, me dicen los allegados. Me defiendo patas arriba justificándome que necesito llegar a las cumbres para hablar de ellas y que no me basta lo que otros me cuentan. Quiero experimentar en mi propia piel. Vivir por mi mismo.

Hace años, no tantos, se hablaba, bajo la influencia atroz de un lenguaje religioso que sirvió al menos para veinte siglos, de que existía “gente pecadora”. El paso ineludible del tiempo varió el lenguaje por el de “gente malvada”, gente que consciente o inconscientemente se enredaba y le deleitaba en hacer daño. Hoy la expresión se ha hecho más abierta, más amplia y se ha acuñado el término de “gente tóxica”. Basta leer uno de los libros más vendidos en esta última temporada y que lleva por portada este mismo título, de Bernardo Stamateas.

Gente tóxica es la que tira de nosotros hacia abajo, la que nos corroe la ilusión o sólo sabe ver nuestros fallos, nuestras sombras, nuestros puntos negros. ¡Que los tenemos, por supuesto!. Son personas que se encuentran mal consigo mismas y quieren extender la tinta oscura de su propio malestar.

A la gente tóxica le encanta poner peros a los felices, a los contentos, a los bondadosos, a los atrevidos, a los pioneros. Menospreciarlos. Torpedearlos. Cuestionarlos. Responden a este mensaje interno: “como yo estoy mal, tú tienes que estar mal” o aquel otro “todo es una mierda”. Todo menos ellos, claro. Donde hay gente tóxica hay ambiente tóxico. Nauseabundo. Cuesta respirar.

Reconozco que me caído del burro. Echo un vistazo a mi alrededor y pongo nombres de gente tóxica que me ha rodeado a lo largo de mi vida o que ahora me rodea. Nombres que tan sólo me importan a mi. De la misma forma que los tuyos, amigo lector, sólo te importan a ti.

Y acepto que en algún momento de mi vida o en este mismo instante yo puedo ser tóxico para alguna persona. ¡Ojalá que no...!.

Me quedo con la duda de qué hacer ante la gente tóxica. Esa reflexión pedirá otra entrada en este blog.


Valentín Turrado M.

Tenemos 6 comentarios , introduce el tuyo:

  1. Creo, sinceramente, que lo que llamas gente tóxica, son los menos. Y menos mal que es así. Sería un infierno, de otra manera. Pero, es verdad que hay quienes son permanentemente negativos, cenizos, oscuros, tristes, ...gente que da pena verla. ¿Se darán cuenta? Pero nadie es despreciable. Quizás no sean conscientes de su negrura. En el TE tienen un lugar idóneo para analizar su vida y tartar de mirar con ojos de primavera. Esos ojos que se fijan en el valor absoluto de la persona, que la pone en el centro y la quiere. ¡¡¡Cuánta labor por hacer!!! ERASMO

    ResponderEliminar
  2. Yo también me he encontrado con gente tóxica, que destilan veneno y malestar

    ResponderEliminar
  3. Es un virus, se pega.Hay que ponerse impermeable porque llega a afectarte cuando tienes que convivir con él.El antídoto es la gente sana para contrarrestar.
    Quizá el psiquiatra, podría darnos pautas para saber qué hacer ante personas de este tipo.
    En la revista "Muy interesante",hace no mucho,vino un artículo sobre ello.

    ResponderEliminar
  4. Es verdad que existe la gente tóxica, y ésta nos afecta diariamente sobre todo en los entornos cercanos. En el curso de crecimiento personal nos dicen que un 12% de nuestro dolor lo ocasionan las criticas de los demás. He leido que aquí entrarían los victimistas, amargados, criticones, malasombras, los que hacen mal sin ser conscientes, por hacerlo, y más. Pero también en el curso nos dicen que hay que poner límites, aunque a veces no sea fácil, tenemos que intentarlo...

    ResponderEliminar
  5. Gente tóxica para mí es gente enferma, pero hago dos diferencias: Las personas que hacen daño "CONSCIENTEMENTE", porque ellos no son felices, y sienten envidia, celos etc. de la gente que tienen sana a su alrededor, y como muy bien dice Valentín: "si yo estoy mal, quiero que tú también estes mal".
    Y también son las personas que "SIN QUERER", son nocivas hacia los demás, como cuando tuve la depresión.
    Pepi en este momento considera que no está siendo tóxica hacía los demas, de ahí su trabajo diario para estar feliz, tener paz, seguir conociendose etc. y todo eso se transforma en bienestar hacía los demás.

    ResponderEliminar
  6. Ya decía Confucio un reconocido pensador chino hace un montón de años: "Cuando veas a un hombre bueno, trata de imitarlo; cuando veas a un hombre malo, examínate a ti mismo"
    Todo lo tóxico que vemos en los demás, es todo aquello que no nos gusta de nosotros.
    Malu

    ResponderEliminar